Virus del Ébola: síntomas, cómo se transmite, tipos y tratamiento

Actualizado en octubre 2021

El ébola es una enfermedad altamente contagiosa que es transmitida a través del contacto con sangre, orina, heces, vómito, semen y fluidos vaginales de la persona infectada, o mediante el consumo, manipulación o contacto con fluidos de animales enfermos.

Los primeros casos de muerte registrados por el virus del Ébola surgieron en África Central en 1976, cuando los humanos se contaminaron a través del contacto con cadáveres de chimpancés.

A pesar de que no se tiene la seguridad del origen de este virus, se sabe que está presente en algunas especies de murciélagos que no desarrollaron la enfermedad, pero que logran transmitirlo. De esta forma, es posible que algunos animales, como el chimpancé o el jabalí, coman frutas contaminadas con la saliva de los murciélagos y, por consecuencia, infecten a los humanos al consumir el jabalí contaminado.

El ébola no tiene cura, por lo que es muy importante evitar el contagio del virus de persona a persona por medio del internamiento aislado y del uso de equipos de protección especial.

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Principales síntomas

Los primeros signos y síntomas del virus del Ébola pueden aparecer entre 2 a 21 días, después del contagio e incluyen:

  • Fiebre por encima de 38,3ºC;
  • Náuseas;
  • Dolor de garganta;
  • Tos;
  • Cansancio excesivo;
  • Fuertes dolores de cabeza.

Al cabo de 1 semana, la enfermedad se puede agravar, causando el surgimiento de nuevos síntomas como:

  • Vómitos (que puede contener sangre);
  • Diarrea (que puede contener sangre);
  • Garganta inflamada;
  • Hemorragias que conducen a sangrado por la nariz, oído, boca o región íntima;
  • Manchas o ampollas de sangre en la piel;

Además de esto, también pueden surgir alteraciones cerebrales y el individuo puede llegar a caer en un coma o causar la muerte.

Cómo se transmite

La transmisión del ébola ocurre a través del contacto directo con sangre, saliva, lágrimas, sudor o semen de pacientes y de animales infectados, incluso después de su muerte.

También puede ocurrir cuando el paciente, estornuda o tose sin protegerse la nariz o boca, al contrario de la gripe es necesario estar muy próximo y en contacto más frecuente con el paciente, para contraer la enfermedad. No obstante, esto solo ocurre cuando los síntomas se manifiestan; por ende, durante el período de incubación del virus, no hay contagio. 

Normalmente, personas que estuvieron en contacto con pacientes con ébola deben ser vigilados durante tres semanas, a través de la medición de la temperatura corporal 2 veces al día, y en caso de presentar fiebre por encima de los 38,3 º C debe ser internado para iniciar el tratamiento.

Tipos de virus del Ébola

Existen 5 tipos de virus del Ébola, denominados de acuerdo a la región donde se originaron la primera vez, aunque cualquier tipo de ébola presenta alta tasa de mortalidad y producen los mismos síntomas en los pacientes.

Los 5 tipos de ébola conocidos son:

  • Ébola Zaire;
  • Ébola Bundibugyo;
  • Ébola Costa de Marfil;
  • Ébola Reston;
  • Ébola Sudán.

Cuando la persona se contagia con un tipo de virus del Ébola y sobrevive, crea anticuerpos contra ese tipo de virus, sin embargo, no está inmune a los otros cuatro tipos pudiendo contraer ébola nuevamente.

Quién tiene mayor riesgo

La infección por ébola es más frecuente en personas que estuvieron recientemente en África o entraron en contacto con otros individuos que estuvieron en dicho continente, en especial durante el brote de la enfermedad. 

La transmisión entre personas parece ocurrir particularmente mediante el contacto con la sangre u otras secreciones de la persona infectada, como saliva, heces, orina o semen, por ejemplo. 

Qué hacer en caso de sospecha

Lo que se recomienda hacer en caso de sospecha de infección por ébola, es mantener la distancia de todas las personas y acudir a un centro de tratamiento lo antes posible, pues mientras más rápido se inicie el tratamiento, mayores son las probabilidades de recuperación. También se aconseja tener especial cuidado con vómitos y diarrea, para que más nadie entre en contacto. 

El diagnóstico del ébola es complicado, ya que los síntomas iniciales de la enfermedad son inespecíficos, razón por la cual es importante que el diagnóstico se base en el resultado de más de una prueba de laboratorio. De esta forma, se considera positivo cuando es identificada la presencia del virus a través de más de un análisis. 

Aparte de los examenes, es importante que el diagnóstico tome en consideración los signos y síntomas presentados por la persona y la posible exposición al virus al menos 21 días antes de la aparición de los síntomas. Es indispensable que inmediatamente después del surgimiento de la sintomatología inicial o la conclusión del diagnóstico, la persona sea puesta en aislamiento en el hospital para que inicie el tratamiento adecuado y se pueda prevenir la transmisión a otras personas. 

Cómo es realizado el tratamiento

No hay un medicamento específico para tratar la infección por el virus del Ébola, siendo que el tratamiento es realizado de acuerdo con los síntomas presentados y con la persona en aislamiento, con el objetivo de evitar la transmisión del virus a otros individuos. 

El tratamiento es llevado a cabo con la finalidad de mantener a la persona hidratada y con la presión arterial y los niveles de oxígeno dentro de los valores normales. Asimismo, se puede recomendar el uso de medicamentos para controlar los dolores, la fiebre, la diarrea y los vómitos, y fármacos específicos para el tratamiento de otras infecciones que también pueden estar presentes. 

Es de extrema importancia que el paciente permanezca en aislamiento para evitar la diseminación del virus, pues esta enfermedad puede ser fácilmente transmitida de una persona a otra. 

Pese a que no hay un medicamento específico para combatir el virus, existen varios estudios en desarrollo que analizan el efecto potencial de productos sanguíneos, la inmunoterapia y el uso de fármacos en la eliminación del virus, para así combatir de la enfermedad. 

Cómo prevenir el ébola

Las medidas de prevención del virus del Ébola son:

  • Evitar áreas de brote o asistir a locales públicos;
  • Lavar las manos con agua y jabón varias veces al día;
  • Mantenerse alejado de los enfermos y fallecidos con ébola, por que ellos también pueden transmitir la enfermedad;
  • No comer carne de caza;
  • Tener cuidado con los murciélagos, debido a que son reservorios naturales del virus, así como evitar el contacto con otros animales infectados;
  • No tener contacto con los fluidos corporales de una persona infectada, como sangre, vómitos, heces o diarrea, orina, secreciones de tos o estornudos y secreciones íntimas;
  • Usar guantes, ropa de goma, lentes de protección y una máscara cuando esté en contacto con una persona infectada, evitar tocarla y desinfectar todo el material después de su uso;
  • Quemar todas las prendas de ropa de la persona que falleció por causa del ébola.

Como la infección por ébola puede demorar hasta 21 días para ser descubierta, durante un brote de esta enfermedad, se recomienda evitar viajar a los sitios afectados, así como a las zonas que hacen frontera con esos países. Otra medida que puede ser útil es evitar lugares públicos con grandes concentraciones de personas, porque no siempre se sabe quién puede estar infectado, debido a que es de fácil transmisión el virus.