Homocisteína: qué es, valores de referencia y cuándo está baja o alta

Actualizado en febrero 2023

La homocisteína es un aminoácido presente en el plasma de la sangre el cual está relacionado con el surgimiento de enfermedades cardiovasculares, como ACV, enfermedad coronaria o infarto cardíaco, por ejemplo, ya que los niveles elevados pueden causar alteraciones en los vasos sanguíneos.

Normalmente, el cardiólogo o el médico general pueden solicitar un examen de homocisteína para observar la cantidad de este aminoácido en la sangre, avaluando la necesidad de iniciar un tratamiento para prevenir los problemas cardiovasculares referidos anteriormente, en caso de que el valor se encuentre elevado. 

Los valores normales de homocisteína en los exámenes de sangre deben permanecer por debajo de 15  µmol/L, sin embargo este valor puede variar un poco dependiendo del laboratorio que realice el análisis. 

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Valores de referencia

Los valores normales de referencia pueden variar entre laboratorios, sin embargo, normalmente la cantidad de homocisteína en la sangre es considerada normal cuando se encuentra entre 5 y 15 µmol/L. Valores por arriba de este normalmente representan mayor riego cardiovascular, ya que la homocisteína puede conducir a alteraciones en los vasos sanguíneos y favorecer la agregación plaquetaria, llevando a la formación de trombos. 

Para evaluar el riesgo cardiovascular, los valores de referencia usualmente son:

  • Riesgo bajo de enfermedad cardiovascular: entre 15 e 30 µmol/L;
  • Riesgo intermedio de enfermedad  cardiovascular: 30 e 100 µmol/L;
  • Riesgo elevado de enfermedad cardiovascular: mayor de 100 µmol/L.

De acuerdo con la concentración de homocisteína en la sangre, el médico puede iniciar el mejor tratamiento. Valores por debajo del valor de referencia también deben ser tratados, ya que puede resultar en la fallo del sistema inmunológico y de respuesta ante el estrés oxidativo, pudiendo llevar a la muerte de células y a efectos tóxicos en el organismo.

Algunos medicamentos pueden interferir en el resultado del examen, aumentando los niveles de homocisteína en la sangre. Por eso, es importante informar en el laboratorio si está bajo tratamiento con algún medicamento para que e tome en consideración al momento del análisis. 

Homocisteína baja

El valor de homocisteína baja puede presentarse principalmente debido al suplemento con vitamina B o ácido fólico, especialmente en el embarazo, ya que estas sustancia disminuyen la concentración de homocisteína en la sangre.

Normalmente los valores ligeramente por debajo del valor de referencia no tienen mucho valor clínico; sin embargo, cuando existen niveles de concentración de homocisteína muy bajo puede conllevar a daños en el organismo, ya que hay disminución en la producción de antioxidantes, haciendo que las sustancias tóxicas queden acumuladas en el organismo.

Cuando el valor de la homocisteína se encuentra muy por debajo se su valor normal y sin razón aparente, se recomienda acudir al médico para que evalúe el problema, ya que puede ser señal de una baja producción de este aminoácido. 

Qué hacer: cuando se sabe la causa de la disminución de la homocisteína, como el suplemento de la vitamina B o ácido fólico, por ejemplo, el médico normalmente recomienda la interrupción o cambios en la medición del suplemento hasta que la concentración de homocisteína regrese a la normalidad. 

En otras situaciones, puede recomendarse cambios en la dieta, como consumir menos alimentos ricos en vitamina B6 y B12, como pescados, banana, aguacate y vegetales, como folato, frijol, espinacas, lentejas, por ejemplo. Vea más alimentos ricos en vitamina B

Homocisteína elevada

La homocisteína alta es provocada por el consumo excesivo de proteínas, principalmente de la carde roja, la cual puede producir lesiones en las paredes de los vasos sanguíneos, llevando al surgimiento de enfermedades cardiovasculares. 

El aumento de homocisteína en la sangre también puede suceder debido a:

  • Alteraciones genéticas que pueden interferir en el metabolismo de la homocisteína, como la mutación del metileno;
  • Baja ingesta de alimentos con vitamina B6, B12 o ácido fólico;
  • Alteraciones de la tiroides;
  • Enfermedad renal;
  • Uso de algunos medicamentos;
  • Tabaquismo;
  • Infección por SARS-CoV-2, en los casos más graves.

Siempre que se confirme el aumento de los niveles de homocisteína, es importante consultar al médico, ya que los valores aumentados de ese aminoácido está relacionado con mayor riesgo de trombosis, lo cual puede poner la vida en riesgo, por lo que la homocisteína aumentada puede actuar directamente en los vasos sanguíneos y activar las plaquetas y los factores de coagulación, produciendo un trombo. Vea qué es la trombosis y cómo es el tratamiento

De esta forma, para evaluar el riesgo de trombosis, el médico normalmente solicita, además de la medición de homocisteína en la sangre, la medición de los factores de coagulación, niveles de plaquetas y dímero D, además de la investigación de la mutación del metileno, medición de la vitaminas y hormonas tiroideas para evaluar la causa del aumento de la homocisteína.

Cómo disminuir la homocisteína

El tratamiento para disminuir la homocisteína debe ser indicado por el médico en conjunto con el nutricionista, ya que de esta manera es posible definir la mejor estrategia para disminuir los niveles de este aminoácido en sangre según su causa.

Por lo que se pueden recomendar cambios en la dieta, como un mayor consumo de alimentos ricos en ácido fólico y vitaminas B6 y B12 como: frijoles, brócoli, espinacas, frutos secos, plátanos y pescado a la plancha, por ejemplo; además de evitar consumo de carnes rojas y mariscos.

Es importante que estos alimentos se consuman de acuerdo a la recomendación del nutricionista, pues si se consumen en grandes cantidades, la concentración de homocisteína en la sangre puede elevarse y aumentar el riesgo de complicaciones, principalmente relacionadas con el sistema cardiovascular.

En algunos casos, cuando la comida no es suficiente para reducir la homocisteína, el médico también puede recetar el uso de suplementos nutricionales que contengan ácido fólico, vitamina B12, taurina o betaína para ayudar a disminuir la cantidad de este aminoácido en la sangre.