7 síntomas y signos de autismo en bebés

Actualizado en julio 2022

Los síntomas del espectro autista en el bebé suelen notarse a partir de los 12 meses de edad, pudiendo verificarse que el bebé presenta dificultad para comunicarse y jugar con otros niños y que, aunque no parece tener ningún cambio físico, no emite sonidos y no responde cuando es llamado. Ante la presencia de estas señales, lo recomendable es que el pediatra sea consultado para que sean evaluados estos signos y puedan indicarse formas de estimular al bebé. 

El autismo es un trastorno en el que hay problemas en la comunicación, socialización y comportamiento, y el diagnóstico solo puede confirmarse cuando el niño ya logra comunicarse y demostrar las señales, lo que suele ocurrir a partir de los 12 meses de edad. Conozca más sobre qué es el autismo y sus causas.

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El trastorno del espectro autista en los bebés puede ocasionar el surgimiento de signos y síntomas relacionados con las habilidades sociales, la comunicación y el comportamiento, pudiendo notarse alrededor de los 12 meses de edad, siendo los principales:

1. No responder a los sonidos

El bebé es capaz de escuchar y reaccionar a este estímulo desde el embarazo y cuando nace es normal que se asuste cuando escuche algún ruido muy alto, como cuando un objeto cae cerca de él. También es normal que el niño gire la cabeza hacia el lado de donde proviene el sonido de un juguete o de música, y en este caso, el bebé autista no demuestra ningún interés y no reacciona a ningún tipo de sonido, lo que puede preocupar a los padres, pensando en la posibilidad de sordera.

El tamiz aditivo puede ser realizado y demuestra que no existe ningún comportamiento auditivo, aumentando la sospecha de que el bebé posee alguna alteración.

2. No emitir ningún sonido

Es normal que cuando los bebés estén despiertos, intenten interactuar, llamando la atención de los padres o de sus cuidadores con pequeños gritos y gemidos, comúnmente conocidos como balbuceo. En caso de autismo, el bebé no emite ningún sonido, ya que a pesar de no tener ningún compromiso en el habla, prefiere permanecer callado, sin interactuar con los que se encuentran a su alrededor, de esta forma, el bebé autista no emite sonidos como "baba", "ada" u "ohh".

Los niños con más de 2 años ya deben formar pequeñas frases, pero en el caso del autismo es común que no usen más de 2 palabras, formando una frase, y limitándose apenas a señalar lo que desean, usando el dedo de un adulto o repitiendo las palabras que se le dicen en varias ocasiones. 

3. Ausencia de expresiones faciales

Los bebés pueden comenzar a sonreír alrededor de los 2 meses, y aunque no sepan exactamente lo que significa una sonrisa, intentan "practicar" estos movimientos faciales, especialmente cuando están cerca de los adultos y de otros niños. En el bebé autista la sonrisa puede no estar presente y el niño puede aparentar siempre la misma expresión facial, como si nunca estuviera contento o satisfecho.

4. Rechazar besos y abrazos

Normalmente a los bebés les gustan los besos y abrazos, ya que así se sienten más seguros y amados. En el caso del autismo, existe una cierta repulsión a la proximidad y por eso al bebé no le gusta permanecer en el regazo y no mira a los ojos. 

5. No responder cuando se le llama

Al año de edad, el niño ya es capaz de responder cuando se le llama, así, cuando el padre o la madre le llama, este puede emitir algún sonido o acudir con quien lo ha llamado. En el caso del autismo, el niño no responde, no emite ningún sonido y no voltea a quien le llama, ignorándola completamente, como si no hubiera escuchado nada. 

6. No jugar con otros niños

Además de no buscar estar cerca de otros niños, los autistas prefieren permanecer lejos de ellos, evitando todo tipo de proximidad, huyendo de la situación.

7. Tener movimientos repetitivos

Una de las características del autismo son los movimientos estereotipados, que consisten en movimientos que son repetidos de forma constante, como por ejemplo tocarse las manos, golpearse la cabeza en la pared, balancearse sobre sí mismo u otros movimientos más complejos. Estos movimientos pueden comenzar a notarse después del año de edad y tienden a permanecer e intensificarse si el tratamiento no es iniciado.

Qué hacer si se sospecha autismo

En caso de que el bebé presente algunas de estas señales, se recomienda consultar al pediatra para evaluar el problema e identificar si es un síntoma de autismo, para lo cual se iniciará el tratamiento adecuado con sesiones de psicomotricidad, fonoaudiología y medicamentos, por ejemplo. 

Generalmente, cuando el autismo es diagnosticado precozmente, es posible hacer terapia con el niño, de forma que se mejore sus capacidades de comunicación y de relacionarse, reduciendo drásticamente el grado de autismo y permitiendo que tenga una vida semejante al de otros niños de su edad. 

Vea con más detalles cómo es el tratamiento del autismo