Operación de cáncer de próstata: cómo se realiza, recuperación y riesgos

Actualizado en noviembre 2023

La operación de la próstata es la principal forma de tratamiento para el cáncer de próstata ya que, en la mayoría de los casos, es posible extirpar todo el tumor maligno y curarse definitivamente, especialmente cuando la enfermedad no se encuentra en fases avanzadas y no ha hecho metástasis hacia otros órganos.

Esta cirugía se denomina prostatectomía, siendo realizada, de preferencia, en hombres con menos de 75 años de edad, considerados como población de riesgo quirúrgico bajo a intermedio. Aunque este tratamiento es muy eficaz, también podría ser necesario realizar quimioterapia o radioterapia después de la cirugía para eliminar todas las células malignas que puedan haber quedado.

El cáncer de próstata es de crecimiento lento, por lo que no siempre es necesario realizar la cirugía inmediatamente después de descubrir el diagnóstico, pudiendo evaluarse su desarrollo durante un período, sin que esto aumente el riesgo de complicaciones.

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Cuándo está indicada

La cirugía para remover la próstata está indicada en los siguientes casos:

  • Cáncer de próstata localizada, es decir, el tumor está confinado en la próstata, sin haberse diseminado a los tejidos alrededor de la misma o a otros órganos, como ganglios linfáticos, huesos, hígado, pulmones, vejiga o intestinos, por ejemplo:
  • Cáncer de próstata localmente avanzado, donde el cáncer se diseminó al área externa de la próstata, y la cirugía es realizada asociada a otros tratamientos.

La cirugía para remoción de la próstata normalmente es realizada en hombres menores de 75 años de edad, que se consideran de riesgo quirúrgico bajo a intermedio, es decir, con enfermedades crónicas controladas, como diabetes o hipertensión. 

La prostatectomía radical debe ser realizada bajo indicación del oncólogo y es llevada a cabo por un cirujano oncológico o urológico.

Cómo prepararse para la cirugía

Para prepararse para la cirugía de próstata, es importante aclarar con el médico todas las dudas sobre la cirugía, la técnica que será empleada, los riesgos, las complicaciones, la recuperación y las expectativas.

Asimismo, es importante informarse si posee alguna alergia a medicamentos, a alimentos o a cualquier otra sustancia, además de informar todos los medicamentos que utiliza con frecuencia, incluyendo suplementos, vitaminas, tés o remedios naturales.

En ciertos casos, el médico debe solicitar suspender medicamentos algunos días antes de la cirugía para evitar sangrados o hemorragias.

Antes de llevar a cabo la cirugía, se deben realizar todos los exámenes solicitados por el médico, los cuales deben ser llevados al hospital el día de la cirugía. El día antes de la operación, se debe hacer ayuno absoluto durante al menos 8 horas, según las indicaciones del médico.

Cómo se realiza la operación

La cirugía para el cáncer de próstata es realizada por el cirujano urológico u oncológico en el hospital, bajo anestesia general; sin embargo, también puede ser llevada a cabo con anestesia raquídea, que es aplicada en la columna, lo que varía con la técnica quirúrgica que será realizada.

Durante la cirugía, toda la próstata es retirada, aparte de los tejidos alrededor de la próstata, la uretra prostática, las vesículas seminales y las ampollas de los conductos deferentes. 

Esta cirugía puede incluso estar asociada a la realización de una linfadenectomía, que consiste en retirar ganglios linfáticos de la región pélvica.

En promedio, la cirugía demora 2 horas, y por lo general es necesario permanecer hospitalizados durante 2 o 3 días.

Tipos de prostatectomía

Para remover la próstata, la cirugía puede ser hecha por vía robótica o por laparoscopia, es decir, a través de pequeños orificios en el abdomen por donde pasan instrumentos para remover la próstata, o por laparotomía donde se hace un corte mayor en la piel.

Los principales tipos de cirugía utilizados son:

  • Prostatectomía radical retropúbica: en esta técnica, el médico hace un pequeño corte en la piel junto al ombligo para extirpar el tumor de la próstata;
  • Prostatectomía radical perineal: se hace un corte entre el ano y el escroto y se quita el tumor. Sin embargo, esta técnica se utiliza con menos frecuencia que la anterior, pues los nervios responsables de la erección son siempre afectados, pudiendo causar impotencia;
  • Prostatectomía radical asistida por robótica: en esta técnica el médico controla un robot que posee unos brazos y, por esto, la técnica es más precisa disminuyendo el riesgo de secuelas;
  • Resección transuretral de la próstata: generalmente se realiza en el tratamiento de la ARTIGO MAPEADO PARA ES: hiperplasia benigna de la próstata; sin embargo, en los casos de cáncer en que no se puede realizar la prostatectomía radical pero hay presencia de síntomas, puede utilizarse esta técnica.

En la mayoría de los casos, la técnica más indicada es la cirugía asistida por robot, ya que produce menos dolor, hay menos pérdida de sangre y el tiempo de recuperación es más rápido.

Cómo es la recuperación de la prostatectomía

La recuperación es relativamente rápida y apenas se recomienda mantenerse de reposo, evitando esfuerzos durante un período entre 10 a 15 días. Después de este tiempo, se puede volver a realizar las actividades diarias como manejar o trabajar, sin embargo, el permiso para realizar grandes esfuerzos solo ocurre al cabo de 90 días después de la cirugía. En el caso de las relaciones sexuales pueden retomarse al cabo de 40 días.

En el posoperatorio de la prostatectomía es necesario colocar un tubo en la vejiga conocido como sonda vesical para poder orinar, esto se realiza debido a que las vías urinarias se inflaman, impidiendo el paso de la orina. Esta sonda debe ser utilizada durante 1 a 2 semanas, y es retirada cuando el médico lo indique. Vea ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES: qué cuidados tener con la sonda vesical durante este período.

Además de la cirugía, puede ser necesario la realización de quimioterapia, hormonoterapia y/o radioterapia para eliminar las células malignas que no fueron retiradas en la cirugía o que se propagaron hacia los otros órganos, evitando que continúen multiplicándose. Vea ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES: todas las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata.

Posibles riesgos

Además de los riesgos generales como la infección en el lugar de la cicatriz o hemorragia, la cirugía para el cáncer de próstata puede tener otras secuelas importantes como:

1. Incontinencia urinaria

Después de la cirugía, el hombre puede presentar alguna dificultad para controlar la salida de orina, resultando en incontinencia urinaria. Esta incontinencia puede ser leve o total y, generalmente, dura algunas semanas o hasta varios meses después de la cirugía.

Este problema es más común en los ancianos, pero puede suceder a cualquier edad dependiendo del grado de evolución del cáncer y el tipo de cirugía.

2. Disfunción eréctil

La disfunción eréctil es una de las complicaciones más frecuentes y preocupantes para los hombres, ya que dejan de iniciar o mantener una erección. Esto ocurre porque cerca de la próstata existen nervios importantes que controlan la erección. Por lo que la impotencia es más común en los casos donde el cáncer está avanzado y es necesario retirar muchas áreas afectadas, pudiendo inclusive ser necesario extirpar los nervios.

En otros casos, la erección puede verse afectada tan solo por la inflamación de los tejidos que se encuentran alrededor de la próstata, haciendo con que los nervios queden presionados. Generalmente en estos casos, esta situación mejora con el paso del tiempo, a medida que la inflamación va disminuyendo y los tejidos se van recuperando.

Para ayudar durante los primeros meses, el urólogo puede que recomiende algunos medicamentos como ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES: sildenafil (Viagra),ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES:  tadalafil (Cialis) o lodenafil, que ayudan a tener una erección satisfactoria. Conozca ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES: más sobre cómo tratar la impotencia sexual masculina.

3. Infertilidad

La cirugía para el cáncer de próstata corta la conexión entre los testículos, que es donde los espermatozoides son producidos, y la uretra. Por esto, el hombre no podrá generar un hijo por medios naturales. Los testículos producirán esperma pero estos no serán eyaculados.

Como la mayoría de los hombres afectados por el cáncer de próstata son adultos mayores, la infertilidad no suele ser una gran preocupación pero en caso que sea un hombre joven o que desee tener hijos, se recomienda conversar con el urólogo y evaluar la posibilidad de conservar espermatozoides en clínicas especializadas.

Exámenes y consultas después de la cirugía

Después de finalizar el tratamiento del cáncer de próstata es necesario realizar el examen del antígeno prostático (PSA) cada 6 meses durante 5 años. El médico también podrá solicitar una gammagrafía ósea y otros exámenes de imagen anualmente para garantizar que está todo bien o diagnosticar cualquier alteración lo más temprano posible.

También es posible que se indique la realización de terapia con un psicólogo como parte del tratamiento, ya que tanto la parte emocional como la sexualidad pueden verse afectadas. El apoyo de la familia y de los amigos más cercanos también es de gran ayuda para superar las dificultades que conlleva la enfermedad.

¿El cáncer puede volver?

Si, hombres diagnosticados con cáncer de próstata y tratados con propósitos curativos, pueden presentar recurrencia de la enfermedad y llegar a necesitar de un tratamiento complementario. Por lo que es fundamental el acompañamiento regular con el urólogo, realizando los exámenes solicitados para un mayor control de la enfermedad.

Además, se aconseja tener hábitos saludables y no fumar, además de realizar exámenes de diagnóstico periódicamente, siempre que sean solicitados por el médico, ya que cuanto más precoz se realiza el diagnóstico de cáncer o su seguimiento, mayores son las posibilidades de cura.

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