No existe una pastilla que sea mejor que otra para la diabetes, ya que su efectividad varía según cada persona y sus condiciones de salud. Entre las opciones para la diabetes se encuentran la metformina, los inhibidores SGLT2, los agonistas GLP-1, las gliptinas y las sulfonilureas, cuyo objetivo principal es controlar los niveles de glucosa en la sangre y preservar la salud general del organismo.
La metformina suele ser la primera opción por su eficacia, accesibilidad y perfil seguro, mientras que los inhibidores SGLT2 y los agonistas GLP-1 también cuidan el corazón y los riñones en personas con enfermedades asociadas, como hipertensión u obesidad.
Las gliptinas ayudan a controlar el azúcar en la sangre estable, reduciendo el riesgo de descensos bruscos de la glucosa y las sulfonilureas favorecen la producción de insulina, aunque requieren supervisión médica debido a posibles efectos secundarios, como hipoglucemia o aumento de peso. Conozca más sobre la diabetes.
Es importante acudir al endocrinólogo ante mareos, visión borrosa, sed intensa o fatiga inusual, ya que estos síntomas pueden señalar que el tratamiento no está controlando la glucosa correctamente y requieren ajuste de medicación o evaluación de complicaciones.