Lavado intestinal: qué es, cómo hacer y posibles riesgos

Actualizado en noviembre 2023

El lavado intestinal es un procedimiento para favorecer la limpieza del intestino, ya que promueve la remoción de los residuos de las heces. Para realizar el lavado intestinal es necesario que sea aplicada una solución directamente en el intestino, a través de la región anal, para estimular el movimiento intestinal.

Este procedimiento suele ser realizado en el hospital, siendo principalmente indicado antes de la realización de exámenes de imagen para evaluar el intestino, como en el caso de la colonoscopia y la rectoscopia, por ejemplo. Sin embargo, también es posible que realizarlo en casa, siempre que sea orientado por el médico.

Es importante que el lavado intestinal sea realizado en el hospital o en casa siguiendo los pasos indicados por el médico para evitar posibles complicaciones como deshidratación, infección o desequilibrio electrolítico, por ejemplo. 

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Para qué sirve el lavado intestinal

El lavado intestinal se encuentra indicado en los siguientes casos:

  • Tratamiento del estreñimiento grave, para ayudar con la evacuación, especialmente en personas que no han mejorado después de usar laxantes;
  • Desobstruir el intestino en caso de heces muy endurecidas que dificultan la evacuación;
  • Ayudar en la preparación para una colonoscopia, para permitir una observación más fácil del intestino;
  • Limpiar el intestino antes de cirugías gastrointestinales, con el fin de reducir el riesgo de infecciones y facilitar el procedimiento.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, el lavado intestinal se indica para tratar la obstrucción intestinal causada por heces muy endurecidas, conocida como fecaloma, y solo debe realizarse bajo la recomendación de un proctólogo o médico general. Conozca más sobre qué es el fecaloma.

¿Ayuda el lavado intestinal a perder peso?

Aunque no existen estudios que respalden este efecto beneficioso, algunas personas creen que realizar un lavado intestinal puede ayudar a perder peso, eliminar toxinas y equilibrar la flora intestinal para mejorar la digestión y el sistema inmunológico, reducir el riesgo de cáncer de colon y aumentar la vitalidad.

Sin embargo, los médicos no recomiendan el lavado intestinal para ninguna de estas indicaciones.

Cómo es la preparación del lavado intestinal

Antes de realizar el lavado intestinal, es importante que las manos y la región anal estén debidamente higienizadas para prevenir infecciones, así como asegurarse de que el catéter o la ducha estén limpios.

La solución utilizada en el lavado intestinal puede ser preparada o comprada, y puede consistir en una solución hipertónica de cloruro de sodio, una solución con fosfato de sodio o una solución glicerina, por ejemplo.

Cómo se realiza el lavado intestinal

El lavado intestinal puede ser realizado por un profesional de la salud en un hospital o en casa con un enema o un kit propio, siguiendo las indicaciones del médico y del kit. Conozca cómo hacer paso a paso un enema en casa

De forma general, para realizar el lavado intestinal se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Acostarse de lado, dejando las rodillas juntas y frente al pecho;
  2. Lubricar la punta del catéter o del aplicador rectal, o aplicar un anestésico tópico;
  3. Separar los glúteos con una de las manos;
  4. Insertar el catéter o el aplicador rectal;
  5. Iniciar la aplicación de la solución;
  6. Después de aplicar la solución, retirar lentamente el catéter o el aplicador y desecharlo; 
  7. Apretar los glúteos e ir al baño para evacuar.

En algunos casos, puede ser necesario repetir estos pasos de 3 a 4 veces. Conozca con más detalle cómo hacer un lavado intestinal en casa.

Consejos para un lavado intestinal seguro

Para la realización de un lavado intestinal seguro, se debe consultar a un médico, el cual explique el procedimiento o refiera a la persona con un profesional de la salud para que lo realice. Además de que está indicado beber muchos líquidos para evitar la deshidratación. También es importante utilizar de preferencia material nuevo o estéril, utilizar guantes y, al final de procedimiento, realizar la limpieza adecuada.

El lavado intestinal se contraindica en personas que tienen enfermedades anorrectales o que hayan sido sometidas a cirugía reciente en la zona. 

Posibles riesgos y efectos secundarios

El lavado intestinal presenta algunos riesgos, como:

  • Deshidratación, ya que la remoción de residuos se acompaña de fluidos, pudiendo causar, en casos extremos, falla renal;
  • Desequilibrio electrolítico, ya que el lavado del intestino puede producir alteraciones de los electrólitos en el cuerpo, como potasio y sodio, pudiendo llevar a la pérdida de la consciencia y falla renal;
  • Infección, porque el lavado intestinal puede facilitar la entrada de bacterias a través del material utilizado y porque puede remover bacterias buenas del intestino, pudiendo causar un desequilibrio de la flora intestinal;
  • Perforación del intestino, que puede causar síntomas como fiebre, dolor, escalofríos, náuseas e incluso la muerte, por lo que ante los primeros signos es muy importante acudir al servicio de urgencias. 

Debido al hecho de que no hay evidencia que compruebe los supuestos beneficios del lavado intestinal sin fines diagnósticos o terapéuticos, se recomienda siempre acudir al médico para que se evalúe la necesidad de realización de este procedimiento. Algunos de los efectos secundarios de este médico son diarrea, calambres, vómito, náuseas y alteración de la absorción de algunos medicamentos.