La angina de pecho es una situación que se produce cuando hay una disminución del flujo de sangre en las arterias que llevan oxígeno al corazón, siendo esta situación conocida como isquemia cardíaca, la cual puede causar síntomas como sensación de peso, dolor u opresión en el pecho, hormigueo en el brazo y sudoración fría, por ejemplo.
En la mayoría de los casos, la isquemia cardíaca es consecuencia de la aterosclerosis, que se caracteriza por la acumulación de placas de grasa en las arterias coronarias, siendo más frecuente en personas con presión alta, colesterol elevado o diabetes descompensada. Vea las principales causas de aterosclerosis.
La isquemia cardíaca y, por consecuencia la angina, son más comunes que se presenten en personas mayores de los 50 años y deben ser tratadas rápidamente, pues son un gran riesgo para el desarrollo de infarto, paro cardíaco y otras enfermedades cardiovasculares, como arritmia, insuficiencia cardíaca o ACV, por ejemplo.
Síntomas de angina
Los principales síntomas de angina son:
- Sensación de opresión, dolor y/o ardor en el pecho, que puede durar hasta 20 minutos y que puede irradiarse al hombro, brazo o cuello;
- Hormigueo en el brazo, hombros o muñecas;
- Mareos;
- Sudoración fría;
- Falta de aire.
Los síntomas de angina pueden ser desencadenados después de esfuerzos o exposición al frío, en algunos casos, pueden presentarse también durante el reposo. Además, la intensidad de los síntomas de angina pueden variar de acuerdo al tipo de angina.
Es importante consultar al cardiólogo para que realice una evaluación de los síntomas y pueda realizar el diagnóstico de angina, siendo iniciado el tratamiento más adecuado.
Cómo se realiza el diagnóstico
En el momento de la crisis, el diagnóstico de la angina es realizado por el cardiólogo a través de la evaluación de signos y síntomas presentados por la persona, además de la evaluación del resultado de algunos exámenes, como electrocardiograma, rayos X de tórax y medición de enzimas cardíacas en la sangre. Además de estos, se pueden solicitar otros exámenes para confirmar el diagnóstico como prueba de esfuerzo, gammagrafía del miocardio, ecocardiografía y cateterismo cardíaco.
El cateterismo cardíaco es una examen muy importante, ya que además de cuantificar de forma exacta la obstrucción de los vasos sanguíneos y evaluar la presencia de alteraciones de flujo de sangre, es capaz de tratar la causa de la obstrucción a través de la angioplastía, con el implante de un stent o uso de un balón para abrir la arteria. Conozca para qué sirve y cuáles son los riesgos del cateterismo cardíaco.
Causas de angina
La principal causa de angina es la aterosclerosis, que es una situación caracterizada por la deposición de placas de grasa en las arterias, lo cual interfiere directamente en el flujo de sangre hacia el corazón, de forma que este órgano recibe menos nutrientes y oxígeno, resultando en angina. Conozca más sobre la aterosclerosis.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de aterosclerosis y, por consecuencia, de angina, como edad más avanzada, diabetes, alimentación poco saludable y rica en grasa, sedentarismo, presión alta y antecedente familiar.
Además, los síntomas de la angina pueden agravarse después del esfuerzo, alteraciones emocionales, exposición a temperaturas más bajas y estómago lleno.
Principales tipos de angina
La angina puede clasificarse en algunos tipos principales de acuerdo a sus características, es decir, síntomas y factores desencadenantes. Los principales tipos de angina son:
1. Angina estable
Es causada por una isquemia transitoria, es decir, que surge cuando la persona hace algún esfuerzo o sufre algún estrés emocional, por ejemplo. Este tipo de angina es más común en personas que ya tienen algún tipo de aterosclerosis coronaria parcial, la cual puede empeorar y ocasionar incluso un infarto.
2. Angina inestable
Es una situación más grave que la angina estable, pues es causada por una obstrucción mayor de la oxigenación del corazón debido a un rompimiento e inflamación de la placa de la aterosclerosis, razón por la que provoca síntomas más intensos y constantes, siendo una forma de preinfarto.
3. Angina de Prinzmetal o variante
Este tipo de angina no tiene una causa clara y sucede debido a un espasmo coronario, en el que hay una interrupción del flujo sanguíneo a pesar de que la persona no posea una acumulación de grasa en la arteria o en otro tipo de estrechamientos.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la angina tiene como objetivo aliviar los síntomas y tratar la causa subyacente, y puede variar según el tipo de angina que presente la persona. Por lo general, pueden recomendarse algunos medicamentos, como:
- Medicamentos que mejoran el flujo sanguíneo, como los nitratos (isosorbida o propatilnitrato), betabloqueadores (como metoprolol), bloqueadores de los canales de calcio (como verapamilo o diltiazem), y opioides (como la morfina), especialmente cuando los síntomas son muy intensos;
- Medicamentos que reducen la formación de coágulos, como los antiagregantes plaquetarios (ácido acetilsalicílico o clopidogrel) y los anticoagulantes (como heparina);
- Antihipertensivos del tipo IECA, como captopril, o fármacos hipolipemiantes para el control del colesterol, como atorvastatina.
Además, es fundamental que la persona guarde reposo y adopte hábitos de vida saludables para prevenir nuevas crisis de angina.
Se recomienda mantener el control de la presión arterial, los niveles de colesterol y de glucemia, así como llevar una alimentación baja en sal, grasas y azúcares, y practicar actividad física de forma regular.
¿La angina tiene cura?
La angina puede curarse en personas que siguen correctamente y con disciplina el tratamiento de la isquemia cardíaca, según las indicaciones del cardiólogo.
En muchos casos, los síntomas se mantienen bien controlados con el uso de los medicamentos prescritos; sin embargo, en los casos más graves, puede ser necesario realizar un cateterismo o incluso una cirugía de revascularización coronaria.