Lábio leporino: qué es, causas y tratamiento

Actualizado en noviembre 2021

El labio leporino, también llamado fisura labial, es una malformación fetal en la que el bebé nace con una división en el labio superior, pudiendo extenderse hasta la nariz, lo que puede ocurrir debido a factores genéticos y ambientales, como consumo de bebidas alcohólicas o deficiencias nutricionales durante el embarazo o uso de algunos medicamentos en los primeros 3 meses de embarazo.

El labio leporino se puede identificar durante el embarazo mediante una ecografía, no obstante, su diagnóstico es más común después del nacimiento del bebé, y en algunos casos también se puede verificar la presencia de una fisura palatina, llamada también paladar hendido, siendo esta situación conocida como labio y paladar hendido. Conozca más sobre el paladar hendido.

Dado que la presencia de la hendidura en el labio puede ocasionar dificultades al bebé para alimentarse, está indicado en estas situaciones utilizar un biberón con tetina especial hasta que el bebé tenga los 3 meses, que es la edad recomendada para realizar la cirugía de unión del labio.

Imagem ilustrativa número 1

Causas del labio leporino

El labio leporino es una malformación congénita, es decir, está relacionada con alteraciones en el desarrollo del bebé durante el embarazo. En el caso del labio leporino, este se produce cuando no se unen los tejidos embrionarios responsables de dar origen al labio, lo que ocurre entre la 4.ª y la 12.ª semana de gestación, originando una fisura labial, que puede ser unilateral o bilateral y estar acompañada, en algunos casos, por la hendidura palatina.

Esta es una situación que está influenciada por la genética, de manera que los antecedentes familiares de labio leporino pueden aumentar las posibilidades de que el bebé nazca con esta alteración. Además, algunos factores parecen aumentar el riesgo de labio leporino, como tabaquismo, consumo de alcohol o deficiencias nutricionales durante el embarazo y el uso de ciertos medicamentos anticonvulsivantes, para acné, artritis o psoriasis en los primeros 3 meses de embarazo.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico del labio leporino se puede llevar a cabo durante el embarazo mediante la realización de una ecografía, en la que el médico puede observar la presencia de alteraciones en el desarrollo del bebé. Sin embargo, es más frecuente que el diagnóstico se realice después del nacimiento, verificando la presencia de una fisura en el labio superior, que puede estar presente solo en uno o en ambos lados y puede prolongarse hasta la nariz.

Después del nacimiento, además de verificar los labios, el médico normalmente observa el paladar con el fin de determinar si también hay una hendidura palatina. Así, después de identificar el labio leporino o la hendidura labio-palatina, es posible iniciar los cuidados necesarios con el objetivo de prevenir alteraciones en la alimentación y el habla del bebé, aparte del comprometimiento del nacimiento de los dientes.

Tratamiento del labio leporino

El tratamiento del labio leporino tiene como fin cerrar la fisura labial y, de esta manera, favorecer la alimentación del bebé, además de reducir el riesgo de alteración en el habla y en el desarrollo de los dientes. Asimismo, se recomienda realizar una cirugía para corregir el labio, que debe realizarse entre los 3 y 6 meses de edad, siempre que el bebé presente óptimas condiciones de salud.

Este procedimiento se considera simple, pero es muy delicado, por lo que es necesario que se realice bajo anestesia general para asegurar que el bebé permanezca quieto.

Después de la recuperación, es importante que el niño se realice seguimiento con el odontólogo, además del pediatra, para asegurarse de que los dientes nazcan según lo esperado. Además, en algunas situaciones, pueden estar indicadas realizar sesiones de fonoaudiología para estimular el habla.