Rabia en humanos: síntomas y tratamiento

Actualizado en enero 2023

La rabia en humanos es una enfermedad viral grave causada por el virus de la rabia, que afecta el sistema nervioso central (SNC), el cual puede causar la muerte en 5 a 7 días en caso de que no recibir el tratamiento adecuado.

La rabia, también conocida como hidrofobia, es transmitida principalmente cuando un animal infectado muerde a un humano. La infección puede curarse, pero es importante que la persona acuda con un médico de inmediato después de haber sido mordida o cuando surjan los primeros síntomas.

Los animales que pueden transmitir la rabia a los humanos son principalmente los perros y gatos, pero todos los animales de sangre caliente también pueden transmitir esta enfermedad. Algunos ejemplos son los murciélagos, los cuales consumen sangre, animales de producción, zorros, mapaches y monos, por ejemplo.

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Principales síntomas

Los primeros síntomas de rabia incluyen:

  • Malestar general;
  • Sensación de debilidad;
  • Dolor de cabeza;
  • Fiebre baja;
  • Irritabilidad.

En el sitio de la mordida también puede surgir algún malestar, como sensación de hormigueo o picaduras.

A medida que la enfermedad se va desarrollando, comienzan a aparecer otros síntomas relacionados con la función cerebral, como ansiedad, confusión, agitación, comportamiento anormal, alucinaciones e insomnio. Cuando surgen síntomas relacionados con la función cerebral, generalmente, la enfermedad es fatal; por lo que la persona puede ser hospitalizada para que se le administre medicación intravenosa y, de esta forma, intentar aliviar el malestar. 

¿En cuánto tiempo aparecen los síntomas de rabia en humanos?

Los síntomas de rabia en humanos comienzan alrededor de 45 días después de la mordida del animal infectado ya que el virus necesita llegar al cerebro antes de causar cualquier tipo de síntoma.

Es común que la persona ya haya sido mordida en el pasado antes de presentar alguna señal o síntoma.

Cómo ocurre la transmisión del virus

La transmisión del virus ocurre por contacto directo, es decir, es necesario que la saliva del animal o de la persona infectada entre en contacto con una herida en la piel, o con las membranas de los ojos, nariz o boca.

Por este motivo, la causa más común de transmisión de la rabia es a través de la mordida del animal, siendo más inusual que ocurra a través de arañazos. 

Cómo identificar a un animal con rabia 

En la primera fase de la infección, los animales infectados por este virus pueden estar débiles, con vómitos constantes y pérdida de peso, sin embargo, estos síntomas avanzan y se presenta salivación excesiva, comportamiento anormal y agresivo, que incluye automutilación. 

Vacuna contra la rabia humana

La mejor forma de protegerse de la rabia es mediante la vacunación de perros y gatos con tra la rabia, ya que así, aunque sea mordido por uno de estos animales, no habrá riesgo de contagio.

Las personas que trabajan con animales también pueden ser vacunados contra la rabia como prevención, ya que presentan un mayor riesgo de infectarse por el virus. Conozca cuándo se debe vacunar contra la rabia y quién lo necesita

Otras medidas de prevención son evitar el contacto con animales de la calle, abandonados y con animales silvestres a pesar de que parezca que no tienen síntomas de rabia, ya que las manifestaciones clínicas pueden tardar semanas o meses en presentarse.

Qué hacer en caso de mordedura de un animal infectado 

Cuando una persona es mordida por un animal, aunque no presente signos de rabia, especialmente si es un animal de la calle, se debe lavar la zona de la herida con agua y jabón, y acudir a emergencias o al centro de salud más cercano para evaluar el riesgo de haber sido infectado por el virus de la rabia e iniciar el protocolo de exposición al virus, que generalmente se realiza con varias dosis de la vacuna antirrábica.

Tratamiento de la rabia humana

Cuando la persona no tuvo atención médica al momento de la mordida del animal y ya aparecieron síntomas de la infección en el cerebro, generalmente, se recomienda la hospitalización dentro de la unidad de cuidados intensivos. Dependiendo de la gravedad, la persona podrá ser mantenida de forma aislada, bajo sedación profunda y con respiración asistida. Durante su permanencia en el hospital, la persona debe ser alimentada con sonda nasoentérica, utilizar sonda vesical y suero por vía intravenosa. 

Cuando el diagnóstico es confirmado, se indican medicamentos como Amantadina y Biopterina, también se pueden utilizar Midazolan, Fentanil, Nimodipina y Heparina para evitar mayores complicaciones. 

Para monitorear la mejoría de la persona, se realizan diversos exámenes para controlar los niveles de sodio, magnesio, zinc, T4, TSH y gasometría arterial, además del examen de líquido cefalorraquídeo, Doppler transcraneal, resonancia magnética y tomografía computarizada. 

Luego de confirmar la eliminación por completo del virus del organismo, a través de exámenes, el individuo podrá ser dado de alta, no obstante, esta situación es rara, puesto que la mayor parte de las personas con la infección bien desarrollada pueden acabar perdiendo la vida.