La cicatriz de la cesárea es el resultado de la unión de todas las estructuras que se abren durante el nacimiento del bebé, como la piel, los músculos, la fascia y el útero. Para favorecer una buena cicatrización, es fundamental seguir los cuidados indicados por el médico.
El proceso de cicatrización puede tardar al menos 6 meses. Durante este tiempo, la cicatriz puede presentar cambios como enrojecimiento, elevación o tirantez, lo que podría estar relacionado con una cicatrización queloide, hipertrófica o una contractura cicatricial.
Es importante acudir al médico si se presenta dolor, enrojecimiento, secreción o mal olor en la herida, ya que estos signos pueden indicar una infección o apertura de la herida.
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Tipos de cicatrices
Los diferentes tipos de cicatrices luego la cirugía de cesárea son:
1. Cicatriz queloide
La cicatriz queloide se caracteriza por una elevación gruesa e irregular de la piel, con coloración roja, marrón o morada, dependiendo del tono de piel de la persona.
Además, suele tener un aspecto brillante y puede aparecer poco después de la cirugía o tardar meses, incluso años, en formarse.
El crecimiento de esta cicatriz puede causar ardor o una sensación de quemazón en la piel afectada.
Este tipo de cicatriz puede extenderse más allá de los bordes de la incisión realizada durante la cesárea.
Cómo tratar: el tratamiento de la cicatriz queloide debe ser indicado por un dermatólogo, quien puede recomendar el uso de gel tópico a base de silicón, como Kelo-cote, o cremas con corticosteroides, o la aplicación de inyecciones de 5-fluorouracilo.
Además, en algunos casos también puede recomendarse el uso de láser o la realización de crioterapia para reducir el tamaño y el grosor de la cicatriz.
En caso de no conseguir resolver con el tratamiento conservador, el médico puede recomendar la realización de una cirugía estética.
2. Cicatriz hipertrófica
La cicatriz hipertrófica se caracteriza por una elevación de la piel con color rosado o rojo. A diferencia de la queloide, esta no se expande más allá de los bordes de la herida.
Suele aparecer entre 1 y 2 meses después de la cesárea y generalmente responde bien al tratamiento adecuado.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser indicado por un dermatólogo e incluye la aplicación de inyecciones de corticosteroides, bleomicina o 5-fluorouracilo. También puede indicarse láser o crioterapia.
Crioterapia: qué es para qué sirve y cómo se realiza
3. Contracturas cicatriciales
Las contracturas cicatriciales son más comunes en las cesáreas con incisión vertical y se caracterizan por dar a la piel un aspecto tirante, pudiendo incluso observarse una cicatriz hundida.
También pueden presentarse en casos de infección que requieren una nueva sutura, incluso cuando la incisión fue horizontal.
Esto ocurre porque los tejidos reparados durante la cirugía cicatrizan juntos, lo que impide el movimiento normal e independiente de cada estructura.
Cómo tratar: este tipo de cicatrices puede ser tratado por un fisioterapeuta especializado mediante técnicas como masajes de liberación miofascial, ondas de choque, radiofrecuencia o aplicación de láser.
Tipos de incisión
Los dos tipos principales de incisión en la piel que pueden dejar cicatriz después de una cesárea son:
- Incisión vertical: también llamada cesárea vertical, va desde el ombligo hasta el pubis y suele medir entre 12 y 20 cm. Actualmente, se utiliza con menos frecuencia, ya que tiene mayor riesgo de que la herida se abra, se formen hernias o contracturas.
- Incisión horizontal: es la más común en la actualidad. Se realiza justo por encima del pubis y mide entre 10 y 15 cm. Cicatriza mejor y es más discreta, ya que suele quedar oculta bajo la ropa interior.
Toda incisión genera una cicatriz, por lo que es fundamental cuidarla bien para asegurar una correcta cicatrización y prevenir complicaciones, como una infección.
Síntomas de una cesárea abierta por dentro
La dehiscencia es la apertura o separación de la herida de la cesárea, que puede estar acompañada de signos de infección.
La herida de la cesárea puede abrirse o separarse y causar una separación parcial del los tejidos, situación que se conoce como dehiscencia.
Esta puede ocasionar síntomas, que suelen indicar infección, estos son:
- Secreción o pus en la herida;
- Dolor;
- Enrojecimiento o calor local;
- Hinchazón o inflamación de la herida;
- Mal olor.
Estos signos pueden indicar que la herida se ha abierto por dentro, causando una separación parcial de los tejidos.
Ante la presencia de estos síntomas se recomienda acudir al ginecólogo para que el mismo pueda realizar una evaluación e indicar el tratamiento adecuado.
Cómo se ve una cesárea sana
La cicatriz de una cesárea sana suele ser flexible, con una coloración similar al tono de piel de la mujer y sin estar muy elevada ni hundida.
Estas características suelen observarse después de unos 6 meses, ya que la cicatrización es un proceso lento y progresivo.
Para evaluar la apariencia de la cesárea y comprobar que la misma esté cicatrizando correctamente, el médico puede utilizar diferentes escalas, como Escala de Cicatriz de Manchester o la Escala de Cicatriz de Vancouver.
Estas escalas consideran factores como la altura o grosor de la cicatriz, su flexibilidad, área superficial, textura, pigmentación y vascularización
Ante la presencia de enrojecimiento, inflamación, dolor, aumento de temperatura o secreción de la cicatriz debe acudir al médico, dado que los mismos son signos de infección y deben ser tratados adecuadamente.
Cómo cuidar la cicatriz
Para favorecer una correcta cicatrización de la herida de la cesárea, se recomienda aplicar cremas hidratantes, realizar masajes suaves y movilizar la cicatriz una vez que esté completamente cerrada y cicatrizada.
Además, la fisioterapia pélvica puede ser indicada para mejorar la calidad de la cicatrización y ayudar a la reeducación de los músculos abdominales y del suelo pélvico.