Leucoplasia: qué es, principales síntomas y cómo tratarla

Actualizado en noviembre 2020

La leucoplasia oral es una condición en la cual crecen pequeñas placas blancas en la lengua y, en ciertas ocasiones, en el interior de las mejillas o en las encías, por ejemplo. Estas manchas no provocan dolor, ardor ni comezón, y no es posible removerlas mediante un raspado. Normalmente, desaparecen sin necesidad de tratamiento. 

La principal causa de esta condición es el consumo frecuente del cigarro; no obstante, también puede estar provocada por el uso de sustancias irritantes, como ingesta habitual de bebidas alcohólicas, por ejemplo, siendo común en hombres con edades comprendidas entre los 40 y 60 años. 

Aunque suela ser una condición benigna, en algunos individuos puede ser signo de una infección por el virus Epstein-Barr, denominándose leucoplasia vellosa. La infección por este virus es más común cuando el sistema inmunitario se encuentra debilitado por alguna enfermedad, como SIDA o cáncer, por lo que es importante consultar un médico general para identificar si existe alguna enfermedad que requiera tratamiento, pues la leucoplasia puede evolucionar a cáncer de boca.

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Principales síntomas

El principal síntoma de la leucoplasia es el surgimiento de manchas o placas en la boca, con las siguientes características:

  • Coloración blanca grisácea;
  • Manchas que no pueden ser removidas con el cepillado;
  • Textura irregular o lisa;
  • Áreas gruesas o duras;
  • No suelen provocar dolor ni incomodidad. 

Por otra parte, en el caso de leucoplasia vellosa, también es común que las placas parezcan tener pequeños vellos o pliegues, desarrollándose principalmente en los lados de la lengua. 

Otro síntoma inusual es el surgimiento de pequeños puntos rojos en la superficie de las manchas blancas, los cuales generalmente indican la existencia de cáncer, por lo que requieren de ser evaluadas por un médico para confirmar las sospechas. 

Cómo es realizado el diagnóstico

En la mayor parte de los casos, el diagnóstico es realizado por el médico tan solo mediante la observación clínica de las manchas y la evaluación de los antecedentes médicos de la persona. No obstante, si existe sospecha de que la leucoplasia pueda estar siendo provocada por alguna enfermedad, el médico podría solicitar algunas pruebas, como biopsia de la mancha, análisis de sangre e incluso tomografía. 

Qué puede causar leucoplasia

La causa específica de esta condición aún no es conocida totalmente; sin embargo, la irritación crónica del revestimiento de la boca, provocada principalmente por el uso del cigarro, podría ser su principal causa. Otros factores que también pueden ocasionar este tipo de inflamación son los siguientes:

  • Consumo de bebidas alcohólicas;
  • Uso de tabaco de mascar;
  • Dientes fracturados que rocen la parte interna de la mejilla;
  • Uso de dentaduras de tamaño incorrecto o mal adaptadas. 

A pesar de ser menos usual, existe incluso la leucoplasia vellosa que es causada por la infección del virus Epstein-Barr. La presencia de este virus en el cuerpo es relativamente común; no obstante, este se mantiene latente sin causar síntomas gracias al sistema inmunitario. Pero cuando este sistema se encuentra debilitado por una enfermedad como SIDA o cáncer, pueden surgir síntomas y desarrollarse la leucoplasia. 

Cómo es realizado el tratamiento

En la mayoría de los casos, las manchas de leucoplasia no requieren tratamiento, desapareciendo a lo largo del tiempo sin causar ningún problema para la salud. No obstante, cuando son provocadas por el uso del cigarro o el alcohol, por ejemplo, puede aconsejarse disminuir su uso, pues la mayoría de las placas desaparece luego de un año de abstinencia. Ahora, cuando son provocadas por dientes fracturados o prótesis dentales mal adaptadas, se aconseja acudir al dentista para tratar estos problemas. 

Por otra parte, en el caso de sospecha de cáncer de boca, el médico puede recomendar la remoción de las células afectadas por las manchas, mediante una pequeña cirugía o tratamientos menos invasivos, como la crioterapia. En estos casos, también es importante acudir a consultas regulares para evaluar si las manchas volvieron a surgir o si aparecieron otros síntomas de cáncer.