7 enfermedades que transmiten los gatos (y cómo prevenirlas)

Actualizado en abril 2024

Algunas enfermedades que transmiten los gatos hacia las personas son alergias, micosis en la piel, toxoplasmosis y esporotricosis, por ejemplo. Así como cualquier otro animal doméstico, estos pueden ser reservorios de parásitos, hongos, bacterias y virus, principalmente cuando se tiene contacto con sus heces, saliva, orina o pelo. 

Para evitar las enfermedades causadas por gatos u otros animales domésticos es importante consultar al veterinario de forma regular, para garantizar la salud de su mascota, ayudando a identificar y tratar a tiempo alguna enfermedad que pueda presentar y para mantener al día la desparacitación y la vacunación.

Además, también es importante tener cuidado al limpiar la caja de arena de su gato, debiendo siempre lavarse muy bien las manos luego de manipularla.

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Principales enfermedades

Las principales enfermedades que pueden ser transmitidas por los gatos son:

1. Alergia respiratoria

El pelo de los gatos es una de las principales causas de alergia respiratoria, desencadenando una serie de síntomas como estornudos, hinchazón de los párpados de los ojos y problemas respiratorios, incluyendo asma en algunas personas.

Por este motivo, se recomienda que las personas que padezcan de alergia a los gatos eviten tener contacto con ellos, así como tenerlos en casa, o también es posible adoptar alguna raza que no sea alérgica. Vea qué razas de gatos no causan alergia

2. Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Toxoplasma gondii que posee como a los gatos no tratados huésped definitivo, y a las personas como intermediario. La transmisión se produce por medio de la inhalación o ingesta de la forma infectante de este parásito, lo cual puede ser a través del contacto con heces de gatos infectados sin las debidas medidas de protección o por medio de la ingesta de ooquistes del parásito presentes en el suelo o arena.

Los primeros signos y síntomas surgen 10 a 20 días después del contagio, siendo los principales: dolor de cabeza, aumento de los ganglios linfáticos en el cuello, manchas rojas en el cuerpo, fiebre y dolor muscular.

Cuando una embarazada se infecta durante la gestación, es importante que el tratamiento se inicie lo más pronto posible, ya que este parásito puede atravesar la placenta e infectar al bebé, pudiendo causar malformaciones.

Por lo tanto, es importante tener cuidado al manipular la caja de arena debiendo utilizar guantes o una bolsa de plástico pequeña y luego arrojar las heces y restos de orina en la basura. Estas medidas deben tomarse independientemente de si el gato está enfermo o no, ya que el animal puede estar infectado sin mostrar ningún signo o síntoma. Vea más sobre la toxoplasmosis.

3. Hongos en la piel

Los hongos en la piel pueden ocurrir a través del contacto directo con gatos que viven en la calle o que son "libres" y están en contacto con otros gatos. Esto ocurre debido a que al estar más tiempo expuestos al ambiente, hay más probabilidades de adquirir hongos y transmitírselo a las personas. Para evitar desarrollar algún tipo de micosis se debe evitar el contacto con gatos que no se encuentren debidamente tratados.

En caso de adquirir micosis, debe acudir a un dermatólogo para realizar el tratamiento más adecuado, el cual por lo general indica el uso de antifúngicos tópicos como el ketoconazol.

4. Enfermedad del arañazo de gato

Cuando el gato araña la piel humana puede transmitir una bacteria llamada Bartonella henselae, la cual puede penetrar el organismo y causar una infección en la piel, principalmente en aquellas personas que poseen el sistema inmune comprometido o realizan tratamientos con inmunosupresores, como es el caso del VIH/SIDA, cáncer y post trasplantados.

Esto muy rara vez ocurre en personas que están bien de salud, sin embargo para prevenirlo se aconseja mantener distancia de los gatos que suelen ser ariscos o que muerden o arañan a las personas. También es importante evitar hacer juegos que al gato no le guste, para evitar se mordido o arañado.

Además, para evitar el riesgo de transmisión, es importante mantener las vacunas del gato al día y, si ha sido arañado, se recomienda acudir a un centro de salud para poder tomar las medidas necesarias. Conozca más sobre la enfermedad del arañazo de gato.

5. Esporotricosis

La esporotricosis puede transmitirse a través de la mordida o arañazo de un gato contagiado con el hongo que causa esta enfermedad, el Sporothrix schenckii. Su tratamiento puede realizarse con el uso de antifúngicos como Tioconazol, bajo orientación médica. Cuando el animal tiene esta enfermedad es normal que surjan heridas que no cicatrizan en su piel y cuanto más avanzada esté la enfermedad más heridas pueden surgir.

Este hongo puede ser transmitido de un gato a otro durante una pelea, cuando se arañan o se muerden, y la única forma de controlar esta enfermedad es con el uso de medicamentos recetados por el veterinario. Para que la personas se protejan debe mantener la distancia de los animales heridos y si su gato está así, debe tratarlo utilizando guantes de goma bien gruesos, además de seguir todo el tratamiento indicado por el veterinario para salvar la vida del animal.

Si la persona fue arañada o mordida debe acudir al médico para que le indique el tratamiento más adecuado. Vea en qué consiste el tratamiento para la esporotricosis.

6. Síndrome de larva migrans visceral

El síndrome de la larva migrans visceral, también llamada toxocariasis humana, es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Toxocara cati que puede encontrarse frecuentemente en los animales domésticos. Esta enfermedad es transmitida por medio de la ingestión de los huevos de este parásito presentes en las heces del gato infectado.

Como el Toxocara cati es poco adaptado al organismo humano, el parásito se traslada hacia varias regiones del organismo, pudiendo afectar el intestino, hígado, corazón o pulmones, causando una serie de complicaciones en la persona.

Para evitar contagiarse con este síndrome, se debe desparasitar al gato periódicamente, así como recoger las heces de forma correcta.

7. Anquilostomiasis

La anquilostomiasis es una enfermedad causada por el parásito Ancylostoma duodenale o Necator americanus que penetra la piel de la persona y puede causar una hemorragia hepática, tos, fiebre, anemia, pérdida de apetito y fatiga. Vea qué es y qué síntomas ocasiona la anquilostomiasis.

Para protegerse la persona debe evitar andar descalzo en casa y en el jardín donde el gato tiene acceso y puede realizar sus necesidades. Además de esto, lo más seguro es desparasitar al animal y que el tenga una bandeja con arena propia de gato para que pueda hacer sus necesidades siempre en el mismo lugar, de forma más higiénica.

Además de estos cuidados, también es necesario que el animal sea vacunado y que vaya al veterinario por lo menos 1 vez por año, para que sea evaluada su salud y garantizar que la vida de su gatico sea saludable y a su vez la de toda su familia.

Cómo prevenir el contagio estas enfermedades

Algunos consejos para prevenir contagiarse con alguna enfermedad transmitida por un gato son:

  • Llevar el gato al veterinario con regularidad, para que realicen un check-up anual, sea vacunado y desparasitado interna y externamente;
  • Lavarse las manos con agua y con jabón siempre después de tocar o jugar con el gato;
  • Tener cuidado al manipular las heces del gato, utilizando unos guantes o una bolsa de plástico para recogerlas, para luego depositar la bolsa en la basura debidamente cerrada o botarlas en el inodoro;
  • Cambiar la arena del gato regularmente;
  • Limpiar los sitios donde el gato tiene el hábito de acostarse.

A pesar de que no es recomendado por los veterinarios bañar a los gatos, es importante mantenerlos limpios, principalmente si tienen el hábito de salir de casa, ya que pueden entrar en contacto con microorganismo responsables de enfermedades que pueden transmitirse a las personas.