Lavanda: para qué sirve, propiedades (y cómo usar)

Evidencia científica

La lavanda es una planta medicinal que se utiliza para tratar diversos problemas, como la ansiedad, la depresión, la mala digestión o incluso las picaduras de insectos en la piel, gracias a sus propiedades relajantes, calmantes, antiespasmódicas, analgésicas y antidepresivas.

También conocida como lavándula o espliego, su nombre científico es Lavandula angustifolia. Esta planta puede utilizarse para preparar tés o baños, y su aceite esencial puede emplearse en aromaterapia o aplicarse de forma tópica.

La lavanda puede adquirirse en tiendas de productos naturales, farmacias o en algunos mercados y ferias. Su uso debe realizarse siempre bajo la orientación de un médico u otro profesional de la salud con experiencia en el empleo de plantas medicinales.

Este contenido tiene fines informativos y no reemplaza la orientación médica. No interrumpa ningún tratamiento sin la debida asesoría.
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Para qué sirve la lavanda

La lavanda sirve para tratar diversos problemas de salud, como:

1. Disminuir la ansiedad y agitación

La lavanda es rica en aceites volátiles que ayudan a disminuir la ansiedad y agitación, pues tiene acción calmante y sedativa, pudiendo ser usada para complementar el tratamiento médico en estas situaciones.

2. Reducir la presión arterial

La lavanda, en la forma de aceite esencial, cuando es utilizada en forma de aromaterapia, puede ayudar a reducir la presión arterial, siendo útil como complemento en el tratamiento médico de la presión alta.

3. Disminuir la fiebre

La lavanda puede ayudar a disminuir la fiebre lentamente, pues posee propiedades que reducen la temperatura corporal. 

Asimismo, debido a sus propiedades calmantes y sedativas, la lavanda puede ayudar a dormir mejor cuando se presenta fiebre.

4. Curar las aftas

Debido a su acción cicatrizante, antiinflamatoria y analgésica, la lavanda ayuda a cicatrizar las aftas, además de reducir el dolor, inflamación e irritación y el tamaño de las aftas. 

5. Estabilizar los latidos cardíacos

La lavanda puede ayudar a estabilizar los latidos cardíacos y a disminuir la excitación del corazón, siendo útil para ayudar en el tratamiento de palpitaciones cardíacas, especialmente cuando es usada en aromaterapia. 

6. Reducir el dolor de cabeza

Debido a sus propiedades analgésicas, la lavanda puede ayudar a reducir el dolor de cabeza, aliviando los síntomas, como náuseas, vómitos y aumento de la sensibilidad de la luz. 

De esta forma, la lavanda puede ser usada para aliviar la crisis de migrañas agudas, pero no debe ser usada como tratamiento para prevenir próximas crisis.

7. Promover el relajamiento

La lavanda posee fuerte acción calmante y sedativa, promoviendo el relajamiento del cuerpo, además de reducir la ansiedad.

8. Mejorar la calidad del sueño

La lavanda mejora la calidad y duración del sueño, además de ser útil para combatir el insomnio, por tener acción calmante que mejora el relajamiento del cuerpo, además de reducir el nerviosismo.

9. Reducir el estrés

La lavanda puede ser utilizada para reducir el estrés, pues posee propiedades calmantes, sedativas y relajantes.

10. Combatir la depresión

Debido a sus efectos ansiolíticos y antidepresivos, la lavanda puede ayudar en el tratamiento de la depresión y ansiedad, pues promueve el relajamiento del cuerpo y calma los nervios, además de mejorar en la calidad del sueño.

Propiedades de la lavanda

La lavanda es una planta rica en compuestos naturales como linalol, acetato de linalilo, taninos y flavonoides, que le otorgan múltiples beneficios para la salud.

Gracias a estos componentes, la lavanda posee propiedades relajantes, calmantes, ansiolíticas, antidepresivas, analgésicas, antiinflamatorias, antiespasmódicas, cicatrizantes, antimicrobianas y sedantes naturales.

Cómo usar la lavanda

Las partes que se usan de la lavanda son sus flores, hojas y tallo para hacer tés, aceite esencial o para usar en la cocina. 

1. Té de lavanda

El té de lavanda es bueno para tratar problemas de mala digestión, irritaciones en el estómago, migrañas, espasmos y asma bronquial y puede prepararse de la siguiente manera: 

Ingredientes:

  • 1 cucharada de flores de lavanda;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación: 

Añadir las flores de lavanda en la taza de agua hirviendo y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Luego, colar, dejar entibiar y beber. Este té debe beberse hasta 3 veces al día, y se recomienda tomarlo luego de cada comida principal. 

2. Baño caliente con lavanda

El baño caliente con lavanda tiene un excelente efecto relajante, calmante y tranquilizante, ayudando en el tratamiento del estrés y los problemas del sueño. Para prepararlo, basta con añadir al agua caliente 100 g de flores secas de lavanda o 6 a 7 gotas de aceite esencial de la planta.

Otra forma de usar la lavanda en el baño consiste en colocar los 100 g de flores en una tela fina, amarrarla formando una bolsita y colgarla en la regadera con una cadena, por ejemplo.

De esta manera, el agua entra en contacto con la planta y las propiedades medicinales de la lavanda se dispersan por el cuerpo. En lugar de las flores secas, también puede utilizarse aceite esencial de lavanda, que puede añadirse previamente a bolsitas de té de manzanilla o menta, por ejemplo.

Además, para aliviar el estrés y mejorar la calidad del sueño, también pueden utilizarse bolsitas con flores secas de lavanda, que se colocan debajo de la almohada para que actúen durante toda la noche, brindando una sensación de calma y relajación.

3. Masaje con aceite esencial

El masaje con aceite esencial de lavanda en las sienes se recomienda especialmente para aliviar los dolores de cabeza causados por el estrés o la tensión muscular. Para realizarlo, se deben frotar 4 a 5 gotas de aceite esencial entre los dedos y luego masajear las sienes con movimientos circulares durante algunos minutos.

Si el dolor de cabeza está relacionado con la tensión en el cuello, después del masaje en las sienes se puede masajear también la parte posterior del cuello, utilizando movimientos circulares. Vea cómo realizar un masaje utilizando este y otros aceites esenciales.

Además, gracias a sus propiedades calmantes, el aceite esencial de lavanda también puede aplicarse sobre picaduras de insectos, recomendándose colocar 1 o 2 gotas directamente sobre la zona afectada.

Lea también: Masajes relajantes: 5 beneficios, aceites y cómo darlo tuasaude.com/es/masajes-relajantes-con-aceites-esenciales

Posibles efectos secundarios

La lavanda es una planta segura cuando se usa en pequeñas cantidades, como en tés, baños o aromaterapia. Sin embargo, su uso excesivo o inadecuado puede causar algunos efectos secundarios.

En algunas personas, el contacto con el aceite esencial puede provocar irritación o enrojecimiento en la piel. Si se inhala en grandes cantidades, puede causar dolor de cabeza, náuseas o somnolencia.

El consumo oral de aceite esencial de lavanda no se recomienda sin orientación médica, ya que puede ser tóxico y provocar malestar estomacal, vómito o somnolencia excesiva.

En niños pequeños, el uso frecuente de productos con lavanda puede alterar las hormonas y causar cambios como el aumento del tamaño del pecho. Por eso, siempre se debe usar con precaución y bajo la orientación de un profesional de la salud.

Contraindicaciones

La lavanda no debe ser utilizada por niños menores de 12 años, personas con gastritis, úlceras gástricas, así como mujeres embarazadas o en período de lactancia.

Como puede causar somnolencia, no se recomienda tomar lavanda mientras se conducen vehículos o maquinaria pesada.

Además, no se recomienda ingerir lavanda junto con medicamentos o sustancias que deprimen el sistema nervioso central, como bebidas alcohólicas, drogas ilícitas o remedios hipnóticos y ansiolíticos.