Para que el arroz integral no quede duro, conviene lavarlo y dejarlo en remojo en agua limpia durante 20 minutos antes de cocinarlo, lo que ayuda a que los granos se hidraten y se ablanden.
Lo ideal es usar tres tazas de agua por cada taza de arroz integral y cocinar a fuego bajo con la olla tapada hasta que el líquido se absorba por completo.
Este método ayuda a que los granos se cocinen de manera uniforme y queden tiernos, mientras que el fuego alto o la falta de agua puede hacer que queden duros. Conozca los beneficios del arroz integral.
Se recomienda incorporar el arroz integral a la dieta, ya que aporta beneficios para la salud, como favorecer la función intestinal y ayudar a reducir el colesterol. Sin embargo, es aconsejable consultar con un nutricionista, quien puede indicar la manera más adecuada de integrarlo según las necesidades y hábitos alimentarios de cada persona.