Mandíbula dislocada: síntomas, qué hacer y tratamiento

La mandíbula dislocada es cuando la articulación temporomandibular (ATM), que conecta la mandíbula al cráneo, se desajusta o se desplaza de su posición normal. Esta condición puede ser dolorosa y dificultar la apertura y cierre de la boca.

Esta situación puede producirse si se abre mucho la boca, cuando existe algún problema en la articulación temporomandibular o por un golpe. Si la mandíbula se disloca y no regresa al sitio correcto, se debe acudir inmediatamente al hospital, pues no debe intentarse su reposición en casa. 

El tratamiento para la dislocación de mandíbula debe ser indicado y llevado a cabo por un cirujano maxilofacial, odontólogo o médico general, pues este consiste en la aplicación de una técnica para reposicionar la mandíbula en el lugar correcto. Además, en casos más graves, puede ser necesaria la realización de una cirugía. 

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Síntomas de mandíbula dislocada

Los síntomas de la mandíbula dislocada son:

  • Dolor intenso en la mandíbula;
  • Incomodidad;
  • Dificultad para hablar;
  • Incapacidad para abrir o cerrar la boca.

Además, la mandíbula puede torcerse hacia un lado y chasquidos o crujidos al mover la mandíbula. Es importante que, si se sospecha de una dislocación de la mandíbula, no se realice ningún procedimiento para reposicionarla por cuenta propia ni por otra persona que no sea un profesional de salud capacitado.

Posibles causas

La mandíbula puede dislocarse debido a alguna lesión o a situaciones en las que se abre mucho la boca, como al bostezar, durante procedimientos odontológicos, al morder un alimento de gran tamaño o incluso al vomitar. 

No obstante, también puede ocurrir en personas que tengan una malformación de los huesos de la mandíbula o problemas en la articulación temporomandibular, que hayan tenido lesiones anteriores en la mandíbula o que sufran del síndrome de hipermovilidad, el cual es una condición en la que ocurre una laxitud de los ligamentos y las articulaciones. 

La dislocación también es más probable que ocurra en personas que ya sufrieron de esta afección anteriormente. 

Qué hacer

Ante la dislocación de la mandíbula se debe acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano o llamar al número de emergencia.

Es importante mantener la mandíbula en su lugar suavemente con la mano o con una venda, la cual se debe colocar debajo de la misma y sobre la parte superior de la cabeza, mientras se espera por la atención médica. No se debe intentar reposicionar la mandíbula por si propio o por otra persona-

En el hospital, además de realizar una evaluación física general, el médico podrá solicitar exámenes de imagen, como una radiografía, tomografía computarizada y/o resonancia magnética, para confirmar la fractura e indicar el tratamiento más adecuado. 

Cómo es el tratamiento

En ciertas ocasiones, la mandíbula puede volver a su lugar sin que sea necesario realizar un tratamiento.

No obstante, si esto no ocurre, puede ser necesaria la intervención de un cirujano maxilofacial, dentista o un médico general, el cual va a colocar la mandíbula nuevamente en su sitio, tirándola hacia abajo e inclinando la barbilla hacia arriba para reubicar el cóndilo mandibular, que es una estructura que se encuentra en la mandíbula en la ATM. Este procedimiento se suele realizar bajo anestesia local o general.

Luego de que la mandíbula esté nuevamente en su lugar, el médico puede colocar un "vendaje de Barton" para limitar el movimiento del maxilar y evitar otra luxación. Además, el médico también podrá indicar medicamentos analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación. 

En caso de que la dislocación del maxilar sea muy frecuente, puede ser necesario recurrir a cirugía para fijar el cóndilo con suturas, con la finalidad de evitar que la articulación temporomandibular se bloquee nuevamente y así reducir el riesgo de futuras dislocaciones. 

Cuidados después de la reposición de la mandíbula

Algunos cuidados que se deben tener después de la reposición de la mandíbula son:

  • Evitar abrir la boca de forma exagerada durante al menos 6 semanas;
  • Evitar comer alimentos duros que exijan mucha masticación, como carne, zanahoria cruda o pan tostado;
  • Dar preferencia a una dieta blanda, que incluya sopas, puré, carne desmenuzada, vegetales cocidos, puré de frutas, entre otros. Vea cómo hacer una dieta blanda.

Además, también es posible colocarse una compresa fría entre 10 a 20 minutos de 2 en 2 horas para aliviar la hinchazón y el dolor. 

Cómo prevenirlo

No siempre es posible prevenir la dislocación de la mandíbula, sin embargo, algunas medidas para evitarlo son el uso de un protector bucal, casco o cualquier elemento que proteja el rostro durante la ejecución de algún deporte.

Asimismo, evitar morder alimentos muy grandes de una sola vez, evitar masticar alimentos muy duros o tener cuidado al abrir la boca al bostezar también son medidas importantes que se pueden adoptar, principalmente si ya se ha sufrido de una dislocación mandibular.

Es importante visitar regularmente al odontólogo para detectar y tratar problemas dentales o de la mandíbula de forma precoz. Además, se debe informar al dentista si se presenta dolor, chasquidos o dificultad para mover a mandíbula, de manera que se realice un diagnóstico y se inicie el tratamiento más adecuado.