Esporotricosis: síntomas, tipos y tratamiento

Actualizado en junio 2023

La esporotricosis es una enfermedad infecciosa causada por el hongo Sporothrix schenckii, el cual puede encontrarse de forma natural en el suelo y en las plantas. La infección por el hongo ocurre cuando este microorganismo logra entrar en el cuerpo por medio de una herida presente en la piel, formando pequeñas heridas o bultos rojizos semejantes a una picada de mosquito. 

Esta enfermedad puede ocurrir tanto en humanos como en animales, siendo los gatos los más afectados. De esta manera, la esporotricosis en humanos también puede transmitirse por medio de arañazos o mordidas de gatos, principalmente, callejeros. 

Por esta razón, si se sospecha de haberse contagiado de esta enfermedad después de haber entrado en contacto con un gato, es muy importante acudir al médico general o al infectólogo para realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento. 

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Principales síntomas

Los primeros síntomas de esporotricosis son:

  • Surgimiento de lesiones ulceradas con pus;
  • Herida o bulto que crece a lo largo de una semana;
  • Heridas que no cicatrizan;
  • Tos, falta de aire, dolor al respirar y fiebre, cuando el hongo afecta a los pulmones. 

Esta enfermedad infecciosa puede surgir alrededor de 7 a 30 días después del contacto con el hongo, siendo el primer signo de infección el surgimiento de un pequeño bulto doloroso y enrojecido en la piel, semejante a una picada de mosquito.

Es importante que el tratamiento sea iniciado de forma rápida para evitar complicaciones tanto respiratorias como articulares, como hinchazón, dolor en los miembros y dificultad para realizar los movimientos, por ejemplo. 

Causa de la esporotricosis

La esporotricosis es causada por hongos del género Sporothrix. Inicialmente, se creía que solo la especie Sporothrix schenckii era capaz de causar la enfermedad, sin embargo, ya hay reportes de esporotricosis por Sporothrix brasiliensis, que afecta principalmente a los gatos pero puede transmitirse a las personas.

Tipos de esporotricosis

La esporotricosis puede clasificarse en 3 tipos, según el lugar donde surgen los síntomas, estos son: 

  • Esporotricosis cutánea: es el tipo más común de esporotricosis humana y afecta a la piel, principalmente de manos y brazos;
  • Esporotricosis pulmonar: es inusual, pero puede ocurrir cuando se respira el hongo a través del polvo;
  • Esporotricosis diseminada: ocurre cuando no se lleva a cabo el tratamiento adecuado y la enfermedad se disemina para otras zonas, como huesos y articulaciones, siendo más común en personas que poseen el sistema inmunológico comprometido. 

En la mayor parte de los casos, el tratamiento de esporotricosis es fácil, siendo necesario únicamente tomar un antimicótico durante el tiempo recomendado por el médico.

Cómo confirmar el diagnóstico

La infección por esporotricosis en la piel generalmente es identificada a través de una biopsia de una pequeña muestra del tejido del bulto que surge en la piel. No obstante, en caso de que la infección esté en otra región del cuerpo, es necesario realizar un examen de sangre para identificar la presencia del hongo en el cuerpo o un análisis microbiológico de la lesión que la persona posee. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la esporotricosis humana debe ser realizado de acuerdo a la orientación del médico, siendo normalmente indicado el uso de medicamentos antimicóticos, como el Itraconazol, durante 3 a 6 meses.

En el caso de esporotricosis diseminada, que es cuando otros órganos son afectados por el hongo, puede ser necesario el uso de otro antimicótico, como la Anfotericina B, la cual debe utilizarse durante 1 año aproximadamente o de acuerdo a las indicaciones del médico. 

Es importante que el tratamiento no sea interrumpido sin indicación del médico, incluso con la desaparición de los síntomas, pues esto puede favorecer al desarrollo de los mecanismos de resistencia de los hongos y, de esta forma, tornar más complicado el tratamiento de la enfermedad.