7 exámenes para detectar el cáncer de mama

Actualizado en octubre 2023

Algunas pruebas que ayudan a diagnosticar el cáncer de mama son la mamografía o mastografía, análisis de sangre, ecografía mamaria, resonancia magnética y la biopsia de piel, las cuales deben ser recomendadas por un ginecólogo y/o mastólogo luego de un examen físico.

Los exámenes para detectar cáncer de mama deben ser realizados por todas las personas que tengan antecedentes familiares de cáncer de mama y por todas las mujeres mayores de 40 años, ya que esto permite identificar cambios de manera temprana e iniciar el tratamiento más adecuado, en caso sea necesario.

Es importante que se consulte al ginecólogo o mastólogo siempre que surjan cambios en la mama y el pezón, como cambio de color, presencia de nódulos y surcos en la mama o pérdida de líquido del pezón, por ejemplo. Vea cuáles son los principales síntomas del cáncer de mama.

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Principales exámenes

Los exámenes que ayudan a identificar y a confirmar el cáncer de mama son:

1. Mastografía o mamografía

La mastografía o mamografía es el examen más utilizado para identificar el cáncer de mama en la fase inicial. Este examen permite observar si si existen lesiones en los tejidos mamarios antes de que la mujer presente algún síntoma de cáncer, como dolor en los senos o salida de líquido por los pezones, por ejemplo. 

La mastografía debe realizarse por lo menos cada 2 años a partir de los 40 años, pero en las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, deben realizarse este examen todos los años a partir de los 35 años de edad y hasta los 69 años.

En caso que los resultados de este examen muestren algún tipo de alteración, el médico podrá solicitar su repetición o nuevos estudios como una ecografía, resonancia magnética o biopsia para confirmar si hay o no alguna alteración cancerígena en el seno. Vea más sobre cómo se realiza la mastografía o mamografía.

2. Examen físico

El examen físico es un examen que realiza el ginecólogo mediante la palpación de la mama para identificar nódulos y otros cambios en el seno de la mujer. Sin embargo, no es un examen muy preciso, ya que sólo señala la presencia de nódulos, sin verificar si se trata de una lesión benigna o maligna, por ejemplo.

Por ello, tras la palpación, el médico debe recomendar la realización de pruebas más específicas, como una mamografía, por ejemplo.

Por lo general, un examen físico es la primera prueba que se realiza cuando una mujer tiene síntomas de cáncer de mama o ha descubierto cambios durante una autoexploración de mama.

Conozca cómo se realiza la autoexploración en casa o vea el vídeo a continuación que explica de forma clara cómo hacerlo:

3. Examen de sangre

El análisis de sangre es útil en el diagnóstico del cáncer de mama, ya que normalmente cuando hay un proceso canceroso, algunas proteínas específicas tienen su concentración aumentada en la sangre, como CA125, CA 19.9, CEA, MCA, AFP, CA 27.29 o CA 15.3., que normalmente es el marcador más solicitado por los médicos. Vea qué es el examen CA 15.3 y cómo se realiza.

Además de ser importantes para ayudar a diagnosticar el cáncer de mama, los marcadores tumorales también pueden informar al médico sobre la respuesta al tratamiento y la recurrencia del cáncer de mama.

Además de los marcadores tumorales, es a través del análisis de una muestra de sangre que se pueden identificar mutaciones en los genes supresores de tumores, BRCA1 y BRCA2, que al mutar pueden predisponer al cáncer de mama. Esta prueba genética se recomienda para aquellas personas que tienen familiares cercanos a los que se les diagnosticó cáncer de mama antes de los 50 años, por ejemplo. Vea más información sobre las pruebas genéticas para el cáncer de mama.

4. Ecografía mamaria

La ecografía o ultrasonografía mamaria es un examen que se realiza frecuentemente después de la realización de una mamografía cuyo resultado presente alguna alteración. También es un examen indicado particularmente en mujeres que tienen senos grandes y firmes, especialmente si hay casos de cáncer de mama en la familia. En estos casos la ecografía es un examen para complementar la mamografía. 

5. Resonancia magnética

La resonancia magnética es un examen utilizado principalmente cuando existe gran riesgo de que la mujer tenga cáncer de mama, especialmente cuando existen alteraciones en los resultados de la mamografía o del ultrasonido. Por lo que la resonancia magnética ayuda al ginecólogo a confirmar el diagnóstico e identificar el tamaño del cáncer, así como identificar la existencia de otras regiones afectadas. 

Durante la resonancia magnética la mujer debe mantenerse acostada boca abajo, apoyando el pecho en una plataforma especial que evita que queden presionadas, permitiendo obtener una mejor imagen de los tejidos de la mama. Además de esto, también es importante que la mujer se mantenga lo más tranquila posible para evitar provocar alteraciones en las imágenes por el movimiento del cuerpo. 

6. Biopsia del tejido mamario

La biopsia normalmente es el último examen de diagnóstico utilizado para confirmar la presencia de cáncer, ya que este examen se realiza en el laboratorio con muestras retiradas directamente de las lesiones de la mama permitiendo observar si existen o no células tumorales, cuando estas células están presentes confirman el diagnóstico de cáncer. 

Generalmente la biopsia se realiza en el consultorio de un ginecólogo o patólogo con anestesia local, debido a que es necesario insertar una aguja en la mama hasta la lesión para aspirar pequeños pedazos del nódulo o de la alteración identificada en los otros exámenes de diagnóstico. Vea qué es y cómo se realiza una biopsia.

7. Examen FISH

El examen FISH que significa hibridación fluorescente in situ, puede realizarse después de la biopsia cuando ya existe el diagnóstico de cáncer de mama. Este examen ayuda a escoger el tipo de tratamiento más indicado para eliminar el cáncer. 

En esta prueba, la muestra tomada en la biopsia se analiza en el laboratorio para identificar genes específicos de las células cancerosas, conocidos como HER2, que cuando están presentes, indican que el mejor tratamiento para el cáncer es con una sustancia quimioterapéutica conocida como trastuzumab.

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