El inicio del habla varía de un bebé a otro, por lo que no existe una edad exacta para comenzar. Desde el nacimiento, el bebé se comunica por medio de sonidos que, con el tiempo, se vuelven más claros.
Alrededor de los 9 meses, el bebé comienza a unir sílabas como “mama” y “papa”, y hacia los 12 meses intenta imitar algunas palabras que escucha de los adultos.
En algunos casos, el bebé puede tardar más en hablar por falta de estímulo o por problemas de salud, como sordera o autismo. En estas situaciones, es importante acudir al pediatra para evaluar el desarrollo y el lenguaje.
Desarrollo del habla del bebé de acuerdo a la edad
El desarrollo del habla del bebé es un proceso lento que se va perfeccionando a medida que el bebé va creciendo y se va desarrollando, y ocurre de acuerdo a la edad.
Bebé con 3 meses
A los 3 meses de edad, el llanto sigue siendo la principal forma de comunicación del bebé, y puede variar según la causa que lo origina.
En esta etapa, también comienza a mostrar mayor atención a los sonidos que percibe a su alrededor.
Cómo estimular: se puede estimular al bebé interactuando mediante el habla, las expresiones faciales y la imitación de sonidos cotidianos.
También es útil escuchar música juntos, cantar o moverse suavemente al ritmo mientras el bebé está en brazos. Juegos sencillos como las escondidas o “¿dónde está el bebé?”.
Bebé entre los 4 y 6 meses
Alrededor de los 4 meses, el bebé comienza a balbucear, y hacia los 6 meses suele responder con sonidos como “ah”, “eh” u “oh” cuando escucha su nombre o alguien le habla.
También empieza a emitir sonidos con consonantes como la “m” y la “b”.
Cómo estimular: se puede incentivar al bebé a emitir nuevos sonidos, señalar objetos mientras se dice su nombre, repetir los sonidos que el bebé produce, nombrar correctamente las cosas o leerle cuentos en voz alta, por ejemplo.
Cuándo ir al pediatra: si el bebé no intenta emitir sonidos vocales (“ah”, “eh”, “oh”), no responde a su nombre ni a otros sonidos, o no establece contacto visual.
Bebé entre los 7 y 9 meses
A los 9 meses, el bebé ya comprende la palabra “no”, emite sonidos combinando varias sílabas como “mamamam” o “bababa”, e intenta imitar los sonidos que hacen otras personas.
Cómo estimular: se puede fomentar el desarrollo del lenguaje nombrando los objetos, haciendo juegos con turnos, diciendo “ahora es mi turno” y “ahora es tu turno”.
También es útil hablar sobre lo que el bebé señala o sostiene, por ejemplo: “pelota, es azul y redonda”.
Cuándo ir al pediatra: si el bebé no reacciona a los sonidos, no responde cuando lo llaman por su nombre o no balbucea palabras sencillas como “mamá”, “papá” o “dada”.
Niño entre los 10 y 12 meses
Alrededor de los 12 meses, el bebé logra comprender órdenes sencillas como "dáselo" o "adiós", emite sonidos parecidos con el habla, dice "mamá", "papá" y hace exclamaciones como "uh-oh" e intenta repetir las palabras que escucha.
Cómo estimular: cuando el niño quiera algo, debe verbalizar el pedido, que se sepa lo que quiere, leer junto con el niño, además de decirle "no" con firmeza cuando tenga comportamientos no adecuados.
Cuándo ir al pediatra: no logra decir palabras sencillas como "mamá" o "papá" o no responde cuando alguien le habla.
Niño entre los 13 y 18 meses
Entre los 13 y 18 meses, el bebé mejora su lenguaje y puede utilizar entre 6 y 26 palabras sencillas, aunque comprende muchas más. En esta etapa también comienza a decir “no” moviendo la cabeza.
Cuando no logra expresar lo que quiere con palabras, suele señalar el objeto. Además, ya es capaz de señalar en un muñeco dónde están los ojos, la nariz o la boca.
Cómo estimular: se le puede pedir al niño que observe y describa partes del cuerpo o lo que ve a su alrededor.
También es útil incentivarlo a bailar y cantar sus canciones favoritas, usar palabras que expresen emociones como “estoy feliz” o “me siento triste”, y hablarle con frases y preguntas simples y claras.
Cuándo ir al pediatra: si no imita a otras personas, no aprende nuevas palabras, no logra decir al menos 6 palabras diferentes, no responde de forma espontánea o no muestra interés por lo que ocurre a su alrededor.
Niño entre los 19 y 24 meses
Alrededor de los 24 meses, el niño comienza a decir su propio nombre, puede unir dos o más palabras formando frases sencillas y reconoce los nombres de las personas cercanas.
Además, suele hablar solo mientras juega, repite palabras que ha escuchado de otras personas y señala objetos o imágenes al oír sus sonidos.
Cómo estimular: es importante corregir de forma positiva y no como una crítica, por ejemplo, si dice “caro” en lugar de “carro”.
También se le puede pedir ayuda con tareas simples y animarlo a decir lo que está haciendo, como en “vamos a recoger los juguetes”.
Cuándo ir al pediatra: no busca imitar acciones o palabras, no comprende lo que se le dice, no logra seguir instrucciones sencillas, no dice palabras de forma comprensible o solo repite los mismos sonidos y palabras.
Niño a los 3 años
A los 3 años, el niño ya es capaz de decir su nombre, su edad y si es niño o niña. También nombra objetos comunes del entorno y comprende palabras más abstractas como “dentro”, “abajo” o “encima”.
En esta etapa, su vocabulario aumenta notablemente, el niño comienza a decir el nombre de sus amigos, utiliza dos o tres frases seguidas en una conversación y empieza a usar pronombres personales como “yo”, “mi”, “nosotros” o “tú”.
Cómo estimular: se le puede pedir al niño que cuente una historia o que diga lo que hizo antes, animarlo a usar la imaginación o invitarlo a observar un peluche y decir si está feliz o triste.
A esta edad, suele comenzar la etapa de los “porqués”, por lo que es importante que las personas adultas respondan con calma y paciencia, para que el niño se sienta seguro al expresar sus dudas y curiosidad.
Cuándo ir al pediatra: no utiliza frases con otras personas y solo señala o utiliza palabras cortas, no entiende instrucciones sencillas.
Niños con más de un idioma en casa
Según estudios, el habla de un niño puede retrasarse cuando en casa se hablan dos o más idiomas. Al principio, el cerebro no distingue claramente entre ellos, por lo que un mismo objeto puede recibir distintos nombres, generando cierta confusión al momento de expresarse.
Sin embargo, esto no suele ser un problema en el desarrollo del niño, si bien el lenguaje puede verse un poco retrasado en el tiempo, con el paso de los años el niño dominará ambos idiomas, pudiendo perfeccionar más uno que otro, como en el caso del país en el que se encuentre.
En todas las etapas, es importante hablar con el niño usando un lenguaje correcto, evitando diminutivos o palabras alteradas como “pato” por “zapato” o “guau guau” por “perro”.
Estas prácticas ayudan a estimular el habla y favorecen un desarrollo del lenguaje adecuado, que en algunos casos incluso puede adelantarse a lo esperado.
Además del lenguaje, también es fundamental estimular otras áreas del desarrollo infantil, como sentarse, gatear o caminar, respetando siempre el ritmo de cada bebé.