Después de la cirugía para retirar la vesícula biliar, llamada colecistectomía, es importante hacer algunos cambios en la alimentación para facilitar la digestión y evitar síntomas como dolor abdominal, gases o diarrea, que pueden surgir por la dificultad del cuerpo para digerir las grasas.
Esto sucede porque la vesícula es el órgano responsable de almacenar la bilis, un líquido que ayuda a digerir las grasas de los alimentos. Por eso, al ser retirada, la bilis llega al intestino de forma continua y en menor cantidad, dificultando la digestión de comidas con alto contenido de grasa, especialmente en las primeras semanas después de la cirugía.
Por este motivo, se recomienda que la alimentación sea adaptada según cada etapa de recuperación, de forma progresiva y con el acompañamiento de un nutricionista, que podrá orientar de manera individualizada según los síntomas y necesidades de cada persona.
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Dieta después de quitar la vesícula
Después de la colecistectomía, la alimentación debe ser baja en grasa, rica en frutas, verduras y cereales integrales. Esto ayuda a prevenir malestares como gases, dolor abdominal o diarrea.
Al principio, es común que el cuerpo tenga más dificultad para digerir grasas. Por eso, es importante dar preferencia a alimentos más ligeros y evitar los que contengan grasa en exceso, como carnes rojas, tocino, embutidos, mantequilla o frituras.
Con el paso de las semanas, el organismo se va adaptando a la falta de vesícula, permitiendo volver a una alimentación más variada, siempre sin exagerar en el consumo de grasas.
Qué comer en el postoperatorio inmediato (primeros 7 días)
Durante los primeros 7 días después de la cirugía, la alimentación debe ser de fácil digestión, con porciones pequeñas para reducir el esfuerzo digestivo. Se recomienda consumir:
- Vegetales cocidos, sin cáscara y sin semillas como chayote, berenjena, zanahoria, ejotes, calabacín, calabaza o betabel;
- Frutas sin cáscara y sin semillas como manzana, pera, plátano, durazno o papaya, preferiblemente en jugo sin azúcar;
- Sopas o caldos de vegetales con pollo, gallina o pavo;
- Purés sin leche ni mantequilla, como de papa, zanahoria o camote;
- Proteínas bajas en grasa como pollo y pavo sin piel, pescados blancos desmenuzados, tofu y quesos blancos bajos en grasa como ricotta, mozzarella light o cottage;
- Bebidas vegetales como leche de soya, avena o arroz;
- Carbohidratos fáciles de digerir como arroz blanco, pasta de letritas, pan blanco, galletas tipo cracker, galletas de arroz o de maíz y gelatina sin azúcar.
Esta alimentación también es útil si se presenta diarrea como efecto secundario de la cirugía. Vea qué comer en caso de diarrea.
Menú ejemplo del postoperatorio inmediato
En la tabla a continuación se muestra un menú ejemplo de 3 días para el posoperatorio inmediato:
Las porciones pueden variar según la edad, el sexo, el nivel de actividad física o si hay alguna condición de salud. Por eso, lo más recomendable es consultar a un nutricionista, quien podrá hacer una evaluación completa y adaptar el plan alimenticio a cada necesidad.
Qué comer en el postoperatorio tardío (a partir del 7º día)
Una vez que ya no se sienta dolor ni haya diarrea, se pueden incluir progresivamente alimentos con mayor contenido de fibra y grasas saludables. Se recomienda:
- Proteínas bajas en grasa como pollo o pavo sin piel, pescados blancos, huevos, tofu y cortes magros de carne roja;
- Frutas frescas con cáscara como manzana, pera, banana, papaya, durazno, naranja, sandía o fresas;
- Vegetales crudos y cocidos como zanahoria, ejote, lechuga, rúcula, tomate, remolacha, calabacín, berenjena o repollo;
- Tubérculos como papa, yuca, ocumo o camote;
- Legumbres como lentejas, frijoles, arvejas o garbanzo;
- Cereales integrales como avena, arroz, pan o pasta integral;
- Leches y yogures descremados y quesos bajos en grasa como ricotta, cottage o requesón light;
- Bebidas vegetales como leche de arroz, soya o avena;
- Tés suaves como manzanilla o toronjil.
También es importante hacer entre 5 y 6 comidas al día, en pequeñas porciones, para facilitar la digestión.
Algunas personas pueden tener gases al consumir ciertos alimentos ricos en fibra, lo que puede causar malestar por distensión abdominal. En esos casos, es mejor evitar estos alimentos hasta mejorar la tolerancia. Vea cuáles son los alimentos que producen gases.
Menú ejemplo del postoperatorio tardío
En la tabla a continuación se muestra un menú ejemplo de 3 días para el posoperatorio tardío:
Las porciones pueden variar según la edad, el sexo, el nivel de actividad física o si hay alguna condición de salud. Por eso, lo más recomendable es consultar a un nutricionista, quien podrá hacer una evaluación completa y adaptar el plan alimenticio a cada necesidad.
Qué alimentos evitar
Durante la recuperación, se deben evitar los alimentos con alto contenido de grasa o que irriten el sistema digestivo, como:
- Carnes rojas con grasa, vísceras, tocino, salchichas, chorizos, morcilla, jamón, enlatados, pescados en aceite;
- Lácteos enteros como leche completa, quesos amarillos y mantequilla;
- Grasas, como frituras, chocolate, aguacate (solo en la fase inicial), coco, cacahuates, nueces, almendras, marañón y helados;
- Comida rápida y productos industrializados, tortas, pizza, galletas rellenas, precocidos y golosinas;
- Condimentos picantes como pimienta, curry, paprika y salsas como tabasco;
- Bebidas alcohólicas y productos con cafeína como café, té negro, verde o mate.
Evitar estos alimentos ayuda a prevenir diarrea, dolor abdominal, náuseas y otros malestares digestivos.
Algunas grasas saludables como el aguacate, nueces, almendras y semillas de linaza o chía pueden reincorporarse poco a poco si hay buena tolerancia.
Preguntas frecuentes
Algunas preguntas frecuentes sobre la dieta después de quitar la vesícula son:
1. ¿Después de la operación cuándo se puede comer de todo?
El cuerpo necesita entre 3 a 6 semanas para adaptarse a la falta de vesícula. Después de este período, la persona puede volver a tener una alimentación variada, siempre que tolere bien los alimentos.
Es importante introducir los alimentos de forma progresiva y observar si causan molestias. Llevar un diario de alimentos puede ayudar a identificar intolerancias.
Con el tiempo, se pueden incluir fuentes de grasas buenas como aguacate, semillas de chía o linaza, salmón, atún, aceite de oliva, almendras o nueces, siempre en pequeñas cantidades.
En algunos casos, la diarrea puede persistir por varias semanas o meses, afectando hasta al 20 % de las personas. Si no mejora, el médico puede indicar tratamiento con colestiramina u otros medicamentos.
2. ¿Se puede comer huevo después de una cirugía de vesícula?
Después de una cirugía para quitar la vesícula, se puede comer huevo, pero su consumo debe hacerse con moderación y de forma progresiva, ya que contiene grasas que pueden causar molestias digestivas en algunas personas.
Durante las primeras semanas, lo ideal es evitar el consumo de huevo, sobre todo la yema, porque tiene un contenido más alto de grasa y colesterol.
Cuando no hayan síntomas digestivos, se puede reintroducir el huevo cocido en pequeñas cantidades, preferiblemente empezando por la clara, que es más fácil de digerir. La yema puede añadirse más adelante si hay buena tolerancia.
Además, estudios indican que el consumo frecuente de huevo en los primeros meses después de la cirugía puede aumentar el riesgo de presentar síntomas del síndrome poscolecistectomía, como dolor abdominal y diarrea, especialmente cuando se combina con una dieta rica en proteínas animales y colesterol.
Por eso, el huevo puede formar parte de la dieta después de quitar la vesícula, pero debe incluirse con precaución, según la tolerancia individual. Lo ideal es que el nutricionista oriente la alimentación y defina el momento adecuado para reintroducir este alimento.
3. ¿Al quitar la vesícula se aumenta o se baja de peso?
Después de la cirugía, muchas personas bajan de peso por los cambios en la dieta, que suele ser baja en grasas y rica en vegetales y fibra.
Si se mantiene una alimentación saludable, la pérdida de peso puede mantenerse. Sin embargo, si se retoma una dieta rica en grasas, puede ocurrir aumento de peso o malestar digestivo.
Lo ideal es continuar con una dieta equilibrada, con grasas buenas en moderación y control en las porciones.
Vea en el siguiente video algunos consejos de la nutricionista Tatiana Zanin sobre qué comer después de la cirugía de la vesícula biliar: