Es posible morir por complicaciones de la diabetes, sobre todo cuando no hay un control adecuado del azúcar en la sangre. Estas complicaciones pueden afectar órganos vitales como el corazón, los riñones o el cerebro.
Las principales causas de muerte en personas con diabetes son el infarto, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia renal. También pueden ocurrir infecciones graves o crisis metabólicas como la cetoacidosis diabética.
El riesgo de muerte aumenta cuando hay presión alta, colesterol elevado, tabaquismo o falta de tratamiento. Seguir el control médico y mantener hábitos saludables puede reducir estas complicaciones.
Se recomienda acudir al médico cuando hay vómitos frecuentes, respiración acelerada o somnolencia excesiva, ya que pueden indicar una descompensación grave.