Sangrado postparto: cuidados y cuándo debe preocuparse

Actualizado en julio 2022

El sangrado en el postparto, cuyo nombre técnico es loquios, es una situación normal que dura en promedio 5 semanas y se caracteriza por la salida de sangre roja oscura, de consistencia espesa y, que a veces, presenta coágulos de sangre. 

Este sangrado se compone de sangre, moco y restos del tejido del útero y, a medida que el útero se contrae y vuelve a su tamaño normal, la cantidad de sangre que pierde va disminuyendo y su color va siendo cada vez más claro hasta que desaparece por completo.

En esta etapa es importante que la mujer se mantenga atenta a la cantidad de sangre que se pierde, al color, olor y a si hay o no la presencia de coágulos, pues en caso observe cualquier alteración, es importante acudir al médico para que realice una evaluación y, si es necesario, indique el tratamiento más adecuado. 

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Cuidados en el postparto

Después del parto se recomienda que la mujer permanezca en reposo, evite realizar esfuerzos, lleve una dieta sana y equilibrada y beba muchos líquidos. Además, se recomienda mantenerse atenta a las características del loquios a lo largo de las semanas, debiendo observar la cantidad de sangre que pierde, el color, olor y si hay o no la presencia de coágulos.

Además, se recomienda el uso toallas femeninas nocturnas y que se evite el uso de tampones, ya que aumentan el riesgo de que proliferen bacterias hacia el útero y se produzca una infección, causando complicaciones. 

En los casos donde el médico considere necesario hacer un legrado, el médico puede indicar el uso de antibióticos 3 a 5 días antes del procedimiento para disminuir el riesgo de complicaciones. 

Signos de alerta para acudir al médico

El loquios es una situación considerada normal después del parto, sin embargo es importante que la mujer esté atenta a las características de este sangrado a lo largo del tiempo, ya que puede ser un signo de complicaciones que deben ser investigadas y tratadas de acuerdo con las orientaciones del ginecólogo.

Algunos signos de alerta en la que la mujer debe llamar a su médico o acudir al hospital son: 

  • Tener que cambiarse la toalla sanitaria cada hora;
  • Observar que la sangre, que ya era más clara, se torna de color rojo vivo;
  • Si aumenta la pérdida de sangre al cabo de la 2º semana del posparto;
  • Identificación de grandes coágulos de sangre, mayores que una bola de ping-pong;
  • Si la sangre tiene un olor muy feo;
  • Si tiene fiebre o mucho dolor abdominal.

En caso de que surja cualquiera de estos signos y síntomas es importante contactar a su médico tratante, puesto que puede ser una señal de infección postparto o de una vaginosis bacteriana, una infección vaginal causada por la bacteria Gardnerella vaginalis.

Además de esto, estos signos también pueden indicar la presencia de restos de placenta o advertir que el útero no está regresando a su tamaño normal, lo que puede ser solucionado con el uso de medicamentos o con la realización de un legrado o curetaje. Conozca qué es y en qué consiste un legrado

¿Cómo se realiza el legrado?

El legrado, conocido también como curetaje, es un procedimiento realizado por el ginecólogo en un ambiente hospitalario, el cual está indicado cuando hay señales de infección. El procedimiento es relativamente simple, hecho bajo anestesia, y la recuperación no es complicada, sin embargo, la mujer debe permanecer hospitalizada 1 o 2 días sin ver a su bebé. 

Antes del legrado el médico puede indicar el uso de antibióticos de 3 a 5 días antes del procedimiento, para disminuir el riesgo de complicaciones. Por eso, en caso de que la mujer esté amamantando, es importante consultar al médico para saber si puede continuar lactando al mismo tiempo en que se toma los medicamentos para preparase para el procedimiento quirúrgico, ya que algunos medicamentos están contraindicados en este período.

En caso de que no sea posible amamantar, la mujer podrá extraer leche de sus senos con las manos o con una bomba especial, la cual debe ser almacenada en el congelador de inmediato. Cuando sea la hora de comer del bebé, la mujer u otra persona, podrá descongelar la leche y dársela al bebé en un biberón o en un vaso que esté adaptado con la forma del pezón, para no perjudicar al momento de que se regrese a lactar del seno materno. 

¿Cómo es la menstruación después del parto?

La menstruación después del parto generalmente regresa a la normalidad cuando la lactancia deja de ser exclusiva. De este modo, si el bebé es amamantado o si toma pequeñas cantidades de leche artificial para completar la lactancia, la mujer no debería estar menstruando. 

En estos casos, la menstruación deberá regresar cuando la mujer produzca menos leche, ya que el bebé es amamantado menos y pasa a tomar jugos y a comer papillas. 

Sin embargo, cuando la mujer no amamanta, su menstruación puede regresar más pronto, alrededor del segundo mes postparto, y en caso de duda, se debe consultar al ginecólogo o al pediatra en las consultas de rutina.