Corioamnionitis: qué es, causas y tratamiento

Actualizado en marzo 2024

La corioamnionitis es una infección de las membranas que rodean al bebé, como el corion o el amnios, pero también puede afectar a la placenta o al líquido amniótico, o a una combinación de estas estructuras, y puede provocar síntomas como fiebre, palpitaciones en la mujer o bebé o secreción vaginal maloliente.

Generalmente, la corioamnionitis, también llamada infección intraamniótica, ocurre cuando bacterias del tracto genitourinario llegan al útero, pudiendo aparecer antes, durante o después del parto, y generalmente es causada por parto prematuro o prolongado, ruptura de aguas antes del parto o orina. infección, por ejemplo.

El tratamiento de la corioamnionitis lo realiza el obstetra, con hospitalización y administración de antibióticos directamente en vena, para evitar complicaciones en el bebé, como síndrome de dificultad respiratoria o infección generalizada, por ejemplo, que pueden poner en riesgo la vida del bebé. .

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Síntomas de la corioamnionitis

Los principales síntomas de la corioamnionitis son:

  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Escalofríos;
  • Palpitaciones del corazón (en mujeres y bebés);
  • Secreción vaginal con mal olor;
  • Dolor abdominal;
  • Sensibilidad en la región del útero.

En algunos casos, la corioamnionitis puede no causar síntomas y puede descubrirse durante una cita prenatal con un obstetra.

Si una mujer presenta estos síntomas, se recomienda consultar a un obstetra lo antes posible o acudir al servicio de urgencias más cercano, para que se pueda realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de corioamnionitis lo realiza el obstetra mediante una valoración clínica completa de la mujer y el bebé, los síntomas que presenta la mujer y los antecedentes de salud.

Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar análisis de sangre, como un hemograma completo, niveles de proteína C reactiva, alfa 1-proteinasa, interleucina IL-6 o ferritina, por ejemplo.

Otras pruebas que el médico puede ordenar son un análisis de orina, análisis de líquido amniótico o de secreciones vaginales, ecografía, ecografía o cardiotocografía, para evaluar la salud del feto.

Posibles causas

La corioamnionitis es causada por una infección bacteriana o fúngica en el tracto genitourinario de la mujer que puede llegar al útero y afectar las membranas que rodean al bebé, como el corion o el amnios, pero también puede afectar la placenta o el líquido amniótico.

Algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de corioamnionitis son:

  • Exámenes táctiles repetitivos durante el parto, después de romper fuente;
  • Rotura de fuente antes del nacimiento, generalmente más de 18 horas entre la ruptura y el nacimiento;
  • Nacimiento prematuro o prolongado;
  • Historia de corioamnionitis en embarazos anteriores;
  • Tracto urinario o infección urinaria;
  • Presencia de meconio en el líquido amniótico;
  • Infecciones de transmisión sexual (ITS);
  • Fumar, beber alcohol o consumir drogas ilícitas durante el embarazo.

La corioamnionitis puede ser causada por la bacteria Escherichia coli, que vive en el intestino, y que puede transmitirse desde la región anal a los genitales, pero también puede ocurrir por infección con otras bacterias como los estreptococos del grupo B, Mycoplasma pneumoniae, Gardnerella vaginalis. , Ureaplasma sp. o incluso por el hongo Candida sp.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la corioamnionitis lo realiza el obstetra, quien normalmente recomienda la hospitalización y la administración de antibióticos aplicados directamente en vena, como gentamicina, ampicilina, vancomicina, cefazolina o clindamicina, durante 7 a 10 días, para eliminar las bacterias que se encuentran causando la infección.

En casos de cesárea, el médico también podrá administrar una dosis adicional de antibióticos después del parto.

En casos más graves, donde existe riesgo de que el bebé desarrolle complicaciones, se puede recomendar un parto natural temprano. La cesárea sólo debe realizarse como último recurso, ya que este procedimiento puede contaminar el abdomen de la mujer. El médico también puede recetarle antibióticos a su bebé si tiene una infección.

Posibles complicaciones

La corioamnionitis puede provocar complicaciones en la mujer como desprendimiento de placenta, parto prematuro, infecciones pélvicas graves, infecciones de cicatrices quirúrgicas o infecciones uterinas, hemorragia posparto, tromboembolismo o incluso infección generalizada y shock séptico.

En el bebé, algunas complicaciones que pueden presentarse son parto prematuro, retinopatía, síndrome de dificultad respiratoria, infecciones neonatales, como neumonía o meningitis, displasia broncopulmonar, convulsiones, parálisis cerebral o infección generalizada, que pueden poner en riesgo la vida del bebé.

¿Puede una persona que ha tenido corioamnionitis volver a quedar embarazada?

La corioamnionitis puede provocar una infección en el útero, llamada endometritis, provocando cicatrices o adherencias en el útero, que pueden afectar o perjudicar la fertilidad, dificultando otro embarazo. Por eso, es importante realizar un seguimiento con el ginecólogo si la mujer desea volver a quedar embarazada.

Además, las mujeres que han padecido corioamnionitis tienen mayor riesgo de desarrollar esta infección en otro embarazo, por lo que es recomendable consultar con un ginecólogo antes de intentar otro embarazo, para que pueda realizar una evaluación completa del estado de salud y tomar las medidas adecuadas. Se puede recibir asesoramiento médico.

Cómo prevenir la corioamnionitis

Algunas medidas que ayudan a prevenir la corioamnionitis son:

  • Tomar los antibióticos recetados por su médico si rompe fuente antes de dar a luz;
  • Evitar fumar, consumir alcohol u otras drogas;
  • Realizar la prueba de infecciones de transmisión sexual, en casos de relaciones sexuales sin protección;
  • Limitar el número de exámenes táctiles después de romper fuente.

Además, las pruebas de detección de bacterias estreptococos B en el tercer trimestre del embarazo también pueden ayudar a prevenir el desarrollo de corioamnionitis.

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