HIperfoco: qué es, características y su relación con el TDAH y autismo

Actualizado en abril 2024

El hiperfoco es un estado de concentración intensa en el que la persona está completamente inmersa en una tarea, de manera que tiende a ignorar o no percibir lo que sucede a su alrededor.

Este estado de hiperfoco es más común durante actividades placenteras y/o interesantes y, aunque normalmente no se considera un problema, puede resultar perjudicial cuando la persona deja de cumplir con sus responsabilidades escolares o laborales, por ejemplo.

En caso de experimentar hiperfoco, se recomienda consultar a un neurólogo o psiquiatra si aparecen síntomas como disminución del rendimiento académico o laboral, aislamiento social y falta de atención, ya que puede ser un indicio de problemas como autismo, TDAH y esquizofrenia.

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Principales características

Las principales características del hiperfoco son:

  • Mantener una concentración intensa en una tarea específica;
  • Dejar de percibir estímulos del entorno, como ruidos, conversaciones y movimiento;
  • Perder la noción del tiempo durante una actividad, pudiendo pasar horas haciendo lo mismo;
  • Aumento del rendimiento mientras se está concentrado en la actividad;
  • Motivación intensa para continuar la actividad, ya sea porque es interesante o divertida.

El hiperfoco tiende a ocurrir durante actividades que se ven como oportunidades o desafíos, tienen objetivos a corto plazo y cuyo progreso puede ser evaluado, generalmente siendo placenteras y/o interesantes.

Sin embargo, estas actividades varían según los intereses de cada persona, pudiendo incluir jugar videojuegos, ver un programa de televisión interesante, leer sobre un tema específico o escribir sobre un tema de interés, por ejemplo.

Hiperfoco en el TDAH

El hiperfoco es común en personas con TDAH, lo que puede hacer que la persona no perciba estímulos externos debido al déficit de atención, especialmente durante actividades de interés. 

Además, las personas con TDAH suelen tener dificultades para alternar entre tareas, lo que puede favorecer el estado de hiperfoco. Conozca qué es el TDAH y principales síntomas.

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Hiperfoco en el autismo

El hiperfoco en el autismo está relacionado con el interés excesivo en objetos y temas específicos, por ejemplo, y a veces puede notarse por la dificultad para cambiar la atención y desprenderse de los detalles, que son síntomas comunes del trastorno del espectro autista (TEA). Conozca los principales síntomas de autismo.

Cómo saber si se tiene hiperfoco

El hiperfoco normalmente se identifica por sus características y el neurólogo o psiquiatra son los médicos más indicados para verificar si realmente se trata de un hiperfoco.

Aunque no existen criterios específicos o exámenes para confirmar que una persona presenta hiperfoco, a veces el médico puede indicar la realización de pruebas que evalúen la atención y aplicar cuestionarios para evaluar los síntomas más detalladamente.

¿El hiperfoco puede ser normal?

El hiperfoco puede ser normal en algunos momentos, especialmente cuando se está realizando una tarea interesante y/o placentera. Sin embargo, es más común cuando la atención se ve afectada por problemas como el TDAH, autismo o esquizofrenia.

En caso de sospecha de hiperfoco, especialmente si existen otros síntomas, como dificultades escolares o laborales, impulsividad, dificultades para interactuar con otras personas, se recomienda consultar a un neurólogo.

Sin embargo, especialmente en casos de síntomas como alucinaciones, agresividad y distanciamiento de amigos y familiares, se recomienda consultar a un psiquiatra para una evaluación.

Posibles causas

Se cree que el hiperfoco es causado por niveles anormales de dopamina en el cerebro, que es una sustancia que aumenta la motivación y provoca la sensación de placer.

Aunque el hiperfoco a veces puede surgir en personas sanas, es más común en casos de problemas como el TDAH, trastorno del espectro autista y esquizofrenia, por ejemplo.

Cómo tratar

El hiperfoco no se considera un problema, siempre y cuando no afecte el aprendizaje, el rendimiento escolar y/o laboral, la realización de las tareas diarias o la convivencia con otras personas, por ejemplo.

Especialmente en casos de problemas como el TDAH, autismo o esquizofrenia, es importante recibir tratamiento, que puede incluir medicamentos como psicoestimulantes y antipsicóticos, según la orientación del médico para controlar los síntomas.

Además, la consulta con el psicólogo a veces puede ser recomendada para ayudar a identificar cuándo el hiperfoco está siendo perjudicial y desarrollar estrategias para concentrarse en tareas que realmente sean importantes, como el trabajo y los estudios.