La gripe K, también conocida como influenza A H3N2, variante K, es una enfermedad que puede causar síntomas como fiebre, tos, dolor en el cuerpo y dolor de garganta.
Según la Organización Mundial de la Salud, la gripe K es una variante del virus Influenza A, subtipo H3N2, que se originó a partir de un virus de influenza aviar y pasó por una modificación genética.
Ante la sospecha de gripe K se recomienda consultar con un médico general, pediatra o infectólogo. Así, el médico puede hacer el diagnóstico e indicar el tratamiento adecuado, que puede realizarse mediante reposo, una adecuada ingesta de líquidos y, en algunos casos, el uso de medicamentos antivirales.
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Principales síntomas
Los principales síntomas de la gripe K son:
- Tos;
- Fiebre;
- Dolor de cabeza;
- Congestión nasal;
- Escurrimiento nasal;
- Dolores en el cuerpo;
- Dolor de garganta;
- Malestar.
Al igual que el subtipo H3N2, la variante K también puede causar síntomas más graves, especialmente en niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Así, la gripe K también puede causar complicaciones serias en estos grupos, como sepsis, insuficiencia respiratoria aguda o falla orgánica.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la gripe K lo realiza el médico general, pediatra o infectólogo, mediante la evaluación de los síntomas que presenta la persona.
Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar estudios de laboratorio como antígeno, ensayo molecular rápido, prueba PCR e inmunofluorescencia.
En algunas ocasiones, pueden indicarse otros estudios, como radiografía de tórax, para evaluar los pulmones y descartar otras posibles enfermedades como neumonía, por ejemplo.
Cómo se transmite
La gripe K puede transmitirse de persona a persona, de forma similar a otros virus de la influenza estacional.
Esta infección se propaga principalmente a través de gotitas respiratorias expulsadas por personas infectadas al toser, estornudar o hablar.
Estas gotitas pueden contener el virus y provocar la infección cuando entran en contacto con las mucosas de las vías respiratorias, como la boca o la nariz, o con los ojos de otra persona no infectada.
Este virus también puede transmitirse de manera indirecta cuando una persona toca superficies contaminadas con estas gotitas, como manijas, manos o celulares, y luego se toca los ojos, la nariz o la boca.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento debe ser indicado por el médico y varía según la gravedad de la enfermedad. En los casos más leves, generalmente incluye reposo y una adecuada ingesta de agua.
El médico también puede indicar el uso de medicamentos antivirales, especialmente en personas con mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves.
En situaciones más graves, el profesional de la salud puede recomendar medidas como oxigenoterapia, monitoreo clínico, hidratación y soporte respiratorio.
Lea también: 6 Medicamentos para la gripe y tos tuasaude.com/es/medicamentos-para-la-gripeCómo prevenir el contagio
Algunas medidas que ayudan a prevenir el contagio de la gripe K incluyen:
- Aplicarse la vacuna de la influenza;
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón;
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo desechable;
- Mantener ventilados los espacios cerrados, abriendo puertas y ventanas para favorecer la circulación del aire;
- Evitar el contacto cercano con personas con síntomas de gripe;
- Mantener una buena hidratación y una alimentación adecuada.
Además, el aislamiento voluntario y el uso de cubrebocas por parte de personas con síntomas sospechosos o con diagnóstico confirmado también ayudan a prevenir la transmisión del virus.