MERS: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2021

El Síndrome Respiratorio del Oriente Medio, también conocido como MERS, es una enfermedad provocada por el virus de la familia de los coronavirus del tipo MERS-CoV, que provoca fiebre, tos y estornudos, pudiendo hasta causar neumonía o insuficiencia renal cuando el sistema inmune está debilitado, debido al VIH o a tratamientos para el cáncer, por ejemplo, y en estos casos hay un mayor riesgo de muerte.

Esta enfermedad surgió originalmente en Arabia Saudita, pero se ya se ha extendido a más de 24 países, aunque afecte especialmente a países del Medio Oriente y al parecer se propaga a través de gotas de saliva, transmitiéndose fácilmente por tos o estornudos.

El tratamiento de este síndrome consiste apenas en el alivio de los síntomas porque es causada por un virus, que todavía no posee un tratamiento específico. Para protegerse, es importante mantener una distancia segura de al menos 6 metros del enfermo, además, para no contagiarse con este virus, se aconseja no viajar para regiones donde existan casos de esta enfermedad, por no existir una vacuna, ni tratamiento específico.

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Principales síntomas

En muchos casos, los síntomas del ​Síndrome Respiratorio do Oriente Medio, pueden ser difíciles de identificar, sin embargo los más comunes incluyen:

  • Fiebre por encima de 38ºC;
  • Tos persistente;
  • Falta de aire;
  • Algunos pacientes pueden presentar náusea, vómito y diarrea.

Estos síntomas pueden aparecer de 2 a 14 días después del contacto con el virus y por esto, en caso de sospecha se debe acudir al puesto médico e informar que estuvo en uno de los lugares afectados por el coronavirus, por ser una enfermedad que debe ser del conocimiento de las autoridades.

Algunas personas a pesar de estar contaminadas, presentan solamente síntomas leves, semejantes al de una gripe común. Sin embargo, ellas pueden transmitir la enfermedad a otros y estos quedar gravemente afectados debido a su propio estado de salud antes de estar contaminadas.

Cómo protegerse

La mejor manera de prevenir una infección con MERS es evitar el contacto con personas o animales contaminados y evitar viajar para los países del Medio Oriente durante épocas de epidemia. Quien vive en estos lugares debe usar una máscara en el rostro para protegerse.

Los países que pertenecen al Oriente Medio incluyen:

  • Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes,

  • Irak, Cisjordania, Gaza, Jordania, Líbano, Omán,

  • Catar, Siria, Yemen, Kuwait, Baréin.

Hasta que la epidemia de MERS haya sido controlada, se debe evitar viajar a esos países y prevenir el contacto con camellos o dromedarios, porque se cree que pueden transmitir al coronavirus.

Cómo evitar la transmisión 

Cómo aún no existe una vacuna específica contra el MERS, para evitar la contaminación de otras personas, se recomienda que el paciente no asista al trabajo o la escuela y tenga los siguientes cuidados:

  • Lavar las manos con agua y jabón con frecuencia, y utilizar alcohol en gel para desinfectar las manos;
  • Siempre que estornude o tosa se debe colocar un pañuelo desechable sobre la nariz o la boca para contener las secreciones y evitar que el virus se expanda, botar el pañuelo en la papelera;
  • Evitar tocar los ojos, nariz o boca sin lavarse las manos;
  • Evitar el contacto cercano con otras personas, evitando besos y abrazos;
  • No compartir objetos de uso personal como cubiertos, platos o vasos con otras personas;
  • Pasar un paño con alcohol en todas las superficies con las que se suele estar en contacto, como las manillas de las puertas, el teclado de la computador, entre otros.

Otro cuidado importante que la persona infectada debe tener es evitar el contacto próximo con otras personas, manteniendo una distancia segura de aproximadamente 6 metros de distancia.

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Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento consiste en el alivio de los síntomas y generalmente se realiza en casa. No obstante, algunos pacientes pueden tener complicaciones como neumonía o comprometimiento de los riñones y, en estos casos, deben permanecer internados para recibir los cuidados necesarios.

Personas saludables que son contaminadas tiene más probabilidades de ser curadas, sin embargo, personas con el sistema inmune comprometidos, que tengan diabetes, cáncer, problemas cardíacos o pulmonares y enfermedad renal, tienen mayor probabilidades de ser contaminadas o de ser gravemente afectadas, con mayor riesgo de muerte.

Durante la enfermedad el paciente debe permanecer de reposo, quedando en cuarentena, siguiendo todas las orientaciones del médico para evitar transmitir el virus a otras personas. Los pacientes gravemente afectados, que desarrollan neumonía o insuficiencia renal deben permanecer internados en el hospital para que reciban todos los cuidados necesarios. En estos casos, el paciente puede necesitar de respirar con ayuda de aparatos y someterse a hemodiálisis para filtrar la sangre adecuadamente, previniendo complicaciones.

Cómo fortalecer el sistema inmune 

Para fortalecer el sistema inmune y facilitar la recuperación, se aconseja beber 2 litros de agua por día, tener una alimentación saludable, ingerir la mayor cantidad de vegetales, verduras, frutas y carnes sin grasas, mientras que se deben evitar los alimentos industrializados y procesados.

Mejorando el funcionamiento intestinal puede contribuir a una recuperación más rápida y por esto, se recomienda ingerir yogures con probióticos e ingerir más alimentos ricos en fibra. Conozca qué son los probióticos y cómo tomarloscuáles son los alimentos ricos en fibra.

Signos de mejoría

En las personas que poseen un buen estado de salud y no poseen ninguna enfermedad crónica o autoinmune y que raramente se encuentran enfermos, los signos de mejoría suelen surgir al cabo de algunos días, disminuyendo el malestar general y la fiebre.

Signos de empeoramiento y complicaciones 

Los signos que indican que la enfermedad está empeorando suele surgir en pacientes que sufren otras enfermedades o que poseen el sistema inmune débil. En estos casos, la enfermedad se puede agravar y surgir síntomas, como aumento de la fiebre, mucha flema, dificultad para respirar, dolor en el pecho y escalofríos que sugieren la presencia de neumonía o síntomas como disminución de la producción de orina e hinchazón corporal, que sugieren insuficiencia renal.

Los pacientes que presentan estos síntomas deben permanecer internados en el hospital para recibir todo el tratamiento necesario, sin embargo, no siempre es posible salvar su vida.