Gusano del ojo: síntomas y tratamiento

Actualizado en marzo 2023

El gusano del ojo, o Loa Loa, es un parásito que suele alojarse en el sistema ocular, provocando síntomas como dolor, comezón y enrojecimiento de los ojos. Este gusano entra al organismo a través de la mordida en la piel de la mosca tábano, siendo un insecto muy común en África.

Cuando la mosca muerde la piel deposita las larvas en la sangre, que migran para el sitio definitivo de la infección, que en el caso del Loa loa son principalmente los ojos. Es en este lugar donde las larvas se desarrollan hasta la fase adulta y liberan larvas que se mantienen circulando por el torrente sanguíneo.

Esta enfermedad tiene cura, por lo que es necesario realizar el tratamiento que es indicado por el oftalmólogo, que puede incluir el uso de gotas para aliviar los síntomas y comprimidos para eliminar las larvas del cuerpo. Vea otras situaciones que pueden causar dolor y enrojecimiento en los ojos, que no incluyen la presencia de larvas.

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Principales síntomas

Los síntomas que puede causar el gusano del ojo son:

  • Visión borrosa;
  • Comezón;
  • Dolor en el ojo;
  • Enrojecimiento en el ojo;
  • Presencia de manchas oscuras en la visión;
  • Sensibilidad excesiva a la luz.

Además de esto, en algunos casos puede notarse la presencia de la larva en el ojo, siendo importante consultar al oftalmólogo para que se inicie el tratamiento y se extraiga la larva. En la mayoría de los casos, el Loa loa está presente en un solo ojo, por lo que es posible que los síntomas sólo se den en uno de ellos.

Asimismo, la larva también puede mantenerse en la piel y, en estos casos, es común que surjan pequeñas bolitas que no causan dolor tanto en los brazos como en las piernas, principalmente en las regiones cercanas a las articulaciones.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico del gusano del ojo debe realizarlo un médico general u oftalmólogo. a través de la evaluación de los síntomas o por la identificación de la larva en el ojo. Además de esto, el médico podrá solicitar la realización de exámenes de sangre para que se identifique la presencia de las larvas en la sangre, siendo importante que la recolección de la muestra sea por la mañana.

También podrán solicitar la realización de exámenes inmunológicos para verificar si existe o no la presencia de anticuerpos contra el Loa loa para confirmar el diagnóstico.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento debe ser siempre orientado por el oftalmólogo, ya que puede variar de acuerdo con el grado de desarrollo de la larva y de los síntomas que se presenten. Los medicamentos más utilizados son:

  • Antiinflamatorios como el flurbiprofeno o el diclofenaco: se pueden utilizar en forma de colirio o comprimido para aliviar los síntomas de dolor, enrojecimiento y picazón;
  • Antiparasitarios como albendazol, tiabendazol o mebendazol: se utilizan como comprimidos para eliminar las larvas del cuerpo;
  • Corticoides como la prednisolona o la hidrocortisona: generalmente se utilizan como colirio y permiten aliviar la picazón y otros síntomas. Conozca los principales tipos de colirio.

En los casos más avanzados, se recomienda la cirugía para retirar las larvas del ojo, especialmente las que están más superficiales.

Normalmente, el tratamiento tiene buenos resultados y, por lo tanto, el individuo no desarrolla ninguna secuela. Sin embargo, en los casos más graves, pueden surgir dificultades de visión, incluso después del tratamiento.

Cómo evitar contagiarse con la larva

La mejor forma de evitar el contagio con esta larva es reduciendo la exposición a este tipo de mosca. Para ello algunos consejos son:

  • Evitar ir a sitios con barro, especialmente en la sombra o cerca de los ríos;
  • Colocarse un repelente de insectos en la piel;
  • Colocarse una camisa de manga larga, para disminuir la cantidad de piel expuesta;
  • Preferir utilizar pantalones en vez de shorts o faldas.

Generalmente este tipo de moscas están más activas durante el día, por lo que estos cuidados se deben mantener principalmente mientras esté el sol.