Bocio: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en enero 2023

El bocio es una alteración de la tiroides que se caracteriza por el aumento del tamaño de esta glándula, formando una especie de nódulo o bulto en la región del cuello, que se torna más redondeado y más ancho de lo normal, pudiendo surgir como consecuencia de un hipo o hipertiroidismo o por una deficiencia de yodo.

El bocio generalmente se puede observar fácilmente, sin gran dificultad, y puede ser simétrico, asimétrico, compuesto por un nódulo o por un conjunto de ellos, siendo en estos casos conocido como bocio nodular o multinodular.

Debido al agrandamiento de la tiroides, es posible tener algunos síntomas como dificultad para tragar, tos, sensación de falta de aire y ronquera, además de la aparición de un bulto en el cuello. Por este motivo, ante la presencia de signos y síntomas indicativos de bocio, se indica que se consulte al endocrinólogo o médico general para que realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento más adecuado.

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Principales síntomas

Los síntomas del bocio son:

  • Aumento del volumen de la tiroides, que a menudo es visible;
  • Dificultad para tragar;

  • Aparición de un nódulo o bulto en el cuello;

  • Aparición de tos;

  • Molestia en la región del cuello;

  • Sensación de falta de aire;

  • Ronquidos.

También pueden surgir otros síntomas como cansancio fácil, depresión, dolores musculares o en las articulaciones, que pueden indicar la presencia de hipotiroidismo, por ejemplo.

Causas del bocio

Las causas del bocio son:

  • Trastornos en el funcionamiento de la tiroides, como hipertiroidismo o hipotiroidismo;

  • Uso de algunos medicamentos;

  • Enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis autoinmune;

  • Infecciones;

  • Tumor en la tiroides.

El bocio también puede surgir debido a deficiencias de yodo, que hacen que la glándula de la tiroides sea forzada a trabajar más para capturar el yodo necesario para la síntesis de las hormonas tiroideas. Este trabajo forzoso realizado por la glándula lleva al aumento de tamaño y por lo tanto, a la aparición del bocio. Además, existen casos donde el bocio surge justo al nacer, siendo conocido como bocio congénito.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico del bocio debe ser realizado por el endocrinólogo o médico general, a través de un conjunto de exámenes que determinan las característica del bocio y si es benigno o maligno.

Lo primero que el médico observa es la presencia de un bulto en el cuello, generalmente, luego solicita realizar una ecografía que permite una mejor visualización de la glándula tiroides. Además, el diagnóstico también se complementa con la realización de exámenes de sangre específicos, que evalúan la cantidad de hormonas tiroideas en la sangre, como la T4, T3 y TSH, lo que permite identificar si existen disturbios en la función de la tiroides.

En los casos donde el médico sospecha de cáncer en la tiroides, recomienda realizar una punción o biopsia de la tiroides, en la que se extrae una pequeña porción de esta glándula. Este examen no duele y no deja cicatriz y la muestra recogida será analizada en el laboratorio. Conozca más sobre los exámenes que evalúan a la tiroides.

Tratamiento para el bocio

Cuando el bocio es causado por deficiencias de yodo, su tratamiento es realizado a través de la administración de yodo, en dosis 10 veces mayores que la dosis diaria recomendada durante algunas semanas. Con este tratamiento, la glándula de la tiroides puede capturar sin esfuerzo el yodo que necesita para la síntesis de las hormonas, que después de algunas semanas puede volver a su tamaño normal. Sin embargo, en casos más graves puede ser necesario mantener el tratamiento de por vida.

Además, cuando el bocio se origina por deficiencia de yodo, se recomienda que se consuman alimentos ricos en este mineral, como sal yodada, salmón, atún, huevos y leche. Conozca una lista de alimentos ricos en yodo.

En los casos donde existe disturbio en el funcionamiento de la tiroides, como hipertiroidismo o hipotiroidismo, el tratamiento no es lineal, puede ser realizado usando medicamentos como Tapazol (tiamazol), Levotiroxina o cápsulas de yodo radiactivo. En los casos de cáncer de la tiroides, puede ser necesaria la remoción de esta glándula a través de la cirugía.