Inyección anticonceptiva trimestral: qué es, ventajas y cómo usar

La inyección anticonceptiva trimestral contiene en su composición una progestina, el acetato de medroxiprogesterona o acetato de noretisterona y tiene la ventaja de tener un efecto más prolongado, además de ser una opción para mujeres que no pueden usar estrógeno, como las píldoras combinadas.

Este tipo de anticonceptivo actúa inhibiendo la ovulación y aumentando la viscosidad del moco cervical, dificultando el paso de los espermatozoides y previniendo el embarazo y se encuentran bajo nombres comerciales como Depo-Provera o Contracep, o Noristerat, por ejemplo.

Por lo general, para que la fertilidad vuelva a la normalidad, puede tomar alrededor de 4 meses después de finalizar el tratamiento, pero algunas mujeres pueden notar que la menstruación tarda aproximadamente 1 año en volver a la normalidad después de dejar de utilizar este método anticonceptivo.

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Ventajas de la inyección trimestral

La inyección anticonceptiva trimestral presenta algunas ventajas, como:

  1. Contiene únicamente progesterona, que es absorbida lentamente por el organismo, lo que prolonga la duración del efecto anticonceptivo;
  2. Al contener solo progesterona, puede ser una opción segura para mujeres que no pueden utilizar anticonceptivos que contienen estrógeno, como las píldoras combinadas;
  3. Favorece la disminución del flujo menstrual;
  4. Puede detener completamente la menstruación durante los tres meses, aunque en algunos casos pueden surgir pequeños sangrados durante el mes;
  5. Combate los síntomas del síndrome premenstrual (TPM).
  6. Reduce el riesgo de cáncer de endometrio, ovario y enfermedad inflamatoria pélvica;
  7. Puede ser utilizada para ayudar a controlar los síntomas de la endometriosis;
  8. Al ser inyectable, los problemas gastrointestinales como la diarrea o los vómitos no afectan su eficacia;
  9. Puede ser una opción para mujeres que olvidan tomar las pastillas, tienen dificultades para hacerlo o experimentan muchos efectos secundarios de los anticonceptivos orales.

Esta inyección anticonceptiva trimestral también es una buena opción para mujeres con anemia falciforme o que padecen de epilepsia o crisis epilépticas, ya que el estrógeno de las píldoras combinadas puede disminuir la eficacia de los medicamentos que tratan la epilepsia.

La inyección anticonceptiva trimestral debe administrarse con la indicación del ginecólogo, de manera individualizada y después de evaluar el estado de salud en general.

Cómo se debe usar

La administración del anticonceptivo inyectable trimestral debe ser realizada por un profesional de la salud, por vía intramuscular, es decir, aplicada directamente en el músculo glúteo.

Para comenzar a usar la inyección anticonceptiva trimestral, se debe considerar si la mujer ya utilizaba otro método anticonceptivo hormonal o si está en el período posparto, y las recomendaciones son las siguientes:

  • Cuando no se ha utilizado ningún otro anticonceptivo hormonal anteriormente: la primera inyección debe aplicarse hasta el quinto día del ciclo menstrual, que equivale al quinto día después del primer día de menstruación, teniendo un efecto inmediato. Sin embargo, se recomienda usar preservativo durante las primeras dos semanas para evitar un embarazo no deseado;
  • Después del parto, si la mujer no está amamantando: la primera inyección debe aplicarse en los primeros cinco días después del parto;
  • Después del parto, si la mujer está amamantando exclusivamente: la primera inyección debe aplicarse solo a partir de la sexta semana después del parto;
  • Cambio del anticonceptivo oral (píldora), anillo vaginal o parche a la inyección trimestral: la primera dosis de la inyección debe administrarse al día siguiente o hasta 7 días después de tomar la última píldora, retirar el anillo vaginal o el parche, según lo indique el ginecólogo.

En el caso del acetato de medroxiprogesterona, después de 12 a 13 semanas, con un intervalo máximo de 13 semanas (o 91 días), la mujer deberá recibir otra dosis de la inyección, independientemente de si ha habido o no sangrado. De esta manera, se pueden mantener los niveles hormonales para garantizar el efecto anticonceptivo.

En el caso del acetato de noretisterona, las inyecciones siguientes se administran a intervalos de 8 semanas, y posteriormente debe administrarse una inyección cada 12 semanas (84 días).

Si el intervalo entre las inyecciones es superior al indicado, no habrá una cobertura anticonceptiva adecuada a partir de la 13º semana y en consecuencia se le debe aconsejar a la mujer que utilice medidas anticonceptivas adicionales.

Es importante destacar que la inyección anticonceptiva trimestral no previene las infecciones de transmisión sexual (ITS), por lo que siempre es importante usar preservativo en todas las relaciones sexuales. Conozca más síntomas de ITS en mujeres.

¿Qué hacer si olvidas tomar la inyección?

Si la mujer olvida tomar la próxima inyección y ya han pasado 91 días, debe realizar una prueba de embarazo mediante un análisis de sangre.

Si la mujer no está embarazada, debe hablar con el médico, quien decidirá la fecha de la próxima inyección; sin embargo, la mujer debe usar preservativo durante el período de tiempo indicado por el médico.

Sin embargo, si se confirma el embarazo, no se debe administrar la inyección anticonceptiva trimestral.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el uso de la inyección trimestral son nerviosismo, dolor de cabeza, dolor y malestar abdominal, aumento de peso y sensibilidad mamaria.

Además, también pueden ocurrir depresión, disminución del deseo sexual, mareos, náuseas, distensión abdominal, pérdida de cabello, acné, erupciones cutáneas, dolor de espalda, flujo vaginal, sensibilidad mamaria, retención de líquidos y debilidad.

Contraindicaciones

La inyección anticonceptiva trimestral no se recomienda en algunas situaciones, como por ejemplo:

  • Embarazo o sospecha de embarazo;
  • Hipersensibilidad conocida al acetato de medroxiprogesterona o a cualquier componente de la fórmula;
  • Sangrado vaginal de causa no diagnosticada;
  • Sospecha o confirmación de cáncer de mama;
  • Alteraciones graves de la función del hígado;
  • Tromboflebitis activa o historial actual o previo de trastornos tromboembólicos o cerebrovasculares;
  • Historial de aborto retenido.

Por lo tanto, si la mujer se encuentra en alguna de estas situaciones, es importante que consulte con su ginecólogo para que se realice una evaluación y se pueda indicar el mejor método anticonceptivo. Conozca algunos métodos anticonceptivos y sus ventajas, desventajas.