Hematocrito: valores normales y qué significa cuando está bajo o alto

Actualizado en enero 2024

El hematocrito es un examen que mide el porcentaje de glóbulos rojos de la sangre, también llamados eritrocitos, siendo considerado normal entre 40 a 50% en el hombre y 35 a 45% en la mujer.

Normalmente, el hematocrito está alterado en caso de deshidratación, sangrados, anemia y enfermedades pulmonares, como EPOC, siendo común que también haya alteraciones en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre. Vea qué significa la hemoglobina alta y baja en la sangre.

En caso de alteración del hematocrito, especialmente si surgen otros síntomas como debilidad y corazón acelerado, se recomienda consultar al hematólogo o médico general para que se diagnostique la causa y se inicie el tratamiento más adecuado.

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Valores normales del hematocrito

Los valores de referencia del hematocrito varían de acuerdo al laboratorio, pero generalmente el valor normal del hematocrito es:

  • Mujer: entre 35 a 45%. En el caso de mujeres embarazadas, el valor de referencia normalmente es entre 34 y 47%;
  • Hombre: entre 40 a 50%;
  • Niños a partir de 1 año: entre 37 y 44%.

Normalmente, el médico interpreta el valor del hematocrito, tomando en consideración los antecedentes de salud de la persona y el resultado de otros exámenes como hemograma, para identificar la causa de las alteraciones. Conozca más sobre cómo interpretar el hemograma.

Causas de hematocrito bajo

El hematocrito bajo puede indicar la presencia de:

  • Anemia;
  • Sangrado;
  • Desnutrición;
  • Falta o disminución de vitamina B12, ácido fólico o hierro;
  • Leucemia;
  • Exceso de hidratación.

Además, el hematocrito bajo, también es común en el embarazo y puede ser una señal de anemia, especialmente si el valor de la hemoglobina y de la ferritina también están bajos. Conozca más sobre la anemia en el embarazo. 

Causas de hematocrito alto

El hematocrito alto puede ser causado por deshidratación, enfermedades pulmonares, como EPOC y algunas enfermedades cardíacas, especialmente cardiopatías congénitas, por ejemplo, siendo más común en personas que fuman.