Retinoblastoma: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en marzo 2023

El retinoblastoma es un tipo de cáncer raro que surge en uno o ambos ojos del bebé, el cual, cuando es identificado precozmente, puede ser tratado sin dejar secuelas.

Debido a que esta condición tiende a surgir en bebés muy pequeños, es común que no sea fácil de diagnosticar, ya que el bebé no logra expresar lo que ve o siente.

De esta forma, todos los bebés deben realizarse el tamiz oftalmológico después del nacimiento para evaluar si hay alguna alteración en el ojo que pueda ser una señal de este problema.

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Síntomas de retinoblastoma

Es posible sospechar de retinoblastoma a través de signos y síntomas como:

  • Reflejo blanco en el centro del ojo, especialmente al tomar fotos con flash;
  • Estrabismo en uno o ambos ojos;
  • Alteración del color del ojo;
  • Enrojecimiento constante en el ojo;
  • Dificultad para enfocar, haciendo que el bebé tenga dificultad para agarrar objetos cercanos.

Estos síntomas pueden surgir hasta los cinco años de edad, pero es mucho más común que el problema sea diagnosticado aún durante el primer año de vida, especialmente cuando el problema afecta ambos ojos.

Cómo confirmar el diagnóstico

La mejor forma de confirmar el diagnóstico de retinoblastoma es por medio del tamiz oftalmológico, que debe realizarse en la primera semana después del nacimiento o en la primera consulta con el pediatra.

Además del tamiz oftalmológico, el pediatra puede solicitar un ultrasonido del ojo para ayudar en el diagnóstico de retinoblastoma.

Posibles causas

El retinoblastoma es causado por el crecimiento exagerado de la retina, que es una parte del ojo que se desarrolla rápidamente en las fases iniciales del desarrollo del bebé.

Este crecimiento excesivo es causado por una alteración genética que puede ser hereditaria, pasando de los padres a los hijos, pero esta alteración puede presentarse debido a una mutación aleatoria, surgiendo incluso cuando no haya antecedentes de retinoblastoma en la familia.

Por ello, cuando alguno de los padres ha tenido retinoblastoma durante la infancia es importante informar al obstetra para que el pediatra esté pendiente al problema después del nacimiento, aumentando las posibilidades de diagnosticar el retinoblastoma precozmente.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del retinoblastoma varía de acuerdo al grado de desarrollo del cáncer. Como en la mayoría de los casos el tumor está poco desarrollado, el tratamiento normalmente se realiza con una pequeña cirugía, en que se utiliza un pequeño láser o un chorro helado para destruir las células del tumor. Estas dos técnicas se realizan bajo anestesia general para evitar que el niño sienta dolor o algún malestar.

En los casos más graves, en que el cáncer afectó otras zonas fuera del ojo, puede ser necesaria quimioterapia para intentar reducir el tumor antes de realizar la cirugía. Cuando esto no es posible, puede ser necesaria una cirugía para retirar el ojo y evitar que el cáncer continúe creciendo y poniendo en riesgo la vida del niño.

Además, el médico también puede indicar la realización de radioterapia en los casos avanzados de retinoblastoma, o braquiterapia cuando el tratamiento con quimioterapia no ha tenido éxito para eliminar el tumor.

Después del tratamiento, es necesario hacer consultas regulares con el pediatra para garantizar que el problema ha sido eliminado y no existen células cancerígenas que puedan causar que el cáncer vuelva a surgir.

Posibles secuelas

El retinoblastoma puede causar algunas secuelas cuando no se recibe tratamiento, como:

  • Desprendimiento de retina;
  • Necrosis de la retina;
  • Ceguera;
  • Catarata;
  • Metástasis del tumor hacia el cerebro;
  • Metástasis a otras partes del cuerpo, como ganglios regionales, hígado, huesos o pulmones, por ejemplo.

Algunas complicaciones también pueden surgir incluso después del tratamiento del retinoblastoma, como recurrencia del tumor, lo que significa que este puede volver surgir dentro o alrededor del ojo afectado, retinopatía o neuropatía debido a radioterapia.

Además, después del tratamiento de retinoblastoma hereditario, aún hay riesgo aumentado de desarrollo de otros tipos de tumor en el cuerpo, especialmente en el cerebro, como pineoblastoma, que es un cáncer de la glándula pineal.