La dieta astringente es un tipo de alimentación recomendada cuando se presentan molestias digestivas como diarrea, gastroenteritis o malestares intestinales. Su objetivo principal es ayudar a disminuir la irritación del intestino y mejorar la consistencia de las heces, facilitando así la recuperación del sistema digestivo.
Este tipo de dieta se basa en consumir alimentos suaves, bajos en fibra y fáciles de digerir, que no estimulen demasiado el tránsito intestinal. Es una estrategia temporal que puede ser útil tanto para adultos como para niños, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Es importante recordar que la dieta astringente no debe mantenerse por mucho tiempo, ya que podría limitar la variedad de nutrientes necesarios para el organismo. Por eso, se recomienda volver a la alimentación habitual tan pronto como los síntomas mejoren y siempre consultar con un especialista antes de iniciar cualquier cambio en la dieta.
Alimentos permitidos
Los alimentos permitidos en la dieta astringente son:
- Arroz, pasta y pan blanco;
- Pescado blanco, pollo y pavo sin piel ni grasa, cocido o hervido;
- Zanahoria, calabacín, berenjena cocida, sin cáscara y sin semillas;
- Papa o calabaza cocida sin piel;
- Plátano verde, guayaba, manzana y pera cocida o en puré, sin cáscara y sin semillas;
- Galletas tipo maría o saladas;
- Caldos desgrasados o sopas de vegetales;
- Yogur natural bajo en grasa (si hay tolerancia a la lactosa);
- Agua, suero oral e infusiones como manzanilla o toronjil. Vea cómo preparar suero casero.
En la dieta astringente, se recomiendan alimentos que sean fáciles de digerir y que ayuden a controlar la diarrea.
Lea también: 6 alimentos que puede comer una persona con diarrea tuasaude.com/es/alimentos-para-tratar-la-diarreaPor cuánto tiempo se debe hacer la dieta
La dieta astringente debe realizarse durante el período en el que se mantenga la diarrea o el malestar estomacal.
Es importante no mantenerla por mucho tiempo, sin indicación médica o nutricional, ya que podría limitar la variedad de nutrientes necesarios para el organismo.
Alimentos a evitar
Los alimentos que se deben evitar en la dieta astringente son:
- Frutas y verduras crudas, especialmente con cáscara o semillas;
- Legumbres y granos integrales;
- Alimentos fritos, grasos o muy condimentados;
- Lácteos enteros o no fermentados (excepto yogur si hay tolerancia);
- Embutidos, carnes procesadas, carnes rojas grasas;
- Bebidas azucaradas, jugos industriales, café, alcohol;
- Dulces, chocolates, postres con crema o frutos secos;
- Frutas cítricas y jugo de naranja;
- Frijoles, brócoli, col, cebolla y ajo.
Evitar estos alimentos ayuda a reducir la irritación intestinal y favorece una mejor recuperación, evitando que los síntomas empeoren.
Menú ejemplo de dieta astringente
En la tabla a continuación se indica un menú ejemplo de 3 días de una dieta astringente:
Este es solo un menú ejemplo, se recomienda acudir a un nutricionista para que realice una evaluación nutricional individualizada y adapte el plan de alimentación según sus necesidades.
Lea también: Qué comer cuando tienes diarrea tuasaude.com/es/que-comer-con-diarreaDieta astringente en niños
En el caso de los niños, la dieta astringente debe adaptarse a su edad y necesidades nutricionales. Es fundamental no suspender la alimentación ni la lactancia materna durante los episodios de diarrea.
Si el niño consume fórmula infantil, lo ideal es mantener la habitual. No obstante, en algunos casos específicos, el pediatra puede recomendar una fórmula sin lactosa temporal mientras persista la diarrea.
Es importante asegurar una buena hidratación mediante soluciones de rehidratación oral. A partir de los 6 meses de edad, se pueden ofrecer alimentos suaves y fáciles de digerir, como arroz, papa, zanahoria, manzana o pollo cocido.
Los alimentos con efecto astringente pueden incluirse en pequeñas porciones y con frecuencia a lo largo del día. Se debe evitar el ayuno prolongado y restringir únicamente aquellos alimentos que resulten irritantes o difíciles de digerir.
La dieta astringente puede contribuir a mejorar la consistencia de las heces y a reducir la frecuencia de las evacuaciones. Sin embargo, no debe mantenerse más tiempo del necesario, ya que podría aumentar el riesgo de desnutrición. Ante cualquier cambio en la alimentación del niño, siempre se recomienda consultar con un pediatra o nutricionista.