Sangrado postparto: cuidados y cuándo debe preocuparse

El sangrado que ocurre después del parto, conocido técnicamente como loquios, es un proceso normal que suele durar en promedio cinco semanas. Se caracteriza por la salida de sangre de color rojo oscuro, de consistencia espesa y que, en ocasiones, puede contener coágulos.

Este sangrado está compuesto por sangre, moco y restos del tejido uterino. A medida que el útero se contrae y recupera su tamaño normal, la cantidad de sangrado disminuye gradualmente y su color se aclara hasta desaparecer por completo.

Durante esta etapa, es fundamental que la mujer observe la cantidad, el color, el olor y la presencia de coágulos en el sangrado. Si nota cualquier cambio o alteración, debe acudir al médico para una evaluación adecuada y, si es necesario, recibir el tratamiento correspondiente.

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Cuidados en el posparto

Después del parto, se recomienda que la mujer permanezca en reposo, evite realizar esfuerzos físicos, mantenga una alimentación sana y equilibrada y beba abundante agua. Además, es importante vigilar las características de los loquios a lo largo de las semanas, observando la cantidad de sangre, su color, olor y la presencia o no de coágulos.

También se aconseja utilizar toallas femeninas nocturnas y evitar el uso de tampones, ya que estos pueden favorecer la proliferación de bacterias en el útero, aumentando el riesgo de infecciones y complicaciones.

En los casos en que el médico considere necesario realizar un legrado uterino, puede indicar el uso de antibióticos durante 3 a 5 días antes del procedimiento, con el fin de disminuir el riesgo de infecciones o complicaciones posteriores.

Signos de alerta para acudir al médico

El loquio es una situación normal después del parto; sin embargo, es importante que la mujer permanezca atenta a las características de este sangrado a lo largo del tiempo, ya que pueden ser un signo de complicaciones que deben ser evaluadas y tratadas según las indicaciones del ginecólogo.

Algunos signos de alerta por los cuales la mujer debe llamar a su médico o acudir al hospital son:

  • Tener que cambiar la toalla sanitaria cada hora.
  • Notar que la sangre, que ya era más clara, vuelve a tornarse de color rojo vivo.
  • Aumentar la pérdida de sangre después de la segunda semana del posparto.
  • Presencia de coágulos grandes, mayores que una pelota de ping-pong.
  • Sangre con olor fétido.
  • Fiebre o dolor abdominal intenso.

En caso de presentarse cualquiera de estos signos o síntomas, es importante contactar al médico tratante, ya que pueden ser una señal de infección posparto o de vaginosis bacteriana, una infección vaginal causada por la bacteria Gardnerella vaginalis.

Asimismo, estos signos también pueden indicar la presencia de restos de placenta o advertir que el útero no está regresando a su tamaño normal, situaciones que pueden requerir tratamiento con medicamentos o la realización de un legrado (curetaje). Conozca qué es y en qué consiste un legrado

¿Cómo se realiza el legrado?

El legrado, también conocido como curetaje, es un procedimiento realizado por el ginecólogo en un ambiente hospitalario y está indicado cuando existen signos de infección. Se trata de un procedimiento relativamente sencillo, que se realiza bajo anestesia. La recuperación suele ser rápida, aunque la mujer debe permanecer hospitalizada uno o dos días, durante los cuales no podrá ver a su bebé.

Antes del legrado, el médico puede indicar el uso de antibióticos durante tres a cinco días previos al procedimiento, con el fin de disminuir el riesgo de complicaciones. Por este motivo, si la mujer está amamantando, es fundamental consultar al médico para saber si puede continuar con la lactancia mientras toma los medicamentos necesarios para la preparación quirúrgica, ya que algunos fármacos están contraindicados durante este período.

En caso de que no sea posible amamantar, la mujer puede extraer la leche materna manualmente o utilizando una bomba especial. La leche debe almacenarse inmediatamente en el congelador. Cuando llegue el momento de alimentar al bebé, la madre o una persona de apoyo podrá descongelarla y ofrecerla al bebé en un biberón o en un vaso con una tetina adaptada a la forma del pezón, de manera que no se dificulte el regreso a la lactancia materna directa.

¿Cómo es la menstruación después del parto?

La menstruación después del parto generalmente vuelve a la normalidad cuando la lactancia deja de ser exclusiva. De este modo, si el bebé es amamantado o recibe pequeñas cantidades de leche artificial para complementar la lactancia, la mujer normalmente no tendrá menstruación.

En estos casos, la menstruación reaparecerá cuando la producción de leche disminuya, lo que ocurre cuando el bebé es amamantado con menos frecuencia y comienza a consumir jugos o papillas.

Sin embargo, si la mujer no amamanta, la menstruación puede regresar antes, aproximadamente alrededor del segundo mes postparto. Ante cualquier duda, se recomienda consultar al ginecólogo o al pediatra durante las consultas de rutina.