Traqueostomía: qué es, para qué sirve y cuidados

Actualizado en octubre 2021

La traqueostomía consiste en un pequeño orificio que es realizado en la garganta, sobre la región de la tráquea, donde es introducido un tubo para facilitar la entrada de aire en los pulmones cuando la vía normal de respiración tiene algún bloqueo o existe una reducción del paso de aire. En ciertos casos, el tubo de la traqueostomía puede estar conectado a una máquina para suministro de oxígeno.

Generalmente, la traqueostomía es realizada en el hospital por el médico y es indicada en los casos de tumor en la garganta, parálisis debido a problemas neurológicos, lesión traumática en el rostro o el cuello, reacciones anafilácticas o infección grave por el COVID-19, por ejemplo, pudiendo ser mantenida apenas durante unos días o por toda la vida, dependiendo de la causa. 

En caso de que sea necesario mantener la traqueostomía por mucho tiempo, es importante saber realizar los cuidados correctamente para evitar complicaciones graves como asfixia o incluso una infección pulmonar. Este procedimiento puede ser llevado a cabo por un cuidador, cuando la persona se encuentra postrada en cama, o por el propio individuo, cuando este se siente capaz de hacerlo. 

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Para qué sirve

La traqueostomía es indicada para facilitar la entrada de aire en los pulmones o para suministrar oxígeno, ayudando a mantener la respiración y las vías aéreas abiertas, y normalmente está indicada en las siguientes situaciones:

  • Malformaciones congénitas de la laringe;
  • Presencia de cuerpo extraño en las vías respiratorias superiores;
  • Traumatismo o preparación para cirugías de la cabeza y cuello;
  • Cáncer de garganta, laringe, faringe o de la parte superior de la tráquea;
  • Parálisis de las cuerdas vocales;
  • Intubación orotraqueal prolongada, generalmente más de 1 o 2 semanas;
  • Edema de glotis debido a quemaduras, infecciones o reacción anafiláctica;
  • Síndrome de apnea obstructiva del sueño. 

Asimismo, la traqueostomía también puede ser indicada para aspirar y limpiar las vías aéreas en los casos de parálisis o problemas neurológicos que dificulten el reflejo de la tos y la eliminación del moco de la garganta o tráquea. 

La traqueostomía puede incluso ser indicada en personas hospitalizadas con infección grave por el COVID-19, utilizando ventilación mecánica. 

Vea cómo es realizado el tratamiento para el COVID-19

¿Cómo se realiza la traqueostomía?

La traqueostomía se realiza por medio de una intervención quirúrgica con anestesia general, aunque en algunos casos puede ser con anestesia local, dependiendo de la dificultad y la duración del procedimiento.

Posteriormente, se realiza un pequeño corte en la garganta para exponer la tráquea y otro en el cartílago de la tráquea, para permitir el paso del tubo de traqueostomía. Al final, en una primera fase o en caso de que la persona sólo necesite una traqueostomía durante su estancia en el hospital, pueden ser conectadas máquinas para ayudarlo a respirar.

Aunque la persona puede ir a casa con una traqueostomía, este procedimiento está más indicado en personas con problemas más graves que necesitan permanecer internadas por mucho tiempo en la UCI, por ejemplo. 

Cuidados de la traqueostomía

Para evitar el riesgo de complicaciones graves, es importante mantener el tubo de la traqueostomía, conocido como cánula, siempre limpio y sin secreciones, así como cambiar todos los componentes de acuerdo con las orientaciones del médico. 

Además, es esencial observar si hay enrojecimiento, hinchazón o liberación de algún tipo de líquido en el lugar de la traqueostomía, ya que, en caso de presentar estos signos, puede ser indicativo de una infección, la cual debe ser informada al médico de inmediato. 

1. ¿Cómo mantener la cánula limpia?

Para mantener la cánula de la traqueostomía limpia y sin secreciones que puedan provocar asfixia o infecciones, se debe procurar:

  1. Utilizar guantes limpios;
  2. Retirar la cánula interior y colocarla en un recipiente con agua y jabón durante 5 minutos;
  3. Aspirar el interior de la cánula externa con un aspirador de secreciones. En caso de no tener un aspirador de secreciones, se puede inyectar 2 mL de suero fisiológico en el interior de la cánula externa, provocando tos, lo que ayuda a retirar las secreciones acumuladas en la vía aérea;
  4. Colocar una cánula interior limpia y esterilizada;
  5. Fregar la cánula interna sucia que fue retirada, por dentro y por fuera, utilizando una esponja o una escobilla;
  6. Colocar la cánula sucia en agua hirviendo alrededor de 10 minutos;
  7. Secar la cánula con compresas estériles y guardarla en un recipiente desinfectado con alcohol para utilizarla en el próximo recambio. 

La cánula exterior de la traqueostomía debe ser cambiada sólo por un profesional de la salud, ya que hay un gran riesgo de que el orificio de la traqueostomía se cierre y provoque asfixia. Por ello, se debe acudir al hospital al menos 1 vez a la semana para cambiar todo el equipo de traqueostomía, o de acuerdo con las indicaciones del médico. 

2. Cómo cambiar la superficie acolchada 

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La superficie acolchada de la traqueostomía, que protege el contacto del tubo directamente con la piel, debe cambiarse siempre que esté sucia o mojada. Después de removerla, debe limpiar la piel alrededor de la traqueostomía con un poco de suero fisiológico y aplicar un poco de crema hidratante sin perfume. 

Para poner una nueva superficie acolchada, se pueden utilizar las almohadillas propias para traqueostomía o emplear 2 compresas limpias con un pequeño corte en la parte de arriba, como se muestra en la imagen de arriba.

Cuándo acudir al médico

Algunos signos que indican que debe acudir de inmediato al servicio de urgencias o a la clínica de salud más cercana son:

  • Dificultad para respirar a través del tubo;
  • Dolor o molestia en la traqueostomía;
  • Obstrucción de la cánula externa debido a secreciones;
  • Expulsión accidental de la cánula externa;
  • Cambio en la posición del tubo;
  • Expectoración con sangre;
  • Sangrado en la zona de la traqueostomía;
  • Presencia de signos de infección, como enrojecimiento o hinchazón de la piel alrededor de la traqueostomía.

Cuando la persona manifiesta una ligera sensación de falta de aire, se debe probar retirar la cánula interior y limpiarla adecuadamente. Sin embargo, en caso de que este síntoma continúe, se debe acudir de inmediato al servicio de urgencias. 

Posibles complicaciones

La traqueostomía generalmente es segura; sin embargo, como es un procedimiento quirúrgico, existen ciertas complicaciones que pueden presentarse durante la cirugía o inmediatamente después de la misma, tales como:

  • Sangrado;
  • Edema pulmonar;
  • Daños en la tráquea, en la glándula tiroides o en los nervios del cuello;
  • Colocación incorrecta o desplazamiento del tubo;
  • Enfisema subcutáneo, situación en la cual el aire queda retenido bajo la piel del cuello;
  • Neumotórax, que es la acumulación de aire entre la pared del tórax y los pulmones;
  • Formación de hematoma en el cuello, el cual puede comprimir la tráquea. 

Estas complicaciones suelen ser más graves cuando la traqueostomía es llevada a cabo debido a alguna emergencia médica, pues debe ser realizada rápidamente y con los materiales disponibles, como en los casos de edema de glotis, por ejemplo.