Los linfocitos son un tipo de célula defensora del organismo, conocidas como leucocitos o glóbulos blancos, responsables de la producción de anticuerpos y de ayudar en el combate de infecciones. Se clasifican principalmente en linfocitos B y linfocitos T, que desempeñan diferentes funciones en el sistema inmunológico.
La cantidad de estos leucocitos en la sangre puede evaluarse mediante un hemograma, y las alteraciones en sus niveles pueden indicar diversos problemas de salud. Los linfocitos pueden estar altos o bajos en casos de infecciones, deficiencias nutricionales, enfermedades autoinmunes o, aunque raro, cáncer.
Lea también: Leucocitos: valores normales y por qué pueden estar altos o bajos tuasaude.com/es/leucocitosSi se sospecha de alteraciones en los linfocitos tras un análisis, se recomienda consultar a un médico general. Es importante que el resultado sea analizado detalladamente para identificar la causa de las alteraciones y determinar el tratamiento más adecuado.
Valores normales de los linfocitos
Los valores normales de los linfocitos son entre 1000 a 4000 linfocitos por mm³ de sangre, que representa el 20 a 40% del recuento relativo. Estos valores de referencia pueden variar de un laboratorio a otro.
Valores por encima del valor de referencia es conocido como linfocitosis y por debajo linfopenia.
Cómo saber si los linfocitos están normales
Para saber si los linfocitos están normales, ingrese los resultados de sus análisis en la calculadora a continuación:
Es importante recalcar que los resultados deben ser evaluados por el médico que solicitó el examen, en caso exista alguna alteración.
Linfocitos alterados
Se considera que los linfocitos están alterados cuando en la hematología completa el resultado se encuentra por encima o por debajo de los valores de referencia, considerándose como linfocitosis o linfopenia respectivamente.
Por lo que las principales causas de estas alteraciones son:
1. Linfocitos altos
Las principales causas de linfocitos altos son:
- Infecciones, como mononucleosis, gripe, toxoplasmosis, tuberculosis, paperas o sarampión;
- Efectos secundarios de algunos medicamentos;
- Reacciones alérgicas;
- Tirotoxicosis, una condición causada por el exceso de hormonas tiroideas en el organismo;
- Extirpación del bazo mediante cirugía;
- Enfermedades agudas graves, como status epiléptico o problemas cardíacos;
- Algunos tipos de leucemia o linfoma, en ciertos casos.
Se considera que los linfocitos están altos cuando sus valores superan los 4000 linfocitos por mm³ de sangre. Los síntomas varían según la causa de los linfocitos elevados. Esta condición se conoce como linfocitosis y, en la mayoría de los casos, está asociada a infecciones.
2. Linfocitos bajos
Los linfocitos bajos pueden ser causados por:
- Algunas infecciones, como VIH o COVID-19;
- Efectos secundarios de medicamentos, como corticoides o aquellos utilizados en quimioterapia;
- Deficiencias nutricionales;
- Consumo excesivo de alcohol;
- Enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide;
- Algunas enfermedades genéticas raras, como la inmunodeficiencia común variable;
- Problemas en la médula ósea, como anemia aplásica o leucemia.
La cantidad de linfocitos por debajo de 1000 linfocitos por mm³ de sangre se conoce generalmente como linfopenia. Al igual que en los casos de linfocitos altos, los síntomas de linfocitos bajos también varían según su causa.
Lea también: Linfopenia: qué es, causas y cómo tratar tuasaude.com/es/linfopeniaTipos de linfocitos
En el organismo existen dos tipos principales de linfocitos: los linfocitos B y los linfocitos T.
Los linfocitos B son células inmaduras producidas en la médula ósea, que son liberadas al torrente sanguíneo para producir anticuerpos dirigidos contra bacterias, virus y hongos.
Por su parte, los linfocitos T también se originan en la médula ósea, pero posteriormente se desarrollan en el timo, donde se dividen en tres grupos principales, cada uno con funciones específicas dentro del sistema inmunológico, como se indica a continuación:
- Linfocitos CD4: ayudan a los linfocitos B a eliminar las infecciones, siendo la primera alerta del sistema inmune. Normalmente estas son las primeras células a ser afectadas por el virus del VIH, siendo que en pacientes infectados el examen de sangre indica un valor inferior a 100 / mm3.
- Linfocitos CD8: disminuyen la actividad de otros tipos de linfocitos y, por eso, se encuentran aumentados en casos de VIH estando por encima de 1000 / mm3.
- Linfocitos citotóxicos: destruyen las células anormales e infectadas por virus o bacterias.
Sin embargo, las pruebas del tipo de linfocitos, especialmente del tipo CD4 o CD8, siempre deben interpretarse por un médico para evaluar si existe riesgo de tener VIH, ya que otras enfermedades también pueden provocar el mismo tipo de alteraciones.
Por lo que si existe dudas sobre si el individuo está infectado o no por el virus del VIH, se recomienda la realización de la prueba de laboratorio que busca el virus dentro de las células del organismo. Conozca más sobre la prueba de VIH.
¿Qué son los linfocitos atípicos?
Los linfocitos atípicos, también conocidos como linfocitos reactivos, son linfocitos que presentan características anormales en su forma, tamaño o apariencia. Suelen aparecer principalmente en casos de infecciones, como mononucleosis, VIH, rubéola, varicela o sífilis.
Además, los linfocitos atípicos también pueden estar presentes como resultado de reacciones a medicamentos, intoxicaciones, vacunas recientes, alteraciones hormonales, enfermedades autoinmunes, como el lupus, o incluso cáncer.
El valor normal de linfocitos atípicos en sangre es del 0%, y estas células tienden a desaparecer una vez que el organismo se recupera de la causa que provocó su aumento. A pesar de su apariencia anormal, los linfocitos atípicos cumplen las mismas funciones que los linfocitos típicos en la respuesta inmune.