Fascitis plantar: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Actualizado en octubre 2023

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia del pie, un tejido localizado en la planta del pie, que se extiende desde el talón hasta los dedos. La fascitis normalmente causa dolor intenso en la planta del pie y sensación de ardor y molestias en el talón, especialmente al despertarse.

La fascia plantar es responsable por dar soporte al arco del pie y absorber el impacto al pisar, razón por la cual la fascitis plantar es más común luego de carreras de larga distancia o el uso inadecuado de zapatos deportivos. Asimismo, también puede ocurrir en personas que tienen el pie plano, por ejemplo.

El tratamiento de la fascitis plantar es realizado por el traumatólogo, el cual puede indicar el uso de medicamentos antiinflamatorios, plantillas ortopédicas, fisioterapia y, en los casos más graves, cirugía.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la fascitis plantar incluyen:

  • Dolor en el centro del talón, el cual empeora por las mañanas al pisar el suelo;
  • Dolor que empeora al estar mucho tiempo de pie;
  • Sensación de ardor en la planta del pie;
  • Sensación de "arena" al presionar la planta del pie.

Los síntomas de la fascitis plantar están relacionados con el engrosamiento de la fascia debido a una inflamación y la presencia de fibrosis y calcificación en este tejido.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la fascitis plantar es realizado por el traumatólogo mediante la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud y examen físico del pie.

Además, el médico puede solicitar un examen de radiografía o resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones con síntomas semejantes, como fractura por estrés o síndrome del túnel tarsiano, por ejemplo. 

Causas de la fascitis plantar

La fascitis plantar es causada por esfuerzos repetitivos o tensión excesiva de la fascia plantar que dan como resultado microtraumas, ocasionando el surgimiento de los síntomas. 

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollo de la fascitis plantar, tales como:

  • Edad, siendo más común luego de los 40 años;
  • Pie plano o pie cavo;
  • Limitación de los movimientos del tobillo;
  • Deportes, como carreras de larga distancia, saltos, ballet o danza aeróbica;
  • Uso de zapatos deportivos no adecuados para correr;
  • Exceso de peso u obesidad;
  • Atrofia del talón. 

La combinación de estos factores puede contribuir a la inflamación de la fascia plantar, que si no es tratada puede ocasionar dolor intenso, dificultando las actividades diarias. Conozca otras causas del dolor en la planta del pie.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la fascitis plantar debe ser indicado por el traumatólogo, y tiene como objetivo desinflamar la fascia plantar y aliviar los síntomas.

De esta forma, los principales tratamientos para la fascitis plantar que pueden ser indicados por el médico incluyen:

  • Compresas de hielo, aplicadas durante 15 minutos en la planta del pie, 2 veces al día;
  • Antiinflamatorios no esteroideos, en forma de comprimidos o pomadas, como ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco dietilamonio;
  • Plantillas ortopédicas o férulas nocturnas;
  • Fisioterapia, con ejercicios de estiramiento para la fascia plantar o uso de dispositivos, como ultrasonido y ondas de choque, por ejemplo;
  • Inyección de corticosteroides, realizada por el médico directamente en la fascia plantar, en ciertos casos.

Además, en los casos más graves, donde el dolor es intenso y no mejora con otros tratamientos, el médico puede recomendar cirugía. Vea más sobre el tratamiento para fascitis plantar.

¿La fascitis plantar tiene cura?

En la mayor parte de los casos, la fascitis plantar tiene cura cuando es realizado el tratamiento según las recomendaciones médicas.

Sin embargo, el tratamiento generalmente es lento, pudiendo tomar de 6 a 12 meses para lograr el alivio de los síntomas.

Cómo prevenir

Para prevenir el surgimiento de la fascitis plantar, se recomienda:

  • Si la persona tiene sobrepeso, hacer una dieta y practicar ejercicio para adelgazar y llegar al peso ideal;
  • Utilizar zapatos cómodos que apoyen adecuadamente los pies, evitando el uso de zapatos duros;
  • Hacer otro deporte, de ser necesario, optando por actividades de bajo impacto, como ciclismo o natación;
  • Hacer estiramientos del pie antes y después de hacer ejercicio.

Asimismo, se deben usar zapatos adecuados para correr, de acuerdo con el tipo de pisada, y evitar usar zapatos deportivos durante mucho tiempo. Esto debido a que normalmente se recomienda el uso de zapatos deportivos para correr solo por 600 km, debiendo ser sustituidos después de este período; sin embargo, es posible utilizar esos zapatos para el día a día, estando contraindicados en los entrenamientos y en los eventos de carrera.

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