Faringitis crónica: síntomas, causas y cómo curar

Actualizado en febrero 2024

La faringitis crónica es un proceso inflamatorio crónico de la faringe, que es una estructura que comunica la boca con el esófago, pudiendo ser causado por la exposición por mucho tiempo al polvo, fumar, la presencia de alergia e incluso por enfermedades como la diabetes.

Debido a que la faringitis crónica es un proceso que se desarrolla con el tiempo, las personas que sufren de esta enfermedad suelen presentar síntomas poco específicos que no logran identificar por completo, como comezón, ardor o la sensación de algo atorado en la garganta, lo cual genera molestia y la necesidad de acudir con el médico.

El tratamiento de esta enfermedad dependerá de la causa que esté originando los signos y síntomas, por lo que el médico puede recomendar medidas sencillas que van desde evitar la exposición a la causa, como el polvo, por ejemplo, hasta el uso de medicamentos como antialérgicos o incluso la realización de una cirugía para aliviar los síntomas.

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Síntomas de faringitis crónica 

Los síntomas de la faringitis crónica dependerán del tipo de faringitis, que incluyen:

  • Faringitis congestiva, en que se observa tos seca y enrojecimiento de la garganta, suele ser común en personas expuestas de forma crónica al polvo, así como en fumadores y alcohólicos;
  • Faringitis purulenta, en la que hay salida secreción nasal (moco) o incluso de pus, normalmente se observa en personas con historial de sinusitis crónica;
  • Faringitis seca, en la que el médico observa moco y la persona se queja de garganta seca, suele presentarse en quienes han tenido cirugía en los cornetes o en la nariz;
  • Faringitis hiperplásica, en que la persona refiere la presencia de moco en exceso, además de sensación de garganta inflamada.
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La identificación los síntomas ayudará al médico a evaluar la necesidad de estudios complementarios para confirmar la faringitis crónica y el tipo, además de orientar el tratamiento adecuado. 

Principales causas

La faringitis crónica puede ser causada por varios factores, los cuales pueden estar relacionados con el medio ambiente o incluso con enfermedades o hábitos propios de la personas, entre los cuales se encuentran:

  • Irritantes: polvo, exposición prolongada al aire acondicionado, sustancias químicas;
  • Enfermedades: diabetes, sinusitis, alergia respiratoria;
  • Tóxicos: alcohol y/o tabaco en exceso;
  • Hormonales: menopausia, hipotiroidismo.

Además de estas causas, algunas personas que presentan una desviación del tabique nasal, pueden incluso presentar faringitis crónica, debiendo acudir con un otorrinolaringólogo para su evaluación y consideración quirúrgica para corregir la obstrucción nasal y aliviar los síntomas.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico debe ser realizado por un otorrinolaringólogo, el cual realizará una exploración física, además de un interrogatorio para identificar las posibles causas de la faringitis crónica, como alcoholismo, tabaquismo, por ejemplo, o incluso la presencia de enfermedades como diabetes.

Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar exámenes como un raspado faríngeo, para ser analizado en el laboratorio. En casos en que se observa una alteración anatómica o se sospecha de una, se pueden solicitar estudios de imagen como radiografías o tomografía computarizada (TC).

Cómo curar la faringitis crónica

La cura y el tratamiento de la faringitis crónica dependerá de la causa, por lo que no hay un tratamiento específico para esta enfermedad, pudiendo variar desde cambios en los hábitos de vida, hasta medicamentos o cirugía. Es importante que en caso de que se trate de una consecuencia por una infección, como la sinusitis, esta sea tratada con los antibióticos correspondientes. Vea más sobre el tratamiento de la sinusitis.

El primer paso del tratamiento es detener aquellos hábitos que empeoran la enfermedad, como el consumo de tabaco y alcohol, lo cual podría requerir de ayuda psicológica o el uso de ciertos fármacos prescritos por el médico para evitar su consumo. Asimismo, puede indicarse el uso de antiinflamatorios como el ibuprofeno por un tiempo limitado, debido a sus consecuencias gástricas.

En caso de que la faringitis crónica se deba a obstrucciones nasales, el médico podría recomendar una intervención quirúrgica para remover puntos infecciosos, corregir anormalidades anatómicas como la desviación del tabique nasal, con el objetivo de mejorar el flujo de aire y evitar la resequedad de la garganta.

Los antihistamínicos no se recomiendan como un tratamiento habitual para tratar la faringitis crónica, a menos que se demuestre que la causa es por factores alérgicos, en cuyo caso el médico prescribirá el antialérgico adecuado.

Cómo prevenir la faringitis crónica

Algunos de los consejos que el médico puede indicar para evitar el desarrollo de una faringitis crónica es evitar situaciones como la exposición prolongada a aire acondicionado, ambientes con polvo, además de la utilización de protección adecuada en caso de manejar sustancias químicas. De igual forma es importante reducir la cantidad de alcohol y cigarros, ya que esto propicia al desarrollo de la enfermedad. 

Un consejo importante que el médico puede recomendar es la moderación en el uso de sprays nasales, ya que, a pesar de poder adquirirlos sin receta, estos deben ser prescritos por el médico porque la dosis varia en cada persona, y en caso de un uso prolongado puede desencadenar faringitis crónica, además de otros problemas nasales.

Debido a que los ambientes secos perjudican esta condición, la adquisición de un humidificador ambiental es una buena opción para no respirar un aire que reseque la garganta. Vea algunos consejos para humedecer el aire.