El examen auditivo es una prueba obligatoria que debe ser realizada cuando el bebé nace para evaluar la audición y detectar precozmente algún grado de sordera. Esta prueba es gratuita, fácil y no lastima al bebé siendo realizada principalmente mientras el bebé duerme durante los primeros días de nacido.
La prueba se realiza a través de la colocación de un aparato específico en la oreja del bebé para detectar problemas auditivos que podrían llegar a dificultar el habla y el aprendizaje del niño. Si el examen de la audición detecta algún problema, el bebé es referido para el otorrinolaringólogo que orientará el tratamiento más adecuado para el problema diagnosticado.
Para qué sirve
El examen auditivo en bebés tiene como objetivo identificar cambios en la capacidad auditiva y, por lo tanto, es una prueba importante para el diagnóstico temprano de sordera, por ejemplo. Además, esta prueba permite identificar cambios auditivos menores que podrían interferir con el proceso de desarrollo del habla.
Por lo tanto, a través de esta prueba, el fonoaudiólogo y el pediatra pueden indicar el comienzo de un tratamiento específico.
Cómo se realiza el examen auditivo
El examen auditivo es una prueba simple que no causa dolor ni molestias al bebé, en la que el médico coloca un dispositivo en el oído que emite estímulos de sonido y mide su retorno a través de una pequeña sonda que también es insertada en el oído.
Por lo tanto, en aproximadamente 5 a 10 minutos, el médico puede verificar si hay algún cambio que deba investigarse y tratarse. Si se encuentra una alteración durante esta prueba, se debe indicar la realización de un examen de audición más completo, de modo que se pueda concluir el diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado.
Cuándo se debe realizar
Este examen es obligatorio, debiendo realizarse los primeros días de vida durante la hospitalización, preferiblemente entre el 2º y el 3º día de vida del bebé. A pesar de que está indicado para todos los recién nacidos, algunos bebés poseen mayor probabilidad de tener o desarrollar problemas auditivos, como es el caso de:
- Bebés prematuros;
- Que poseen antecedentes familiares de sordera;
- En caso de mal formación de los huesos del cráneo o que implique la oreja;
- Cuando la madre sufrió de alguna infección durante el embarazo como toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes, sífilis o VIH;
- Si hicieron uso de antibióticos después del nacimiento.
En estos casos es importante que, independientemente del resultado, el examen auditivo sea repetido al cabo de 30 días.
Qué hacer si el examen auditivo da alterado
El examen auditivo puede dar alterado en una oreja nada más como por ejemplo cuando el bebé presenta líquido en el oído, que puede ser líquido amniótico. En este caso, se debe repetir la prueba auditiva al cabo de 1 mes.
Cuando el médico identifica alguna alteración en las dos orejas, podrá indicar inmediatamente que los padres lleven al bebé al otorrinolaringólogo o fonoaudiólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento en caso de ser necesario. Además de esto, podrá ser necesario observar el desarrollo del bebé intentando comprender si escucha bien o no. Entre los 7 y los 12 meses de edad el pediatra podrá repetir nuevamente el examen auditivo para evaluar cómo se encuentra su audición.
La tabla a continuación indica como es el desarrollo auditivo del niño según la edad:
La mejor forma de saber si el bebé no escucha bien es llevarlo al médico para la realización de exámenes. En el consultorio médico el pediatra podrá realizar algunas pruebas que evidencian que el niño posee alguna deficiencia auditiva, si se confirma el diagnóstico el médico podrá indicar el uso de un aparato auditivo que puede ser hecho a la medida.
