Crup: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en noviembre 2022

El crup es una inflamación que afecta la laringe, la tráquea y los cartílagos alrededor, que ocasiona el surgimiento de algunos síntomas como tos seca, conocida como "tos de perro" y dificultad para respirar, debido a la obstrucción de las vías respiratorias.

Este tipo de laringitis generalmente ocurre por una infección viral, como una gripe o resfriado, por lo que es más común que se produzca al final del otoño y al inicio del invierno, afectando con más frecuencia a niños entre los 1 a 6 años de edad. El virus puede transmitirse a través del contacto cercano con personas infectadas, así como con objetos y superficies contaminados.

El tratamiento del crup se realiza de acuerdo a la recomendación del pediatra, el cual puede indicar aumento en la ingesta de líquidos, la realización de nebulizaciones y el uso de corticosteroides, en algunos casos.

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Síntomas del crup

Los síntomas del crup son:

  • Ronquido;
  • Tos seca, conocida como "tos de perro", que empeora por la noche;
  • Vómitos, debido a la tos y en la que se puede observar mucosidad;
  • Dificultad para respirar, principalmente inspirar;
  • Voz ronca cuando llora o habla;
  • Sibilancias al respirar.

Además de esto, algunos niños pueden presentar síntomas similares a los de un resfriado unos días antes de desarrollar síntomas de crup, pudiendo tener dolor de garganta, congestión nasal, tos y fiebre.

Estos síntomas se suelen iniciar de forma súbita y pueden durar hasta 14 días, cuando se recibe el tratamiento adecuado orientado por el pediatra. Además, los síntomas suelen empeorar durante la noche, principalmente la tos.

Posibles causas

La causa del crup no es totalmente conocida, sin embargo, se ha asociado con la infección por el virus parainfluenza tipo I, II, III y IV y, con menor frecuencia, otros como el adenovirus, rinovirus, influenza A y B, enterovirus y el virus sincitial respiratorio (VSR).

Sin embargo, en casos menos frecuentes, el crup puede ser el resultado de una infección por bacterias del género Staphylococcus y Streptococcus, recibiendo el nombre de traqueítis.

En raras ocasiones, el crup puede producirse debido a alergias respiratorias al polen o al polvo, epiglotitis, inhalación de químicos irritantes, reflujo gastroesofágico, la presencia de tumores o la inhalación de un cuerpo extraño, como un cacahuate o una tapa de lapicero, por ejemplo.

Crup y COVID-19

Una infección por SARS-CoV-2, el virus responsável por la COVID-19, puede provocar una inflamación de las vías aéreas superiores, favoreciendo el desarrollo de signos y síntomas característicos del crup. Además de la típica tos crup, es posible que se noten otros síntomas como fiebre, secreción nasal, dolor de cabeza y cansancio, por ejemplo. Vea cómo reconocer los síntomas del COVID-19 en niños.

Tipos de crup

El crup se puede clasificar en algunos tipos, según su causa y características, siendo los principales:

  • Crup viral, también conocido como laringotraqueobronquitis, que es causado por un virus y causa inflamación de la tráquea y los bronquios;
  • Crup bacteriano, también conocido como traqueítis o laringotraqueítis, que es causado por bacterias y causa inflamación de la tráquea y la laringe en algunos casos;
  • Crup espasmódico, también conocido como laringitis estridulosa, en el que se observa una hinchazón no inflamatoria de los tejidos, sin ser una causa infecciosa.

El diagnóstico del crup es realizado por el pediatra, a través de la evaluación de los síntomas y de la realización de un examen físico donde evalúa la garganta, mide la temperatura y la oxigenación y realiza una auscultación de los pulmones.

Además, en los casos donde lo considera necesario, puede solicitar una radiografía de la zona del cuello para verificar si existe o no una inflamación de la región.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del crup debe ser orientado por el pediatra y suele realizarse en casa, debido a que la mayoría de las veces los casos son leves. El tratamiento puede consistir en la realización de nebulizaciones, aumento de la ingesta de líquidos, para evitar la deshidratación y ayudar a que salga la mucosidad acumulada en las vías respiratorias, descanso de la voz lo máximo posible y la elevación de la cabecera de la cama con almohadas.

Por lo general, el pediatra también recetará una dosis única de un corticosteroide oral, como dexametasona o prednisolona, por ejemplo, para ayudar a reducir la inflamación de la garganta. Otros medicamentos, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ser indicados en caso haya fiebre y/o dolor asociado, y los antibióticos, solo son indicados en caso exista una infección.

No se deben tomar medicamentos para reducir la tos a menos que el médico indique este tipo de medicamentos.

Cuando el crup no mejora al cabo de 14 días o los síntomas empeoran, es posible que sea necesario hospitalizar al niño para administrarle oxígeno y otros medicamentos más efectivos para tratar la infección.

Cuándo acudir al médico

Es importante acudir al servicio de urgencia pediátrico más cercano cuando se presentan los síntomas a continuación:

  • Aumento del ritmo cardíaco;
  • Dificultad respiratoria severa;
  • Empeoramiento de la tos;
  • Somnolencia;
  • Agitación.

Además, si el niño presenta labios y puntas de los dedos azulados, esto puede deberse a la mala oxigenación, siendo necesario acudir al servicio médico más cercado.