El dolor en el pecho al respirar muchas veces puede estar causado por crisis de ansiedad, lesiones musculares, gripes o resfriados. Asimismo, también puede surgir por otras causas más graves como neumotórax, costocondritis, pleuritis o enfermedades pulmonares como, por ejemplo, asma o neumonía.
Dependiendo de qué esté ocasionando el dolor en el pecho al respirar, también pueden surgir otros síntomas asociados como sudoración, sensación de calor, falta de aire, tos o coriza, por ejemplo.
Es importante acudir al hospital en caso de que aparezca un dolor al respirar que dure más de 24 horas, principalmente si está acompañado de otros síntomas, para que la persona pueda ser evaluada y pueda hacerse exámenes para diagnosticar cuál es la causa del dolor al respirar, iniciando el tratamiento más adecuado.
Principales causas
Algunas causas comunes del dolor al respirar incluyen:
1. Crisis de ansiedad
Las crisis o ataques de ansiedad son caracterizados por síntomas como latidos cardíacos acelerados, respiración más rápida de lo normal, sensación de calor, sudoración y dolor en el pecho que puede agravarse al respirar. Las crisis de ansiedad ocurren normalmente en personas que sufren de ansiedad a diario.
Qué hacer: se debe intentar pensar en algo diferente a aquello que pueda haber provocado la crisis de ansiedad, realizar alguna actividad que se disfrute y hacer ejercicios respiratorios con el objetivo de controlar la respiración, inhalando lentamente por la nariz y exhalando por la boca, hasta que la crisis comience a disminuir. Realice nuestro test online para saber si puede estar sufriendo de un ataque de ansiedad.
2. Lesión muscular
El dolor al respirar es frecuente en situaciones de lesiones musculares, como la distensión o tirón muscular, pudiendo ocurrir debido a exceso de esfuerzo, por ejemplo, en el gimnasio o mientras se practica deporte, al cargar objetos muy pesados o incluso en situaciones más simples como toser, debido a la mala postura o durante un momento de estrés. Por lo general, el dolor surge más localizado en la región del pecho, bajo las costillas o en la espalda, por ejemplo.
Qué hacer: se recomienda descansar y evitar esfuerzos, en especial cargar pesos, incluso en las tareas diarias, con la finalidad de permitir la recuperación de la lesión. Aplicar una compresa fría en la zona también puede ayudar a disminuir las molestias. Sin embargo, cuando el dolor es muy fuerte, se aconseja consultar un médico general, para iniciar un tratamiento más adecuado. Conozca más acerca de cómo es realizado el tratamiento del tirón muscular.
En caso de que el dolor haya surgido como consecuencia de un entrenamiento, se debe consultar un entrenador para recibir instrucciones importantes sobre la prevención de lesiones, para evitar que el dolor vuelva a surgir.
3. Costocondritis
La costocondritis puede ser una causa del dolor al respirar, la cual se caracteriza por la inflamación de los cartílagos que unen el hueso del esternón a las costillas superiores. Aparte del dolor al respirar, el dolor en el pecho, la falta de aire y el dolor en el esternón son síntomas comunes de la costocondritis.
Qué hacer: en ciertos casos, el dolor desaparece sin que sea necesario un tratamiento médico, debiendo evitarse la realización de esfuerzos y reposando siempre que sea posible, pues el dolor suele agravarse con los movimientos. No obstante, si el dolor es muy intenso, es importante acudir al médico general para confirmar la causa e iniciar el mejor tratamiento. Vea mejor qué es la costocondritis y cuál es su tratamiento.
4. Gripe y resfriado
La gripe y el refriado pueden provocar dolor al respirar debido, por ejemplo, a la acumulación de secreciones en el tracto respiratorio, pudiendo presentar síntomas como tos, coriza, dolor corporal, cansancio y, en ciertos casos, fiebre.
Qué hacer: los síntomas normalmente disminuyen con el reposo y la ingesta de líquidos, pues ayudan a mantener húmedo el tracto respiratorio y a limpiar las secreciones. Asimismo, es importante adoptar algunos cuidados, como con la alimentación, por ejemplo, que ayuden a fortalecer el sistema inmunitario. Conozca los mejores remedios caseros para tratar la gripe y el resfriado.
5. Enfermedades en los pulmones
Es común que las enfermedades pulmonares como el asma, la neumonía, la embolia pulmonar o el cáncer de pulmón estén asociados a dolor al respirar, localizado principalmente en la espalda, pues gran parte de los pulmones se encuentran en la región de la espalda.
El asma es una enfermedad con síntomas como falta de aire y tos, además del dolor al respirar. Aunque el dolor al respirar pueda ser un síntoma de situaciones simples como la gripe o el resfriado, en los casos más graves puede significar, por ejemplo, una neumonía, la cual, aparte de dolor al respirar, puede presentar síntomas como tos, coriza, fiebre y secreciones que pueden contener sangre.
Por otra parte, el dolor al respirar también puede surgir en una situación de embolia pulmonar, que es una situación de emergencia que ocurre cuando un vaso del pulmón se obstruye debido a un coágulo. En estos casos, el dolor tiende a empeorar de forma muy rápida, además de haber tos con sangre y dificultad para respirar. En caso de sospecha de embolia, es importante acudir inmediatamente al hospital. Vea más sobre los síntoma de embolia pulmonar y cómo identificarla.
Qué hacer: el tratamiento depende de la enfermedad pulmonar, razón por la cual debe ser indicado por el neumólogo luego de identificar la causa correcta mediante exámenes como radiografía de tórax o tomografía computarizada. En casos graves, donde existe falta de aire muy intensa o cuando existe sospecha de neumonía o embolia pulmonar, es importante acudir rápidamente al hospital.
6. Neumotórax
El neumotórax se caracteriza por la presencia de aire en el espacio pleural, que se localiza entre la pared del tórax y el pulmón, lo que causa un aumento de la presión sobre el pulmón, provocando síntomas como elevada dificultad para respirar, tos y dolor en el pecho, además de dolor al respirar.
Este tipo de problema es más común luego de sufrir alguna lesión en el pecho, como puede ocurrir luego de caídas o perforaciones; no obstante, también puede aparecer como secuela de neumonía o asma, por ejemplo.
Qué hacer: en caso de que exista sospecha de neumotórax, es importante acudir al hospital para realizar exámenes y confirmar el diagnóstico, iniciando el tratamiento más adecuado, el cual tiene como principal objetivo retirar el exceso de aire, aliviando la presión del pulmón, mediante una aspiración del aire con una aguja. Conozca más sobre qué es el neumotórax y cuál es su tratamiento.
7. Pleuritis
El dolor al respirar es muy común en situaciones de pleuritis, que se caracteriza por la inflamación de la pleura, membrana que envuelve los pulmones y el interior del tórax. Es frecuente que el dolor sea más intenso al inhalar porque el pulmón se llena de aire y la pleura hace contacto con los órganos alrededor, provocando una mayor sensación de dolor.
Aparte del dolor al respirar, también pueden surgir otros síntomas como dificultad para respirar, tos y dolor en el pecho y las costillas.
Qué hacer: es importante acudir al hospital para que el médico pueda evaluar los síntomas y prescribir los medicamentos más adecuados con el tratamiento, como los antiinflamatorios. Vea mejor qué es la pleuritis, sus síntomas y tratamiento.
8. Pericarditis
El dolor al respirar puede incluso estar asociado a una pericarditis, caracterizada por la inflamación de la membrana que reviste el corazón y el pericardio, causando un dolor intenso en la región del pecho, principalmente al intentar respirar profundo. La pericarditis generalmente surge como secuela de otras enfermedades, como lupus, infecciones o accidentes de tránsito.
Qué hacer: el tratamiento debe ser indicado por el cardiólogo, partiendo de los síntomas y la situación clínica de cada persona. Sin embargo, es importante que el individuo mantenga reposo. Conozca más sobre el tratamiento de la pericarditis.
