La anorexia y la bulimia son dos trastornos de la alimentación, psicológicos y de imagen en que las personas poseen una relación complicada con la alimentación, pudiendo causar diversas complicaciones para la salud en caso no se identifique y se trate a tiempo.
En el caso de la anorexia, la persona no come debido a que tiene miedo a aumentar de peso, a pesar de que esta suele encontrarse por debajo del peso ideal. Por el contrario, en la bulimia la persona come todo lo que desea provocándose a seguir el vómito, pues siente culpa y remordimiento por el miedo que tiene de aumentar de peso.
A pesar que son semejantes en algunos aspectos, la anorexia y la bulimia son trastornos diferentes que deben ser tratados por un equipo multidisciplinario que incluya nutricionistas, psicólogos y médicos.
1. Cómo identificar la anorexia
Para identificar si es anorexia, además de la delgadez, es necesario estar atento al surgimiento de comportamientos como:
- La persona se ve constantemente gorda, incluso cuando no tiene exceso de peso o está por debajo del este;
- Rechaza comer o expresa miedo constante en relación a la ganancia de peso;
- Come muy poco y casi no tiene apetito;
- Está siempre a dieta o cuenta todas las calorías de los alimentos;
- Practica regularmente actividad física con la intensión de perder peso.
Quien padece esta enfermedad, tiende a intentar ocultar el problema, por lo que tratará esconder que no come, fingiendo algunas veces la ingesta de alimentos o evitando comidas familiares o cenas con amigos, por ejemplo.
Además de esto, en un estado más avanzado de la enfermedad, puede acaba teniendo un impacto en el organismo y en el metabolismo de la persona, causando desnutrición y el surgimiento de signos y síntomas como: ausencia de menstruación, estreñimiento, dolor abdominal, dificultad para tolerar el frío, falta de energía y concentración, cansancio, hinchazón y problemas cardíacos.
Vea cómo se realiza el tratamiento de la anorexia.
2. Cómo identificar la bulimia
A diferencia de la anorexia, en la bulimia la persona por lo general se encuentra dentro de su peso ideal o tiene un ligero exceso de peso, por lo que es necesario estar atento al surgimiento de comportamientos como:
- Deseo de perder peso, incluso cuando no lo necesita;
- Ganas exageradas de comer en algunas comidas;
- Práctica exagerada de ejercicio físico con la intensión de adelgazar;
- Ingestión exagerada de alimentos;
- Necesidad constante de ir siempre al baño después de comer;
- Uso regular de medicamentos laxantes y diuréticos;
- Pérdida de peso a pesar de aparentar comer mucho;
- Sentimientos de angustia, culpa, arrepentimiento, miedo y vergüenza después de comer en exceso.
Quien padece esta enfermedad, tiene siempre la tendencia a intentar ocultar el problema, y por eso come en muchas ocasiones a escondidas sin lograr controlarse en la mayoría de las veces.
Asimismo, debido al uso frecuente de laxantes y por estimularse el vómito constantemente, pueden surgir algunos signos y síntomas como: problemas en los dientes, menstruación irregular, sensación de debilidad, mareos, inflamación frecuente en la garganta, dolor abdominal e inflamación de las mejillas, ya que las glándulas salivales pueden quedar hinchadas o atrofiadas. También pueden surgir callos y cicatrices en las manos, causados por el acto de provocar constantemente los vómitos con los dedos.
Vea cómo se realiza el tratamiento de la bulimia.
Diferencias entre anorexia y bulimia
Para distinguir entre estas dos enfermedades es necesario enfocarse en sus principales diferencias, debido a que pueden confundirse fácilmente, estas son:
Tanto la anorexia como la bulimia, por tratarse de trastornos alimentarios, siempre necesitan acompañamiento médico especializado, siendo necesarias sesiones de terapia con un psicólogo o psiquiatra para curar el trastorno, así como consultas regulares con un nutricionista para verificar las deficiencias nutricionales y reforzar una relación más saludable con la comida.
En los casos más graves, es posible que las persona requiera ser hospitalizada para realizar el tratamiento en un hospital o en clínicas especializadas en trastornos alimentarios, esto permitirá acompañamiento médico durante las 24 horas del día.
