La radiofrecuencia facial es un tratamiento estético que utiliza una fuente de calor y estimula la piel para producir nuevas fibras de colágeno, mejorando la calidad y elasticidad de la piel, corrigiendo las líneas de expresión y arrugas, mejorando la hidratación y firmeza del rostro.
Además, este tratamiento aumenta la circulación sanguínea y mantiene la piel firme, rejuvenecida y oxigenada, siendo una forma segura, duradera y sin dolor para combatir la flacidez del rostro. Debe ser siempre realizada por un dermatólogo o un fisioterapeuta especializado en radiofrecuencia.
La radiofrecuencia facial puede ser realizada alrededor de los ojos y de la boca, frente, pómulos, mentón y papada que son zonas donde la piel tiende a ser más flácida y en donde surgen arrugas y líneas de expresión.
Indicaciones de la radiofrecuencia
La radiofrecuencia está indicada para todos los tipos de piel en personas adultas saludables, que tengan la piel íntegra, sin heridas o infecciones, que deseen eliminar desde las primeras líneas de expresión que surgen alrededor de los 30 años de edad, hasta las arrugas más profundas que no desaparecen al estirar la piel, alrededor de los 40 años de edad.
Además, la radiofrecuencia puede indicarse en personas que tengan cicatrices de acné, ya que ayuda a disminuir la apariencia de esa cicatrices y mejorar el aspecto de la piel, siendo importante que el área a tratar no tenga ninguna señal de inflamación, ya que en ese caso el tratamiento no puede realizarse.
Las personas que tienen papada pueden realizarse este procedimiento, ya que favorece la producción de colágeno en la zona, lo cual aumenta la firmeza de la piel del rostro.
Beneficios de la radiofrecuencia
La radiofrecuencia tiene varios beneficios para piel, como:
- Mejora la flacidez de la piel;
- Disminuye las arrugas y líneas de expresión al rededor de los ojos, frente y surco nasolabial;
- Ayuda a tratar las cicatrices causadas por acné;
- Disminuye la papada;
- Combate la celulitis y grasa localizada presente en la barriga o muslos.
Este procedimiento debe ser realizado por personal de salud con experiencia en la aplicación de radiofrecuencia, para evitar complicaciones y riesgos para la piel.
Cómo prepararse
Para la realización de radiofrecuencia facial se deben tener algunos cuidados, como:
- Evitar bebidas alcohólicas por lo menos 2 días antes de la sesión;
- Preparar la piel con hidratantes faciales durante 4 a 6 semanas antes de la sesión;
- No usar maquillaje lociones o cremas hidratantes el día del tratamiento;
- No rasurarse o depilarse cualquier área del rostro el día del tratamiento;
- Informar al médico, esteticista o fisioterapeuta, si hay antecedentes de herpes labial.
Además, se debe evitar el tratamiento como peeling o láser en el rostro, por lo menos 2 semanas antes de la sesión de radiofrecuencia.
Cómo se realiza la radiofrecuencia
La radiofrecuencia facial debe ser realizada por un dermatólogo o fisioterapeuta especializado en este tipo de tratamiento y no produce dolor, por lo que no es necesario el uso de anestesia.
El equipo de radiofrecuencia emite ondas electromagnéticas que atraviesan la piel y llegan hasta la capa de grasa localizada entre la piel y el músculo, aumentando la temperatura local, lo cual aumenta la circulación sanguínea local, la oxigenación de los tejidos, además de estimular la formación de fibras de colágeno, que dan firmeza y sustento a la piel del rostro.
Los resultados puede observarse alrededor de 2 a 3 días después la 1ra sesión de tratamiento y son progresivos, esto debido a que las ondas electromagnéticas hace que las fibras de colágeno existentes se contraigan dando más firmeza a la piel, además de estimular la formación de nuevas fibras de colágeno, manteniendo el rostro jovial y sin arrugas.
¿Cuántas sesiones están indicadas?
Normalmente se indica la realización de al menos 3 sesiones, las cuales deben hacerse con un intervalo de 15 a 30 días. A partir de esto el terapeuta podrá observar cómo la piel reacciona y cuántas sesiones deben ser necesarias para eliminar eliminar las arrugas más profundas.
Cuando la persona alcanza su objetivo podrás realizarse sesiones cada 3 o 4 meses como forma de mantenimiento.
Para complementar este tratamiento en el combate de la flacidez también se recomienda consumir alrededor de 9 gramos de colágeno al día. Vea una lista de alimentos ricos en colágeno.
Cuidados después de la radiofrecuencia facial
Después de la sesión de radiofrecuencia facial se recomienda el uso de protector solar y tomar de 1,5 a 2 litros de agua al día para mantener la piel hidratada.
Además, los cuidados diarios con la piel deben mantenerse, como el uso de crema antiarrugas y tomar colágeno hidrolizado para mejores resultados.
Riesgos de la radiofrecuencia facial
El rostro es una de la áreas corporales con mayor riesgo de quemaduras porque las extremidades óseas se encuentran más próximas, por lo que el equipo debe deslizarse de forma rápida y con movimientos circulares. El terapeuta deberá verificar constantemente la temperatura de la piel para que no rebase los 41ºC, ya que temperaturas superiores pueden dejar marcas de quemaduras.
En caso de que ocurra un pequeño accidente y la zona de la piel se queme, se debe tratar el lugar afectado con pomadas para quemaduras y sólo se podrá reanudar la radiofrecuencia cuando la piel esté íntegra de nuevo.
Contraindicaciones de la radiofrecuencia
La radiofrecuencia facial no debe realizarse en personas con problema de coagulación, diabetes, síndrome de Cushing o que hayan tomado isotretinoína para el tratamiento de acné en los últimos 2 meses.
Este tratamiento tampoco debe realizarse en los siguientes casos:
- Presencia de alguna alteración de la sensibilidad en el rostro, sin poder diferenciar el frío del calor;
- En caso de prótesis metálica en los huesos de la cara o amalgama metálica en los dientes;
- Durante el embarazo;
- Toma de medicamentos anticoagulantes o corticoides;
- Áreas con tatuajes en el rostro o maquillaje definitivo;
- Uso de marcapasos;
- Herida o infección en el rostro;
- Fiebre;
- Enfermedades autoinmunes o que dejan al sistema inmune debilitado.
En estos casos, puede haber riesgo de aumento de fiebre, empeoramiento de la infección, quemaduras o que no haya el resultado esperado. Además, la radiofrecuencia no debe realizarse sobre la tiroides, ya que puede alterar su función.