Cortisona: qué es, para qué sirve y efectos secundarios

Actualizado en diciembre 2022

La cortisona es un corticoide sintético semejante al cortisol producido por las glándulas suprarrenales, la cual tiene una acción antiinflamatoria e inmunosupresora, por lo que está indicada en el tratamiento de problemas crónicos como asma, alergias, artritis reumatoide, lupus, casos de trasplante de riñón o problemas dermatológicos, por ejemplo.

Algunos tipos de cortisona utilizados para el tratamiento de enfermedades son hidrocortisona, betametasona, dexametasona, fluticasona, prednisolona o metilprednisolona, por ejemplo, pudiendo ser usado en presentación inyectable, comprimidos, colirios, spray nasal, inhalador o cremas dermatológicas, por ejemplo.

Estos medicamentos deben ser usados solo con indicación médica, ya que durante el tratamiento son necesarias consultas regulares para acompañar el posible surgimiento de efectos secundarios. Además, la interrupción debe hacerse bajo orientación médica, ya que las dosis deben reducirse de forma gradual, cuando se utilizan en altas dosis o por un tiempo prolongado.

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Para qué sirve

La cortisona está indicada para el tratamiento de:

  • Enfermedades reumáticas, como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, esclerosis múltiple, bursitis, tenosinovitis, artritis gotosa aguda, osteoartritis, sinovitis y epicondilitis;
  • Enfermedades de la piel, como pénfigo, dermatitis, eczema, impétigo, psoriasis grave o liquen plano;
  • Enfermedades del tejido conjuntivo, como dermatomiositis, polimialgia reumática, artritis temporal o granulomatosis de Wegener;
  • Alteraciones de la sangre, como púrpura trombocitopénica, trombocitopenia y anemia hemolítica autoinmune;
  • Alergias, como rinitis alérgica, dermatitis por contacto y atópica o urticaria;
  • Reacciones alérgicas o anafilácticas a medicamentos, alimentos, picaduras de insecto o enfermedad del suero;
  • Enfermedades oftalmológicas, como úlceras en la córnea, queratitis, herpes zóster oftálmico, inflamación del segmento anterior, coroiditis y uveítis, oftalmia, conjuntivitis alérgica, coriorretinitis, neuritis óptica, iritis e iridociclitis;
  • Enfermedades respiratorias, como sarcoidosis, síndrome de Löefler, beriliosis, tuberculosis pulmonar, fibrosis pulmonar, neumonitis por aspiración, asma bronquial y sinusitis;
  • Enfermedades gastrointestinales, como colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn o hepatitis crónica;
  • Alteraciones endocrinas, como insuficiencia adrenocortical, hiperplasia adrenal congénita, tiroiditis e hipercalcemia asociada al cáncer;
  • Cáncer, en el tratamiento paliativo de leucemia, linfoma, micosis fungoide y mieloma múltiple.

Además, los medicamentos a base de cortisona pueden indicarse para el tratamiento de edema cerebral, síndrome nefrótico, COVID-19 grave, trasplante de órganos o síndrome de Stevens-Johnson, por ejemplo.

Tipos de cortisona

Existen varios tipos de corticoides, los cuales son utilizados de acuerdo con cada problema, estos incluyen:

1. Corticoides tópicos

Los corticoides tópicos pueden encontrarse en crema, pomada, gel o loción, y son generalmente utilizados para tratar reacciones alérgicas o enfermedades de la piel, como dermatitis seborreica, dermatitis atópica, urticaria o eccema.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de corticoides utilizados en la piel son: hidrocortisona, betametasona, mometasona o dexametasona.

2. Corticoides orales en comprimidos

Los comprimidos o soluciones orales son, generalmente, utilizados en el tratamiento de varias enfermedades endocrinas, osteomusculares, reumáticas, de colágeno, dermatológicas, alérgicas, oftálmicas, respiratorias, hematológicas, neoplásicas, entre otras.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de medicamentos disponibles en comprimido son la prednisona o el deflazacort.

3. Corticoides inyectables

Los corticoides inyectables están indicados para el tratamiento de casos de alteraciones osteomusculares, condiciones alérgicas y dermatológicas, enfermedades de colágeno, tratamiento paliativo de tumores malignos, entre otros.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de medicamentos inyectables son: dexametasona y betametasona.

4. Corticoides para inhalar

Los corticoides usados por inhalación son dispositivos utilizados para el tratamiento del asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras alergias respiratorias.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de corticoides inhalados son: fluticasona y budesonida.

5. Corticoides en aerosol nasal

Los corticoides en aerosol sirven para tratar la rinitis y la congestión nasal intensa.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de medicamentos para tratar la rinitis y la congestión nasal son: fluticasona y mometasona.

6. Corticoides en colirio

Los corticoides en colirio deben ser aplicados en los ojos para el tratamiento de problemas oftálmicos, como conjuntivitis y uveítis, por ejemplo, reduciendo la inflamación, irritación y enrojecimiento.

Nombres de medicamentos: algunos ejemplos de corticoides en colirio son: prednisolona o dexametasona.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios de los corticoides son más comunes en casos de uso prolongado, estos incluyen:

  • Cansancio e insomnio;
  • Aumento de los niveles de azúcar en sangre;
  • Alteraciones en el sistema inmunológico, pudiendo disminuir la habilidad del organismo para combatir infecciones;
  • Agitación y nerviosismo;
  • Aumento del apetito;
  • Indigestión;
  • Úlcera estomacal;
  • Inflamación del páncreas y del esófago;
  • Reacciones alérgicas locales;
  • Catarata, aumento de la presión intraocular y ojos saltones.

Conozca otros efectos secundarios causados por los corticoides.

Contraindicaciones

El uso de corticosteroides está contraindicado en personas con hipersensibilidad a la sustancia y a otros componentes que estén presentes en las fórmulas y en individuos con infecciones fúngicas sistémicas o infecciones no controladas.

Asimismo, los corticoides deben ser usados con precaución en personas que sufren de hipertensión, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, osteoporosis, epilepsia, úlcera gastroduodenal, diabetes, glaucoma, obesidad o psicosis; debiendo ser utilizados sólo bajo la orientación del médico, en estos casos.