Lipoescultura: qué es, cómo es realizada y cómo es la recuperación

Actualizado en abril 2020

La lipoescultura es un tipo de cirugía estética en la cual se realiza una liposucción para retirar el exceso de grasa de pequeñas áreas del cuerpo y, posteriormente, reposicionarla en zonas estratégicas como, por ejemplo, glúteos, surcos del rostro, muslos y pantorrillas, con el objetivo de mejorar el contorno corporal y dar una apariencia más estética al cuerpo. 

Por lo tanto, y a diferencia de la liposucción, esta no es una cirugía utilizada para la pérdida de peso, es decir, se realiza únicamente para mejorar el contorno corporal, siendo indicada para quienes deseen retirar grasa de una zona que no responda a un plan de entrenamiento adecuado ni a una alimentación adecuada. 

La duración de esta cirugía estética, la cual puede ser realizada tanto en mujeres como en hombres, varía de acuerdo con la cantidad de grasa que se va a aspirar, así como la zona que se va a mejorar y el estado de salud general de la persona. Sin embargo, es común que dure entre 1 a 2 horas y, normalmente, no es necesaria la hospitalización.

Imagem ilustrativa número 1

Cómo es realizada la cirugía

La lipoescultura es realizada con anestesia local, la cual es infiltrada en la región donde va a ser removido el exceso de grasa. No obstante, también puede aplicarse una anestesia epidural, especialmente en el caso de la liposucción del abdomen y los muslos, o sólo sedación en caso de brazos o mentón (papada).

Después de que el paciente esté anestesiado, el cirujano:

  1. Marca la piel, para identificar la zona donde va a retirar la grasa;
  2. Introduce anestesia y suero en la piel, a través de pequeños agujeros para evitar el sangrado y el dolor y facilitar la extracción de grasa;
  3. Aspira el exceso de grasa que se encuentra por debajo de la piel, con un tubo fino;
  4. Separa la grasa de la sangre en un aparato especial para centrifugar líquidos;
  5. Introduce la grasa en la zona nueva que desea aumentar o modelar. 

De esta forma, en la lipoescultura, la grasa en exceso es retirada y después puede ser aprovechada para ser introducida en una nueva zona del cuerpo donde exista falta de esta, como cara, labios, pantorrillas o glúteos. 

Cómo es la recuperación

Luego de una lipoescultura, es común que surja dolor leve o incomodidad, así como el surgimiento de hematomas e inflamación en las zonas donde la grasa fue aspirada y donde fue introducida. 

La recuperación es gradual y demora entre 1 semana a 1 mes, dependiendo de la cantidad de grasa retirada y de la zona, pues las primeras 48 horas son las que necesitan de mayores cuidados. De esta manera, se debe permanecer con la cinta elástica y no ejecutar esfuerzos, intentando realizar únicamente pequeñas caminatas dentro de casa para evitar la formación de coágulos en las piernas. 

Asimismo, se deben tomar los medicamentos para el dolor recetados por el médico y permanecer sin trabajar durante 1 semana aproximadamente, que es el tiempo necesario para poder retirar los puntos de la piel y garantizar que la cicatrización esté ocurriendo de forma correcta. 

Conozca más acerca de todos los cuidados que se deben tener en el posoperatorio de la liposucción.

Cuándo es posible notar los resultados

Después de la cirugía, ya es posible observar algunos resultados, no obstante, como la región aún se encuentra dolorida e hinchada, es frecuente que la persona sólo logre comenzar a observar los resultados definitivos entre 2 semanas a 4 meses después de la cirugía. 

Por lo tanto, en la zona donde se retiró la grasa, las curvas se notan más definidas; mientras que en la zona donde se colocó la grasa, se nota una silueta más redonda y rellena, aumentando el tamaño y disminuyendo así los surcos. 

Aunque no sea una cirugía para adelgazar, es posible perder algo de peso y lograr tener un cuerpo más delgado, puesto que es removida la grasa localizada. 

Posibles complicaciones

La lipoescultura no es una cirugía que genere muchas complicaciones, por esta razón, el riesgo no es elevado; no obstante, como en cualquier cirugía, pueden surgir hematomas y dolor, los cuales van disminuyendo cada día y normalmente desaparecen luego de 15 días. 

En ciertas ocasiones, después de la cirugía, es posible que surjan seromas, que son zonas de acumulación de líquido semitransparente que, si no es aspirado, puede endurecerse y formar un seroma encapsulado, el cual endurece la zona y deja una cicatriz poco estética. Conozca mejor qué es el seroma y cómo evitarlo