Fobia social: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en noviembre 2022

La fobia social, también denominada trastorno de ansiedad social, es un trastorno psicológico en el que la persona experimenta una excesiva ansiedad o miedo a situaciones en la podría ser evaluado de forma negativa por su desempeño o por lo que dirán o pensarán los demás sobre ella, como en una reunión con gente desconocida, comer frente a otros, tener una entrevista de trabajo o dar una conferencia, por ejemplo. 

Este trastorno puede presentarse en situaciones específicas, como subirse a un escenario, o generales, como conversaciones o comer en público, por lo que la persona evita este tipos de situaciones, llegando a afectar su vida social, familiar y laboral. Suele aparecer en la niñez o adolescencia y es más común en mujeres que en hombres.

El tratamiento de la fobia social se realiza con psicoterapia con técnicas cognitivo-conductuales, como la de exposición. Asimismo, el psiquiatra puede prescribir medicamentos como alprazolam, paroxetina o propanolol para disminuir los síntomas de ansiedad.

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Principales síntomas

Los síntomas de la fobia social incluyen:

  • Miedo o ansiedad intensa a situaciones en que la persona puede estar expuesta a críticas;
  • Evitar la mayoría de situaciones en las que haya muchas personas;
  • Miedo a ser ridiculizado;
  • Sudoración;
  • Palpitaciones
  • Temblores;
  • Sensación de falta de aire;
  • Dificultad para hablar;
  • Náuseas;
  • Mareos.

Estos síntomas también pueden presentarse en niños, habiendo además llanto, rabietas o quedarse paralizados, por ejemplo. Por lo que es importante estar atento a cualquier signo que pueda indicar fobia social para que pueda recibir atención psicológica lo antes posible y pueda desarrollar herramientas que lo ayuden a afrontar las situaciones estresantes. 

¿Fobia social o timidez?

La fobia social y la timidez son condiciones diferentes. La fobia social es un trastorno de ansiedad que provoca síntomas físicos y emocionales intensos y constantes, dando lugar a sentimientos de incertidumbre y angustia, miedo al rechazo y juicio negativo por parte de otras personas, afectando la calidad de vida, la autoestima, las relaciones personales y laborales, lo que puede conducir al aislamiento social.

Por otro lado, la timidez es una respuesta conductual ante situaciones sociales que pueden resultar incómodas para la persona, pero que no interfieren en la calidad de vida, y no se considera un problema de salud ni un trastorno psicológico. La persona tímida puede tener una vida social activa y sentirse motivada para encontrar formas de superar la timidez y actuar en diferentes interacciones sociales cuando sea necesario.

Causas de la fobia social

La causa principal de la fobia social no está totalmente clara, sin embargo se han identificado algunos factores que predisponen a una persona a desarrollar fobia social, como:

  • Experiencia pasada traumatizante en público;
  • Antecedentes familiares;
  • Maltrato infantil;
  • Falta de habilidades sociales;
  • Experiencias negativas en situaciones sociales (burla, ridiculización, rechazo);
  • Cambios de trabajo, casa o de escuela.

Estas situaciones disminuyen la confianza de la persona y producen una fuerte sensación de inseguridad, haciendo que la misma dude de sus propias capacidades de desempeñar cualquier función en público. Conozca otros tipos de fobia.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la fobia social generalmente es indicado por un psicólogo y es iniciado con terapia cognitivo-conductual en que la persona aprende a controlar los síntomas de la ansiedad; desafiar los pensamientos que le causan ansiedad, sustituyéndolos por pensamientos adecuados y positivos; enfrentar situaciones de la vida real para superar sus miedos, y practicar sus habilidades sociales en grupo. 

No obstante, cuando la terapia no es suficiente, el psicólogo puede remitir a la persona a un psiquiatra, el cual puede recetar medicamentos ansiolíticos o antidepresivos, con la finalidad de ayudar a obtener mejores resultados. Sin embargo, lo ideal siempre es intentar la terapia con el psicólogo antes de optar por el uso de medicamentos.