Amnesia alcohólica (blackout): qué es, causas y cómo evitarla

La amnesia alcohólica o blackout alcohólico es la pérdida temporal de la memoria que ocurre tras consumir alcohol en exceso. No implica pérdida de consciencia, sino la incapacidad de recordar lo vivido en ese período, aunque la persona siga hablando o actuando con normalidad.

Esto sucede porque el alcohol interfiere en el funcionamiento del cerebro. A medida que aumenta su concentración en sangre, se dificulta la formación y consolidación de nuevas memorias, aunque otras funciones sigan activas.

Cuando los niveles de alcohol disminuyen, el cerebro recupera gradualmente su funcionamiento normal y la capacidad de crear recuerdos vuelve. Por eso, el blackout alcohólico es considerado un evento temporal.

¿Cómo identificar?

Para saber si se sufrió una amnesia alcohólica, es útil responder las siguientes preguntas:

• ¿Bebió mucho la noche anterior y no recuerda algunos momentos?
• ¿No logra recordar qué bebidas consumió?
• ¿No sabe cómo llegó a casa?
• ¿Olvidó haberse encontrado con amigos o conocidos?
• ¿No recuerda en qué lugares estuvo?

Si la mayoría de las respuestas es afirmativa, es probable que se haya producido una amnesia alcohólica debido al consumo excesivo de alcohol.

Además de la pérdida de memoria, también pueden presentarse otros síntomas, como confusión, desorientación y dificultad para concentrarse.

¿Cuándo es más frecuente?

La amnesia alcohólica ocurre con mayor frecuencia en personas que beben con el estómago vacío, en aquellas más sensibles a los efectos del alcohol o en quienes no consumen bebidas alcohólicas de manera habitual.

Además, mientras mayor sea la graduación alcohólica de la bebida, más altas son las probabilidades de sufrir pérdida de memoria.

Por ejemplo, la absenta, que puede contener entre 70 % y 90 % de alcohol, es una de las bebidas que más suele provocar este efecto.

¿Por qué ocurre la amnesia alcohólica?

La amnesia alcohólica o blackout sucede cuando el alcohol impide que el cerebro guarde nuevos recuerdos mientras la persona está ebria.

Aunque la persona pueda hablar, caminar o socializar, el cerebro no funciona bien en la zona que se encarga de transformar lo que vivimos en recuerdos duraderos (este lugar se llama hipocampo). Por eso, lo que pasa durante ese momento puede no recordarse nunca, como si el cerebro no hubiera "grabado" la experiencia.

Esta pérdida de memoria ocurre sobre todo cuando se bebe rápido o en gran cantidad, ya que el alcohol llega al cerebro muy rápido y afecta más su funcionamiento. Al bajar los niveles de alcohol, la capacidad de recordar vuelve a la normalidad, pero lo ocurrido durante el blackout puede quedar totalmente olvidado.

¿Cómo se puede evitar?

Para prevenir la pérdida de memoria, lo más recomendable es evitar el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, si se decide beber, algunas medidas pueden ayudar a reducir los riesgos:

• Comer antes de empezar a beber y repetir cada 3 horas, incluso después de haber iniciado el consumo;
• Tomar carbón activado antes de beber, ya que puede disminuir la absorción de alcohol en el estómago;
• Mantenerse con el mismo tipo de bebida, evitando mezclas como shots o cócteles;
• Beber un vaso de agua entre cada trago para favorecer la hidratación.

Estos cuidados no solo ayudan a prevenir la amnesia alcohólica, sino que también reducen la intensidad de la resaca, al favorecer una menor ingesta de alcohol y mantener el cuerpo hidratado.