El sarampión se contagia principalmente por la vía aérea y es una enfermedad altamente transmisible. Cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso respira, libera pequeñas gotas que pueden contener el virus, facilitando así el contagio a personas cercanas que no están inmunizadas. Conozca más sobre el sarampión.
Además, el virus puede permanecer activo en el aire o en superficies durante un máximo de dos horas, por lo que una persona también puede contagiarse al entrar en contacto con una superficie contaminada y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Para evitar el contagio del sarampión, es fundamental aplicarse la vacuna. Incluso puede administrarse hasta 72 horas después del contacto directo con una persona infectada, ya que esto puede ayudar a prevenir la transmisión y reducir los riesgos asociados a la enfermedad.