Quemaduras de tercer grado: cómo reconocer ( y qué hacer)

Actualizado en marzo 2024

La quemadura de tercer grado es el tipo más grave de quemadura, ya que destruye las capas más profundas de la piel y la capa de grasa debajo de la piel, pudiendo también afectar las glándulas sudoríparas, terminaciones nerviosas, folículos capilares, vasos sanguíneos, tendones, músculos o incluso huesos.

Este tipo de quemadura puede ser identificado mediante síntomas como una placa blanca, marrón o con aspecto carbonizado, con una textura similar al cuero, presentando poco o ningún dolor debido a la destrucción de los nervios.

La quemadura de tercer grado es una situación grave que puede poner en peligro la vida, por lo que se debe buscar ayuda médica de inmediato, llamando al servicio de urgencias lo más rápido posible.

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Cómo reconocer la quemadura de tercer grado

Las principales características que ayudan a reconocer una quemadura de tercer grado son:

  • Placa blanca, marrón, amarilla o negra, con aspecto carbonizado;
  • Piel afectada seca, con textura similar al cuero;
  • Hinchazón en la región afectada;
  • Poca o ninguna sensación de dolor.

Además, este tipo de quemadura no presenta ampollas en la piel, como la quemadura de segundo grado. Sin embargo, en algunos casos, la persona puede tener quemaduras de segundo grado, con formación de ampollas, cerca de la quemadura de tercer grado. Sepa cómo identificar la quemadura de segundo grado.

Causas de quemadura de tercer grado

Una quemadura de tercer grado puede ser causada por agentes térmicos como el fuego, explosiones, líquidos calientes o objetos muy calientes, o debido a la electricidad, radiación o exposición solar.

Además, este tipo de quemadura también puede ocurrir debido al contacto con agentes químicos como ácidos, soda cáustica, diluyentes o gasolina, provocando una quemadura química.

Primeros auxilios para una quemadura de tercer grado

Los primeros auxilios para una quemadura de tercer grado son:

  1. Llamar inmediatamente al servicio de emergencias o llevar a la persona lo más rápido posible al hospital más cercano;
  2. Enfriar la zona afectada con suero fisiológico al 0,9% o agua del grifo fría durante aproximadamente 10 minutos;
  3. Colocar cuidadosamente una gasa esterilizada humedecida en suero fisiológico o un paño limpio sobre la zona afectada, hasta que llegue la ayuda médica. Si la zona quemada es muy extensa, se puede envolver un paño limpio humedecido en suero fisiológico al 0,9% alrededor de la zona;
  4. No aplicar ningún tipo de producto en la zona afectada.

En todos los casos de quemaduras de tercer grado, la persona debe ir al hospital, ya que en algunos casos puede provocar falla en varios órganos.

En estos casos, si la víctima tiene un paro respiratorio, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar hasta que llegue la ayuda médica. Sepa cómo hacer un masaje cardíaco correctamente.

Qué no se debe hacer

En los casos de quemaduras de tercer grado, no se debe aplicar ningún producto en la zona afectada, como alcohol, azúcar, posos de café, mantequilla, aceite de cocina, ungüentos oleosos, aceite de oliva o pasta dental. Tampoco se debe aplicar hielo en la quemadura.

Además, es importante no tocar la quemadura para evitar infecciones y no retirar las capas de piel desprendida.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la quemadura de tercer grado debe realizarse en el hospital, generalmente con hospitalización, especialmente cuando afecta áreas grandes del cuerpo, para administrar suero por vía intravenosa para la hidratación, antibióticos y analgésicos, realización de desbridamiento de la herida y, en algunos casos, puede ser necesario el injerto de piel.

Además, en el hospital, el enfermero debe realizar vendajes en la zona afectada, utilizando ungüentos antibióticos y cicatrizantes, para favorecer la cicatrización de la herida y prevenir o tratar infecciones.