Melanoma: síntomas, tipos, causas y tratamiento (incluye fotos)

Actualizado en febrero 2024

El melanoma es un cáncer de piel maligno que se desarrolla en los melanocitos, que son las células de la piel responsables por la producción de melanina, la sustancia que confiere color a la piel, pudiendo ser identificado a través de síntomas como lunares o manchas en el piel asimétricas, con bordes irregulares y distintos colores, por ejemplo. 

Este tipo de cáncer de piel es más frecuente en adultos de piel más clara, y en regiones de la piel más expuestas a la radiación UV del sol o del bronceado artificial. Sin embargo, a pesar de ser más raro, el melanoma también puede surgir en los ojos, en las uñas y en las mucosas de la boca, nariz, garganta, ano, vagina o tracto gastrointestinal.

El melanoma es un cáncer agresivo que puede diseminarse a otros órganos, por lo cual, al surgir una señal de alteración en la piel o el crecimiento de manchas o lunares, se debe consulta un dermatólogo para identificar precozmente el melanoma, facilitando el tratamiento y aumentando las probabilidades de curación.

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Foto de melanoma

Principales signos y síntomas

Los principales síntomas del melanoma son manchas o lunares en la piel con las siguientes características:

  • Asimetría: si al trazar una línea imaginaria en la mitad del lunar, las dos partes resultantes no son parecidas, este, por ser asimétrico, presenta mayores probabilidades de ser maligno;
  • Bordes: un lunar con bordes regulares y lisos suele ser benigno y no representa peligro para la salud; por el contrario, los lunares con bordes irregulares y poco definidos pueden ser un signo de cáncer de piel;

  • Color: los lunares normales y sin riesgo de cáncer generalmente presentan una coloración marrón, sin grandes alteraciones en el color; por otro lado, los lunares de melanoma suelen presentar colores más oscuros o incluso una mezcla de varios, como negro, azul, rojo o blanco, por ejemplo;
  • Diámetro: la mancha del melanoma normalmente posee un diámetro superior a 6 milímetros. Por esta razón, en caso de que un lunar tenga un tamaño mayor de lo normal, es muy importante consultar al dermatólogo, incluso si es simétrico y presenta un color normal y bordes regulares. 

Asimismo, también pueden surgir otros síntomas en las manchas o lunares, tales como:

  • Superficie elevada;
  • Aumento de tamaño, cambio de color o de forma;
  • Comezón o sangrado fácil;
  • Heridas que demoran en cicatrizar o úlceras.

Estos síntomas pueden aparecer en una mancha en la piel nueva o ya existente, o en mucosas o uñas. De esta forma, los lunares malignos pueden ir creciendo a lo largo del tiempo, pudiendo comenzar como una pequeña mancha, la cual va aumentando de tamaño hasta tornarse un lunar con más de 6 mm de diámetro. 

Además, también pueden surgir otros síntomas en el caso de metástasis, lo que varía de acuerdo con el órgano afectado, como pulmones, cerebro, hígado, huesos o intestino, por ejemplo.

Vea en el siguiente video cómo identificar los signos de cáncer de piel:

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico del melanoma es realizado por el dermatólogo u oncólogo a través de la evaluación de las características de la mancha o el lunar en la piel por el método ABCD y el uso del dermatoscopio, además de una evaluación de los antecedentes de salud y el examen físico de los ganglios linfáticos.

Para confirmar el diagnóstico, el médico debe realizar una biopsia de la piel, retirando una parte o toda la mancha, lesión o lunar de la piel, para ser analizada en el laboratorio y verificada la presencia de células malignas. 

Posibles causas

El melanoma es causado debido a daños en los melanocitos, que son las células de la piel responsables por producir la melanina que da color a la piel, que pasan a multiplicarse de manera rápida, anormal y descontrolada. 

Estos daños son causados por una combinación de factores genéticos y ambientales, principalmente por la exposición a los rayos UV del sol o de cámaras de bronceado artificial.

El melanoma puede surgir en cualquier zona del cuerpo, incluso en sitios que no están expuestos a la radiación UV, como ojos o mucosas como boca, nariz, garganta, ano, vagina o tracto gastrointestinal, por ejemplo.

Quién tiene mayor riesgo de tener melanoma

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un melanoma incluyen:

  • Antecedentes familiares de melanoma;
  • Piel clara, cabello rubio o rojo y ojos azules;
  • Quemaduras solares fáciles o antecedentes de quemaduras solares;
  • Pecas o lunares melanocíticos benignos y/o displásicos;
  • Tener muchas manchas o manchas poco comunes en la piel;
  • Personas trasplantadas o con cáncer en la sangre.

Aquellas personas con uno o más de estos factores deben acudir a consultas regulares con el dermatólogo para hacer una evaluación completa de la piel, con el fin de identificar posibles cambios que puedan ser un signo precoz de cáncer.

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Foto de melanoma

Tipos de melanoma

Los tipos de melanoma varían según la región donde aparecen y su forma de desarrollo, siendo los principales tipos:

1. Melanoma de extensión superficial

El melanoma de extensión superficial es el tipo más común de melanoma y se desarrolla inicialmente en las células más superficiales de la piel, pudiendo extenderse a regiones más profundas de la misma.

Este tipo de melanoma comienza con áreas de color marrón o marrón claro en la piel o como pequeños puntos rojizos, blancos, negros o azules.

2. Melanoma nodular

El melanoma nodular es el segundo tipo de melanoma más común y es el más agresivo porque presenta un crecimiento rápido y puede alcanzar otras regiones del cuerpo desde el inicio.

Este tipo de cáncer comienza con una mancha elevada, rígida o abultada de color negro, azulada o rojiza-azulada y no causa síntomas. Sin embargo, es un tumor fácil de identificar debido al aumento rápido del tamaño de la lesión. 

3. Melanoma lentigo maligno

El melanoma lentigo maligno ocurre por lo general en zonas que están más expuestas al sol, como rostro, cuello, cuero cabelludo y dorso de las manos, siendo más común en personas mayores con piel muy dañada por el sol.

Este tipo de melanoma puede invadir capas más profundas de la piel y comienza con una mancha plana, marrón o negra, con margenes irregulares y colores diferentes como puntos marrones oscuros o negros en su superficie.

4. Melanoma lentiginoso acral

El melanoma lentiginoso acral es más raro y afecta inicialmente las capas más superficiales de la piel, especialmente las palmas de las manos, planta de los pies y uñas, siendo el melanoma más común en personas de raza negra, asiática e hispana.

5. Melanoma subungueal

El melanoma subungueal es un tipo raro de melanoma que surge bajo la uña, el cual puede ser identificado inicialmente por la presencia de una mancha vertical oscura en la uña que aumenta a lo largo del tiempo.

6. Melanoma ocular

El melanoma ocular que se desarrolla en el iris del ojo, que es la parte colorida del ojo, o en la úvea, que es un tejido bajo la parte blanca del ojo.

Este tipo de melanoma puede causar síntomas como visión borrosa, luces intermitentes, defectos en el campo visual, irritación, enrojecimiento, dolor o sensación de presión en el ojo. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del melanoma depende del tamaño, de la fase del cáncer y del estado de salud de la persona, y debe ser orientado por un oncólogo o dermatólogo, el cual puede indicar los siguientes procedimientos:

  • Cirugía para eliminar el melanoma;
  • Inmunoterapia para ayudar al sistema inmunitario a combatir el cáncer;
  • Terapia dirigida, que actúa directamente en las células del melanoma;
  • Radioterapia, que se puede realizar en situaciones en que no es posible eliminar el melanoma completamente mediante cirugía o para tratar los ganglios linfáticos afectados por el melanoma; 
  • Quimioterapia para destruir las células del melanoma, que puede administrarse directamente en la vena o con el uso de comprimidos por vía oral.

En las situaciones en que existe metástasis, la quimioterapia y la radioterapia deben ser iniciadas lo más rápido posible. Sin embargo, las tasas de éxito son relativamente bajas, ya que las metástasis aparecen en fases más avanzadas del cáncer.

¿El melanoma tiene cura?

El melanoma tiene alta tasa de cura cuando aún no se ha diseminado a otras partes del cuerpo y cuando el diagnóstico se realiza tan pronto como aparece el primer signo. Por esto, es muy importante observar con frecuencia los lunares y manchas de la piel, buscando alguna alteración.

Asimismo, personas que ya sufrieron de algún tipo de cáncer de piel o que tienen casos en la familia, deben acudir al dermatólogo regularmente, ya que presentan mayor riesgo de desarrollar el melanoma.

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Foto de melanoma

Cómo prevenir el melanoma

Algunas medidas pueden ayudar a evitar o a reducir los riesgos de desarrollar un melanoma, tales como:

  • Evitar el sol en los horarios pico entre 10 de la mañana y las 4 de la tarde; 
  • Usar protector solar diariamente, con SPF 30 como mínimo, incluso en días nublados;
  • Usar sombrero de alas si es inevitable la exposición al sol;
  • Evitar el bronceado artificial.

Aparte de esto, se debe examinar con frecuencia la piel de todo el cuerpo, principalmente las zonas más expuestas al sol como rostro, cuello, orejas y cuero cabelludo, en busca de alteraciones como aparición de manchas, pecas, bultos o cambios en marcas existentes de nacimiento. Conozca cómo prevenir el cáncer de la piel.

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