Exceso de proteínas: riesgos, síntomas y causas

El exceso de proteínas puede causar una sobrecarga en los riñones, entorpeciendo las funciones de estos órganos y aumentando el riesgo de formación de piedras en los riñones. Asimismo, el exceso de proteínas también puede alterar el funcionamiento del hígado y aumentar la cantidad de grasa corporal.

La proteína es fundamental para el buen funcionamiento del organismo, ya que participa en el metabolismo, la cicatrización y la formación de masa muscular. Generalmente, se recomienda el consumo de 0,8 a 1,3 g de proteína por cada kg de peso corporal por día.

Sin embargo, se aconseja siempre consultar al nutricionista para calcular las necesidades diarias de proteína, de acuerdo con el estado de salud, el peso corporal y la práctica de actividad física de cada persona.

Riesgos del exceso de proteínas

Los principales riesgos del exceso de proteínas para la salud incluyen:

1. Problemas renales

El exceso de proteínas provoca una sobrecarga en los riñones, ya que estos órganos deben trabajar más de lo normal para eliminar el exceso de este nutriente. Esto puede aumentar el riesgo o agravar problemas renales a largo plazo, como piedras en los riñones e insuficiencia renal, por ejemplo. Vea cómo identificar los síntomas de insuficiencia renal.

Observa, en el siguiente video, cómo el exceso de proteínas puede causar problemas en los riñones:

2. Enfermedades cardiovasculares

El consumo excesivo de proteínas puede aumentar el riesgo de surgimiento de enfermedades cardiovasculares, pues los alimentos ricos en este nutriente también suelen ser fuentes de grasa saturada, la cual, en exceso, promueve el aumento de los niveles de colesterol "malo" (LDL) en la sangre.

3. Alteraciones en el hígado

El hígado actúa almacenando el exceso de proteínas en forma de grasa. De esta forma, con el consumo de grandes cantidades del proteína, el hígado trabaja más para promover el almacenamiento de grasa, lo que puede causar lesiones en este órgano e interferir en su buen funcionamiento a largo plazo.

4. Aumento del riesgo de cáncer

El exceso de proteínas, cuando proviene de carnes rojas, como la de res, cerdo o cordero, y de carnes procesadas, como tocineta (bacon), longaniza y salami, puede aumentar el riesgo de cáncer de colon, próstata y páncreas.

Se cree que el aumento del riesgo de cáncer por el consumo de estos tipos de proteínas puede ocurrir debido al contenido de hierro y grasa presente en la carne roja, y/o por la sal y los nitritos y nitratos usados en las carnes procesadas.

Síntomas del exceso de proteínas

El exceso de proteínas puede causar algunos signos y síntomas, siendo los principales:

• Aumento de grasa corporal;
• Deshidratación;
• Aumento de la sed;
• Exceso de gases;
• Mal aliento;
• Estreñimiento o diarrea;
• Orina con espuma.

Para identificar el exceso de proteínas, el médico o el nutricionista pueden indicar la realización de exámenes de determinen la cantidad de proteínas en la sangre y/o en la orina. Vea qué es y cómo es realizado el examen de proteínas.

Posibles causas

La principal causa del exceso de proteínas es la ingesta elevada de alimentos ricos en este nutriente, como pollo, huevos, pescado, carne de res, yogur y leche, por ejemplo. Conozca otros alimentos ricos en proteínas.

Además, algunos problemas de salud, como las enfermedades renales o hepáticas, como hepatitis B o C, el mieloma, algunos tipos de linfoma y la deshidratación, pueden causar el exceso de proteínas en la sangre.

Cuándo se indica el suplemento

El uso de suplementos de proteínas generalmente es indicado cuando no es posible obtener solo con la alimentación la cantidad adecuada de este macronutriente.

Asimismo, el uso de suplementos de proteínas, como whey protein, caseína y creatina, también puede indicarse para la ganancia de masa muscular en personas que practican actividades físicas. Conozca los suplementos indicados para ganar masa muscular.

No obstante, el suplemento de proteínas debe ser empleado preferiblemente después de la evaluación de un nutricionista o nutriólogo sobre el estado general de salud de la persona, los hábitos alimenticios y la práctica de actividad física, indicando la cantidad adecuada y el momento del día en que debe ser consumido, con el objetivo de evitar su ingesta en exceso.