Para curar el sarampión es importante seguir algunos consejos y cuidados que pueden ayudar a calmar los síntomas y aliviar el malestar de la fiebre, como realizar reposo, beber líquidos e ingerir los medicamentos indicados por el médico, como el paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor de cabeza y la fiebre, por ejemplo.
Si bien no hay un tratamiento específico para curar el sarampión, es muy importante seguir las indicaciones del médico para evitar posibles complicaciones que pueden ser graves, como la ceguera, encefalitis o problemas respiratorios, por ejemplo.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, cuya transmisión ocurre a través de las gotas de saliva que se esparcen por el aire, siendo el período de mayor riesgo de transmisión después del surgimiento de las manchas en la piel.
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Cómo curar el sarampión
No existe un tratamiento específico para el sarampión. Si se pueden recomendar algunos cuidados e indicaciones para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones, tales como:
1. Mantenerse de reposo y beber agua
Mantenerse de reposo es importante para que el cuerpo se recupere y tenga energía para combatir el virus. Asimismo, se debe beber mucha agua, tés o agua de coco para mantener al organismo hidratado y que pueda recuperarse. Vea qué cantidad de agua debe tomar por día.
2. Tomar medicamentos
El médico puede indicar el uso de medicamentos antipiréticos y analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar la fiebre y el dolor, siempre y cuando no contengan ácido acetilsalicílico. Por ello, fármacos como el AAS o la aspirina están contraindicados.
Los antibióticos no se utilizan para tratar el sarampión, ya que no alivian los síntomas causados por el virus. Sin embargo, pueden ser recetados si el médico detecta infecciones bacterianas asociadas, como neumonía o infecciones en los oídos o los ojos, que puedan complicar el cuadro viral.
3. Suplementar con vitamina A
Los niños y adultos con sarampión deben recibir dos dosis de suplementos de vitamina A con un intervalo de 24 horas entre ambas, para ayudar a prevenir las lesiones oculares y la ceguera y reducir el riesgo de muerte por esta enfermedad.
4. Utilizar compresas frías
El sarampión puede causar conjuntivitis, lo que hace que los ojos se tornen muy sensibles a la luz, enrojecidos y con abundante secreción. Para aliviar estas molestias, se recomienda limpiar los ojos con una compresa fría humedecida en suero fisiológico siempre que haya secreción.
Además, el uso de lentes oscuros dentro de casa puede ayudar a disminuir el malestar provocado por la sensibilidad a la luz.
Las compresas frías también pueden aplicarse para bajar la fiebre. Para ello, basta con mojar una gasa en agua fría y colocarla sobre la frente, la nuca o las axilas, ayudando así a reducir la temperatura corporal de forma natural.
5. Humidificar el aire
Es posible humidificar el aire para fluidificar las secreciones, facilitando su salida, colocando un balde con agua en la habitación donde se encuentre el individuo. Este cuidado ayuda también a mantener la laringe menos irritada, aliviando el malestar de la garganta.
En caso de tos persistente, el médico puede recetar algunos medicamentos para la tos como la desloratadina, por ejemplo. Vea cómo humidificar el aire con más detalles.
Cuánto tiempo dura el sarampión
El sarampión suele durar entre 8 y 14 días, aunque en la mayoría de las personas se prolonga por unos 10 días. Desde cuatro días antes de la aparición de los primeros síntomas y hasta la completa recuperación, la persona con sarampión puede transmitir el virus a otras personas.
Por este motivo, es fundamental que quienes se encuentren en contacto cercano estén vacunados con la triple viral, que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola.
Posibles complicaciones
El sarampión es una enfermedad autolimitada que por lo general no causa complicaciones, sin embargo, en casos muy raros el sarampión puede causar:
- Infecciones bacterianas como neumonía u otitis media;
- Equimosis o sangrados espontáneos, ya que la cantidad de plaquetas puede disminuir considerablemente;
- Encefalitis, un tipo de infección cerebral;
- Panencefalitis esclerosante subaguda, una complicación grave del sarampión que produce lesión cerebral.
Estas complicaciones del sarampión son más comunes en individuos desnutridos o que tengan algún compromiso del sistema inmune.
Cómo evitar contagiarse de sarampión
La mejor forma de evitar contagiarse con el virus del sarampión es colocarse la vacuna contra el sarampión, que se indica especialmente a los 12 meses, con una dosis de refuerzo a los 5 años, pero que puede ser colocada en cualquier persona que no haya sido vacunada.
Las personas que se colocaron la vacuna están protegidas de por vida, no siendo necesario preocuparse si hay algún caso de sarampión en alguna región cercana. Sin embargo, las personas que no hayan sido vacunadas puede contagiarse con este virus, por lo que no deben entrar en contacto con estas personas e ir a colocarse de inmediato la vacuna en un puesto de salud.
Signos de alerta para acudir al médico
Se debe acudir al médico si se presentan síntomas como:
- Fiebre por encima de 40ºC porque hay riesgo de convulsiones;
- Si la persona vomita por causa de la tos;
- Signos de deshidratación como ojos profundos, piel muy seca, llanto sin lágrimas y poca orina;
- Si no puede ingerir líquidos;
- Si surgen otros síntomas.
Estas señales pueden indicar que el cuadro empeoró, siendo necesario una nueva evaluación médica porque pueden ser utilizados otros medicamentos. En caso de que la situación sea más grave, el individuo podría ser hospitalizado para recibir hidratación vía intravenosa.
Son muy raros los casos donde la persona con sarampión sufre de complicaciones, pero pueden surgir si tiene el sistema inmune muy débil o si el virus llega al cerebro, que no es lo común. Vea más sobre el virus del sarampión en el vídeo a continuación: